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¿La hora de Clayton Kershaw?

Clayton Kershaw es el mejor pitcher de todo el béisbol... entre abril y septiembre.

Tras el triunfo de los Cardenales sobre los Dodgers el lunes, para poner la Serie Divisional 2-1, deja la escena lista para ver de qué está hecho realmente el zurdo de Los Ángeles.

Casi seguro ganador de su tercer premio Cy Young en cuatro años y fuerte candidato al galardón de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, Kershaw ha sido punto menos que un lanzador de prácticas en postemporadas.

Porque lo del primer juego de esta serie, en que fue castigado con ocho limpias en seis innings y dos tercios, después de tener ventaja de 6-1, no es nada nuevo.

En siete juegos lanzados a lo largo de seis diferentes series de playoffs, el zurdo acumula balance negativo de un triunfo y cuatro derrotas, con efectividad de 5.20, más del doble de su promedio de 2.48 a lo largo de siete campañas regulares.

Su desproporcionada labor entre temporadas y playoffs recuerda a otro astro de los Dodgers precisamente, el derecho Don Newcombe, quien brilló con el equipo azul cuando eran de Brooklyn.

Newcombe, Novato del Año en 1949, MVP y Cy Young de 1956, un hombre que dejó marca de 149-90 en diez campañas, que fue capaz de perder dos temporadas por cumplir el servicio militar en la Guerra de Corea, nunca pudo ganar el bueno.

En tres apariciones en Series Mundiales, todas ante los Yankees, el derecho de los Dodgers se ganó merecidamente fama de pecho frío, cardíaco, cobarde o como quieran llamarle, al sufrir cuatro derrotas sin triunfos y efectividad de 8.59.

Entonces, ¿es Kershaw el Newcombe de hoy? De todos modos, la gran mayoría, sino la totalidad de los managers, apelaría al estelar zurdo cuando para la novena angelina, una derrota más significa irse de vacaciones ahsta el 2015.

Aún antes del triunfo de los Cardenales, el estratega de los Dodgers, Don Mattingly, anunció a Kershaw para el cuarto partido, en que trabajaría con sólo tres días de descanso.

La apuesta de Mattingly es que en algún momento se rompa esa racha negativa y su estrella se comporte a la altura de lo que se espera de alguien que no por gusto cobrará a partir del 2015 más de 30 millones de dólares por temporada.

Cuidado, Donnie, que Newcombe nunca logró quebrar su maleficio, aunque en el caso del diestro, hay que reconocer que la postemporada daba menos oportunidades de reivindicarse, pues sólo se componía del clásico de octubre.

Con menos presión, el mentor de San Luis, Mike Matheny, decidió darle la pelota al joven Shelby Miller (10-9, 3.74 en la campaña regular), quien estará haciendo su debut en esta postemporada.

Por cierto que Miller, en sus escasas apariciones en playoffs de años anteriores, no ha sido nada efectivo tampoco. En tres salidas, todas como relevista, ha trabajado 4.1 capítulos, con cinco hits, tres limpias y efectividad de 6.23.

Así que esta será su primera apertura, aunque toda la exigencia y la presión estarán en la trinchera contraria, sobre los hombros del que hasta ahora ha sido el mejor lanzador de todas las Grandes Ligas en lo que va de década...en temporadas regulares.