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Los "grandes" no pueden perder la pasión...

Floyd Mayweather ha escrito su nombre en una lista muy selecta en el ámbito deportivo Getty Images

Hasta un poco antes de la doce de la noche en la sala de prensa del MGM, todo indicaba que debíamos colocar a Floyd Mayweather en un círculo muy especial, junto a Muhammad Ali, Pelé, Jordan, Montana, Carl Lewis, Borg, Armstrong, Phelps, Bikila, Bolt o la Comaneci, pero el boxeador de la marca invicta en 47 peleas, el pugilista de los 5 títulos mundiales en diferentes categorías, el hombre que ha generado más de 400 millones de dólares en ganancias, el de los 14 millones de ventas en "Pague por Evento" nos confiesa, de pronto, que ha perdido la pasión y que solo le importa el dinero. Solo Mayweather sabe lo que pasa dentro de la cabeza de Mayweather, pero parece tener derecho a todo, menos a perder la pasión.

LOS ANGELES -- El reloj en la sala de prensa del MGM de Las Vegas indicaba que eran casi las doce de la noche de otro sábado largo y agónico para el boxeo. Hacía ya algunos minutos que Floyd Mayweather había dejado el ring, pero seguía "corriendo" como en ese round 12 ante el argentino Maidana, seguía rehuyendo la principal responsabilidad que debe tener un atleta de su clase y nivel, seguía estableciendo dudas entre su notable calidad como boxeador y su legado final para con este deporte.

"No tengo más pasión por esto. Solo lo hago por dinero, como si fuese un negocio y nada más".

Casi tres horas después de defender la postura en el cuadrilátero de un boxeador distinto, en estilo, en características, en inteligencia, en formas, en métodos, recibí el gancho que jamás esperé de quien la crítica --y yo mismo-- considero uno de los más grandes boxeadores de todas las épocas. "He perdido la pasión por esto". ¿Puede o tiene derecho a perder la pasión un deportista profesional del que seguramente nuestros hijos y nietos ponderaran en el futuro?

No entiendo qué es lo que finalmente hay escondido dentro de la mente de un boxeador que ha generado ganancias por más 400 millones de dólares y que ha vendido casi 15 millones de casas en "Pago por Evento" --al fin y al cabo la manera moderna de medir la trascendencia de un boxeador-- . Mayweather debe tener sus propias desavenencias personales, sus momentos malos y buenos como lo tenemos usted o yo, pero eso no quiere decir que perdamos la pasión por lo que hacemos, por lo que nos debemos y por lo que luchamos todos los días.

Primero quiero reiterar que soy un defensor de lo que Mayweather hace sobre el ring. El deporte, como él mismo lo dice, es una cuestión de estilos. Y Mayweather tiene el suyo: definido, establecido en un boxeo de corte defensivo, de velocidad, de combinaciones con cierto poder --ya no tiene la mano demoledora de antaño--, movimientos estéticos sobre el ring, golpes rectos y curvos y una inteligencia notable para sobrellevar su carrera dentro y fuera del cuadrilátero. Tras 18 años como profesional, Mayweather está invicto en 47 presentaciones, e insisto, con características que nos pueden o no gustar, se ha mantenido en la cima de su deporte.

La crítica sobre si ha enfrentado a los mejores se resuelve de manera sencilla: De La Hoya, Mosley, Cotto, José Luis Castillo, Hatton, Arturo Gatti, 'El Canelo' Alvarez, Juan Manuel Márquez. Que la época es floja en cuanto a rivales, es una realidad. Que le falta una pelea ante Manny Pacquiao, es otra verdad. Pero que ha sido un boxeador exitoso, no tiene espacio para duda.

No me gusta que un atleta como Mayweather pierda la capacidad de apasionarse por lo que hace. Los grandes exponentes de todos los deportes siempre nos han dejado un legado que va más allá de las estadísticas y las victorias. Nos han dejado un ejemplo de vida, de superación, de entrega, de sacrificio, de imponerse a los obstáculos. Nos han dejado una fórmula para aquellos que no somos como ellos, que no tenemos la fortaleza física o mental o la capacidad para crear, logremos sobrevivir y mantenernos soñando. Hasta un poco antes de las doce de la noche en la sala de prensa del MGM, todo indicaba que debíamos colocar a Mayweather en un círculo muy especial, junto a Muhammad Ali, Pelé, Jordan, Montana, Carl Lewis, Borg, Armstrong, Phelps, Bikila, Bolt o la Comaneci, pero todos ellos mantuvieron siempre la llama de la pasión intacta y luminosa.


@Faitelson_ESPN