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Chivas en manos de Puebla y Cuauhtémoc

Mexsport

LOS ÁNGELES -- Chivas pasó de la traición al suicidio en un solo acto. A Carlos Salcido le faltó juventud, reflejos y la sabiduría de los años para evitar el gol sin usar la mano: penalti y expulsión.

Y a partir de ahí, en un trámite taciturno, engorroso, desidioso, el Querétaro administró el tiempo para cimentar un 4-1 doloroso para Chivas, que aparece décimo quinto en la Tabla General y en la de Porcentaje, dos termómetros inequívocos de su crisis y decadencia.

4-1 y Ronaldinho, sin figurar en la cancha, fue figura en la red: cobró el penalti tirándole un embuste en la finta a Toño Rodríguez y después, con precisión de billarista, metió su golpe seco en un pase a Sanvezzo.

¿El resto de su presencia en cancha? Poco y nada del brasileño. Pero en tiempos de músculo y lucha sorda, el par de desplantes de talento le otorgaron orejas y rabo de estas chivas rasuradas de los cuernos.

Lo peligroso para Chivas llega de inmediato: Puebla resucitado y Cuauhtémoc Blanco rejuvenecido, por su segundo aire y porque contra Chivas, diría José Alfredo, saca juventud de su pasado.

Ante un Guadalajara sin el castigado Salcido ni el lesionado De Nigris, una eventual victoria del Puebla pondría de nuevo en la plancha de autopsias al Rebaño, cuyo entrenador recibirá, de acuerdo al código Jorge Vergara, un correo electrónico o un tuitazo de despido o el silencio total como respaldo.

Son inequívocos los contrastes: los Camoteros mejoran y Chivas sigue trastabillando, mientras que Leones Negros, con cambio de dueño y plantel en diciembre, puede tomar el segundo aire salvador.

Es necesario ser justos. Chivas jugó por momentos mejor con 10 que el Querétaro con 11 y cuando la forestal removió a De Nigris del camellón, el Guadalajara aún tuvo mejor funcionamiento y tuvo posibilidades de emparejar a uno, a dos el marcador.

El 4-1 es una radiografía inexacta de lo que pasó en la cancha, pero agravado el trámite por un error de Toño Rodríguez.

A fuerza de insistir, a Ronaldinho se le agradecen sus fantasías otoñales de Globetrotter de la Liga MX, pero sigue esclavizando a sus compañeros a competir con 10 a pesar de la dictatorial orden para que los balones encuentren al brasileño como generador y orquestador, y en general todos obedecen, menos Sanvezzo, quien le negó dos servicios cuando Dinho estaba de frente y perfilado para el disparo.

¿Culpa de Carlos Bustos? Sin duda en dos aspectos: esa terquedad de mantener a De Nigris y a Omar Bravo de inicio. Ya se comentó aquí, aunque lejos de pretender conocer mejor al equipo que el entrenador argentino, pero una combinación entre Arce, Reyna, Giovanni y Fierro, incluso agregando a Bravo, debe bastarle para generar y definir, no sólo para amagar con la pólvora mojada.

Las versiones insisten en que Chepo de la Torre saldrá del ostracismo en el que lleva un año, tras su paupérrimo paso por el Tri en el Hexagonal Final, y llegaría a Chivas, aunque seguramente el técnico se encontraría con jugadores a los que eventualmente sacrificó, manoseó, denostó y al final generó un conflicto al exhibirlos mientras dirigió a México.

Aunque podría ser que ante Puebla, el próximo domingo en el Omnilife, y ante Cuauhtémoc Blanco, Chivas esté realmente definiendo el futuro de su entrenador.