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Boston mostró respeto a Derek Jeter

BOSTON -- Los Medias Rojas de Boston mostraron a Derek Jeter el mayor respeto posible de un equipo profesional hacia un gran rival.

Algunas de las leyendas de los Medias Rojas y de otros deportes de Boston participaron en el homenaje que se realizó a Jeter el domingo en Fenway Park, momentos antes del inicio del último partido en la carrera del adorado "Capitán" de los Yankes de Nueva York, uno de los conjuntos deportivos más odiados en el área de Nueva Inglaterra.

Los miembros del Salón de la Fama del béisbol Carl Yazstremzki y Jim Rice; el antiguo defensa de los Boston Bruins Bobby Orr, quien está en el Salón de la Fama del Hockey; el ganador de tres anillos del Super Bowl con los New England Patriots, Troy Brown, y el delantero Paul Pierce, un 10 veces Todos Estrellas de la NBA con Boston Celtics, caminaron desde la cueva de los Medias Rojas hasta el campocorto para saludar a Jeter.

Otro tanto hicieron los antiguos estelares Luis Tiant, Fred Lynn, Rico Petrocelli, Tim Wakefield y Jason Varitek, así como los miembros actuales de los Medias Rojas, que fueron liderados por el dominicano David Ortiz, el mejor bateador designado de la historia y un candidato a Cooperstown luego de su retiro.

Ortiz y el torpedero arubano Xander Bogaerts, quien usa el #2 en honor a Jeter, presentaron al ícono de los Yankees una pieza de la antigua pizarra del "Monstruo Verde" del Fenway Park con la literatura RE2PECT, la etiqueta con la cual se ha identificado el tour de despedida del jugador.

También estuvo presente Pete Frates, el bostoniano reconocido como precursor del "Ice Buckett Challenge", un movimiento que ha recaudado cientos de millones de dólares para la lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica, la enfermedad también conocida como "Mal de Gehrig" por haber matado al gran inicialista de los Yankees, Lou Gehrig.

Frates, quien fue diagnosticado con la enfermedad en marzo del 2012, no puede hablar, caminar ni mover los brazos, pero llegó al Fenway Park en su silla de ruedas para mostrar respeto a Jeter, quien fue mostrado en la pantalla del estadio realizando el desafío de la cubeta helada.

Los Medias Rojas habían anunciado desde el viernes que la ceremonia a Jeter sería de "bajo perfil" y que el enfoque principal de la organización estaba dirigido a realizar un generoso donativo a la "Fundación Turn 2" del pelotero, sin embargo el público puso de su parte para convertir la tarde-- en realidad todo el fin de semana-- en inolvidable para Jeter y el universo de las Grandes Ligas.

Por segundo año consecutivo, un grande de los Yankees fue reconocido en Fenway Park por estar retirándose. El año pasado ocurrió algo parecido con el cerrador panameño Mariano Rivera. También se marcharon el receptor puertorriqueño Jorge Posada y el lanzador Andy Pettitte, quienes formaron el famoso "Core Four" que dió cinco campeonatos a los Yankees en las últimas dos décadas.

"Creo que es el fin de una era. Es el fin de la era de esos cuatro jugadores [del Core Four]. No sé si eso existirá en el béisbol, o en cualquier deporte, una vez más. No sé si veremos a cuatro jugadores permanecer juntos durante tanto tiempo y teniendo tanto éxito. Simplemente no sucede muy a menudo. Así que sí, creo que es el fin de una era", dijo el domingo el manager de los Yankees, Joe Girardi.

Jeter fue ovacionado en cada uno de sus movimientos en Fenway Park en los últimos tres días de una carrera que comenzó en 1995. Un agotado, física y mentalmente, Jeter se sentó el viernes, luego de una gloriosa jornada de despedida en Yankee Stadium la noche anterior, pero apareció como bateador designado en la alineación de Nueva York en los últimos dos encuentros de la serie.

El domingo, el torpedero pegó una línea directa al guante del torpedero Jemile Weeks en la primera entrada, pero logró un hit por tercera base que impulsó al japonés Ichiro Suzuki durante un rally de cuatro carreras de Nueva York contra el derecho Clay Buchholz.

Girardi envió al receptor Brian McCann de corredor emergente y allí terminó la carrera de Jeter, exactamente a las 2:27 de la tarde, con 3,465 imparables, siete títulos de la Liga Americana, cinco anillos de campeón y el respeto de todos los fanáticos del béisbol, incluyendo los de Boston.

Jeter terminó su carrera con 165 hits (incluyendo 23 dobles, 14 jonrones y un triple), 88 anotadas, 75 impulsadas y 22 bases robadas en Fenway Park. De por vida, bateó .291 con 26 jonrones, 138 impulsadas y 176 anotadas contra los Medias Rojas.

"Un torpedero con más de tres mil hits, cinco Guantes de Oro y muchos batazos importantes para poner a ganar a su equipo, no es algo que aparece todos los días. Hay que quitarse el sombrero ante Jeter", dijo Ortiz.

"Alguien como él, no merece otra cosa que no sea respeto", dijo Tiant, quien jugó con Boston y Nueva York durante su carrera de 19 años.

"Para mí, Jeter ha sido el mejor, pero no solamente por lo que hizo en el terreno, sino por la forma en que representó el béisbol en tiempos de tanta confusión", dijo Darwin García, un aficionado de los Medias Rojas del vecindario Roslindale, al sur de Boston.