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Jugadores que excedieron mis expectativas

Los ajustres hechos por el receptor de Milwaukee Jonathan Lucroy le han rendido frutos este año. Mike McGinnis/Getty Images

Esta es la tercera edición de "aquellos peloteros que excedieron mis expectativas". Daré un vistazo a los jugadores que resultaron mejor de lo que había pronosticado e intentaré explicar los errores que cometí a la hora de evaluarlos.
En las primeras dos ediciones, discutí solamente acerca de los jugadores sobre los que había opinado enfáticamente, diciendo que no serían lo exitosos que eventualmente llegaron a ser. Este año, he incluido algunos peloteros de los que no hablé mucho cuando eran prospectos o ligamayoristas jóvenes, errores de omisión que de todas formas son errores.


Jonathan Lucroy, C, Cerveceros de Milwaukee

Lucroy llegó a mi lista de los principales 10 prospectos de los Cerveceros solamente una vez, previo a 2010, cuando fue el primer año que hice una clasificación tal para los 30 equipos. Esa lista resulto estar bien abastecida de futuros ligamayoristas:

1. Brett Lawrie, 2B
2. Alcides Escobar, SS
3. Eric Arnett, RHP
4. Kyle Heckathorn, RHP
5. Jonathan Lucroy, C
6. Wily Peralta, RHP
7. Lorenzo Cain, CF
8. Jake Odorizzi, RHP
9. Kentrail Davis, LF
10. Zach Braddock, LHP

Arnett, Heckathorn y Davis recién habían sido reclutados en el draft; pero las verdaderas estrellas de esa generación resultaron ser Khris Davis, que fue seleccionado en la séptima ronda, Scooter Gennett, elegido en la ronda 16, y Mike Fiers, reclutado en la ronda 22.

En el caso de Lucroy, las estadísticas revelaron una historia más acertada de lo que indicaban los reportes de scouteo. Lucroy recibió más bases por bolas que ponches cuando militaba en Doble-A a los 23 años, con un OBP de .380 (quinto de la liga entre los jugadores con más de 100 partidos), y con cierto poder para batear dobletes. Él también había puesto fuera de combate al 40 por ciento de los rivales que habían intentado robarle una base. Pero Lucroy tenía un swing muy corto como amateur, e hizo lo que parecían unos simples ajustes con sus manos, cambios que yo asumí de forma incorrecta que no le darían más poder. Pero esos cambios hicieron su swing más rotacional, y él ha sido consistente con sus estadísticas de ISO (de .150 a .200), y este año probablemente superará la barrera de los 70 extra bases. Asumí que esta falta de poder haría que los pitchers de Grandes Ligas estuvieran dispuestos a atacarlo en lugar de darle las bases por bolas que había obtenido en Doble-A, pero mi premisa resultó falsa; él desarrolló más poder del que pude pronosticar.

Y cuando Lucroy era amateur, ni siquiera había considerado que él tuviera la habilidad para posicionar los lanzamientos, además de que él no tenía buena reputación entre los scouts como un gran defensor fuera de su brazo, pero él resultó ser un receptor sólido con gran habilidad para posicionar lanzamientos. Añadan eso al inesperado incremento de poder, y podrán ver por qué me equivoqué con un jugador que ya tiene 6.3 de WAR esta temporada, empatado como el séptimo mejor de las Mayores.


Todd Frazier, 3B, Cincinnati Reds

Tenía mis dudas acerca de Frazier cuando era prospecto, ubicándolo en el puesto 66 de mis mejores 100 antes de 2010, para luego sacarlo de la lista y ubicarlo hasta el fondo de los mejores 10 de Cincinnati luego de una temporada mediocre en Triple-A cuando tenía 24 años. Nunca me había gustado el swing de Frazier, que tenía un enorme enganche al inicio que creó una trayectoria hacia arriba, pero vi que sus resultados sólidos en Doble-A eran una señal de que él produciría a la ofensiva. Él ha disminuido ese enganche con el paso del tiempo, pero lo más importante, sus manos son tan fuertes y rápidas, que ha podido batear a un mejor promedio de lo que hizo en sus poco más de dos temporadas en Triple-A.

Él genera mucho daño cuando hace contacto, pese a tener promedios de swing-y abanica por debajo del promedio, con una base lanzamiento-por-lanzamiento. Frazier también ha trabajado para convertirse en un defensor sólido en la antesala, lo suficiente como para convertirse en un jugador con 4 de WAR tanto en Baseball-Reference.com como en FranGraphs. Si Frazier bateara mejor en Triple-A, quizá hubiera confiado en él luego de clasificarlo entre los 100 mejores, y si él no tuviera ese swing tan poco convencional, quizá incluso me hubiera agradado un poco más, remontándonos hasta sus días en la universidad. Pero tuve problemas desde el inicio al ver sus mecánicas de swing, y eso me llevó a ser inconsistente en mis proyecciones con él cuando su rendimiento varió.


Kyle Seager, 3B, Marineros de Seattle

Este es muy sencillo: Cuando él era amateur, nunca vi la posibilidad de que Seager bateara de 20 a 25 jonrones por año y que fuera el segundo mejor jugador de posición en su equipo universitario detrás de Dustin Ackley. Seager ha alcanzado los 20 cuadrangulares en tres temporadas consecutivas, sin ayuda verdadera de su parque o de todos los juegos en gira que disputa en Anaheim y Oakland cada año. No me sorprende que se haya convertido en un defensor por encima del promedio en la tercera base, dado lo fuerte que es su perspicacia beisbolera, pero me equivoqué acerca de su poder aproximadamente por 50 por ciento. Él es ahora un jugador con WAR de 4 o 5, y pensé que él estaría debajo de 3, y el poder es la razón principal por la que me equivoqué.


Yan Gomes, C, Indios de Cleveland

Gomes era un nombre más -- en lugar de ser #ELHOMBRE -- cuando Toronto lo envió junto con Mike Avilés a Cleveland por Esmil Rogers luego de la temporada 2012. Gomes era un bateador regular sin una posición clara. Él tenía muy poca experiencia en Ligas Menores, con solamente 172 juegos detrás del plato antes del canje. Era receptor de tiempo parcial con cierta fuerza en el brazo, pero no tenía ninguna de esas habilidades refinadas que señalaran que sería alguien brillante en la posición.
El mes pasado escribí acerca de su surgimiento y por qué creo que es real, pero debo confesar que no tenía grandes expectativas de que se convirtiera en un buen defensor cuando fue canjeado.

Mientras doy un vistazo a los Indios, debo incluir también al pitcher Corey Kluber. No es que haya menospreciado a Kluber, sino que nunca hablé lo suficiente acerca de él pese a tener sólidas estadísticas de ponches en las Menores. Antes de esta temporada, hablé de él exactamente una vez durante toda su trayectoria profesional --cuando fue canjeado de San Diego a Cleveland -- pese a que él fácilmente debió ser incluido entre los 50 mejores prospectos del béisbol.


José Quintana, P, Medias Blancas de Chicago

¿Es Quintana es el pitcher más anónimo del béisbol que tiene un WAR de 5? Él llegó a esa marca el año pasado si basan su WAR con su efectividad, y lo hizo de nuevo este año si lo basan con su FIP (los dos métodos principales, empleados por Baseball-Reference.com y FanGraphs, respectivamente). Incluso jugando para un equipo que no ha peleado por los playoffs en los últimos años, Quintana parece que ha volado mucho tiempo debajo del radar. Él firmó con los Mets como amateur en 2006, lanzó cinco innings, fue dejado en libertad y luego resurgió con los Yankees en 2008, jugando en la Liga Dominicana de Verano (él de hecho es colombiano). Él llegó a Estados Unidos en 2010 y lanzó 102 innings como abridor y relevista en Clase-A Alta en 2010. Los Yankees optaron por no agregarlo al roster de 40 peloteros ese invierno, por lo que se convirtió en agente libre al haber sido liberado previamente por otra organización, y los Medias Blancas lo contrataron para lanzar en Doble-A. Para mayo, él ya estaba en las Mayores y le ha dado a los Medias Blancas 85 aperturas y más de 500 innings, todo por una mínima inversión inicial.

Quintana ha mejorado su recta de dedos separados desde que llegó a Chicago, algo que no sorprende nada debido al éxito que ha tenido Don Cooper, coach de pitcheo de los Medias Blancas, al enseñar ese lanzamiento. Tanto el cutter como el cambio se clasifican al menos por encima del promedio, si no es que superiores. Pero la verdadera clave para Quintana ha sido su notable control de la recta; no la lanza muy fuerte, pero la coloca de forma extraordinaria, toma ventaja en el conteo de forma rápida, y no tiene miedo a alejarle el lanzamiento al bateador. No creo que dure su promedio bajo de cuadrangulares permitidos, especialmente con la mitad de sus partidos siendo disputados en un parque propenso a los cuadrangulares, pero el resto de la fórmula para el éxito es sostenible.


J.D. Martínez, LF, Tigres de Detroit

No fui el único que se equivocó con Martínez, pero la razón por la que todos lo subestimamos es educativa: los peloteros cambian, en formas que las proyecciones estadísticas no pueden pronosticar y sobre las cuales los scouts solamente pueden especular. No me gustaba el swing de Martínez, su falta de disciplina en el plato ni su pobre defensiva en el jardín izquierdo cuando era un prospecto prometedor con el bat en el sistema de sucursales de los Astros. Luego de casi 1,000 turnos en Houston, parecía estar acabado.

Martínez corrigió su swing la pasada temporada baja -- colocando sus manos más abajo, enderezando su cuerpo, incrementando su tranco para mayor transferencia de peso. Eso resultó un enorme incremento de poder, al ir de un ISO de .136 en su carrera a un ISO de .257 este año. Quizá debí haberlo clasificado dentro de los 10 mejores prospectos de los Astros cuando iba en ascenso, ¿pero alguien pudo pronosticar que él llegaría a ser un pelotero con 60 extra bases con las herramientas y mecánicas de swing que tenía en ese entonces?


Jacob deGrom, P, Mets de Nueva York

Creo que clasifiqué a deGrom agresivamente antes de 2013, poniéndolo en el décimo sitio en el sistema de los Mets basándome en algunos reportes muy buenos acerca de su recta y su curva que surgieron en la media campaña que disputó tras volver de la cirugía Tommy John. Él tuvo un sólido 2013 en tres niveles, pero sus promedios de ponches no igualaron su repertorio, y la mayoría de los scouts con los que platiqué creían que terminaría como relevista, detrás de otros prospectos de los Mets más aventajados como Rafael Montero. Como consecuencia, lo bajé en la clasificación al número 12 de su sistema.

Por supuesto, deGrom ha sido uno de los mejores novatos en la Liga Nacional este año, mostrando una mezcla de cuatro lanzamientos --tres de esos son al menos de promedio sólido -- con el mejor promedio de ponches en su carrera. Hace fallar a los bats rivales dentro y fuera de la zona, su control está por encima del promedio, y él es tan atlético que su control quizá pueda mejorar porque puede repetir sus envíos muy fácilmente. Él también es un buen bateador, lo suficiente para crear una diferencia en su valor para los Mets.