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El nuevo "espejo" de la Concacaf...

Joel Campbell, Blas Pérez y Carlo Costly son claros ejemplos del crecimiento de los futbolistas Imago7/Mexsport

La cara y las facciones de México no se ven igual en el área futbolística. Las esencias de la última eliminatoria no huelen precisamente a rosas. Y aunque la maquinaria que rodea al futbol mexicano se encargó de tapar, de esconder y generar una "cortina de humo" alrededor de lo que estuvo cerca de ser una gran "tragedia futbolística", el futbol mexicano tiene la obligación de cambiar su versión y su postura con respecto a los rivales del área. Esperemos que a partir de aquellas amargas jornadas ante los "Concacafquianos", se haya aprendido a no caer en los mismos errores ni en los mismos excesos.

LOS ANGELES, CA -- El anuncio de los juegos de preparación ante Honduras y Panamá y el simple hecho de ver una y otra vez la imagen del 'Chepo' de la Torre en la televisión me han producido un "Deja Vu", un vago recuerdo del pasado reciente del futbol mexicano, que no tuvo que ver con el afortunado Mundial ni con el resurgimiento de una generación, de una condición futbolística y de un nuevo entrenador. La esencia más reciente del futbol mexicano con respecto a la Concacaf no huele precisamente a rosas.

Aunque la Federación y la maquinaria que rodea la selección intentó tapar y cubrir todo lo que ocurrió, espero que el futbol mexicano haya aprendido --como lo aprendimos también otros-- de aquella amarga y malograda experiencia en la última eliminatoria mundialista. Ver a la Concacaf y a los rivales del área con los mismos ojos y la misma postura no es conveniente para nadie.

Para empezar, hay que entender que el partido de este miércoles por la noche en Tuxtla Gutiérrez y el choque del domingo en Querétaro no son de ninguna manera una "revancha" a lo que ocurrió hace algunos meses cuando estaba en juego el boleto a Brasil. Las "revanchas deportivas", si es que existen, deben darse en el mismo marco y bajo las mismas circunstancias técnicas y mentales del juego. Los duelos ante Honduras y Panamá son partidos de preparación y nada más.

Pero es también una buena oportunidad para que el futbol mexicano tome en cuenta que las cosas han cambiado en la Concacaf. Que más allá del nivel competitivo que mantiene Estados Unidos, Costa Rica ha dado un brinco espectacular con el Mundial y tiene una generación de futbolistas que puede seguir marcando una época. Que más allá del fracaso o de la poca exposición que tuvo Honduras en Brasil, es un futbol que habrá que tomar en cuenta. Lo mismo Panamá, que ha planeado las cosas con seriedad y que tiene une entrenador experimentado como Hernán 'El Bolillo' Gómez o, en su momento, El Salvador o alguna isla del caribe. La prepotencia con la que el futbol mexicano --y algunos más-- veía o veíamos al área de Concacaf debe cambiar, pero tampoco en un escenario conformista que signifique que ganarles las eliminatorias o superarles en la Copa de Oro termine ofreciendo un parámetro real del crecimiento de tu nivel futbolístico.

Todavía sigo esperando el informe, la autopsia o el examen post-mortem de lo que sucedió en aquella eliminatoria. A nadie le intereso ir más allá, escuchar a los jugadores, al entrenador, a su cuerpo técnico, a los directivos, a los periodistas, a los aficionados y entender por qué el futbol mexicano cayó de pronto en una depresión tal que era incapaz de ofrecer competencia ante sus rivales de área. En México, como ocurren con casi todas las desgracias, se tapan, se bloquean, se esconden. Lamentablemente, no hay interés de aprender de ellas para no caer otra vez en las mismas situaciones.

Honduras y Panamá son Honduras y Panamá. Futbolísticamente, tienen sus virtudes, sus defectos, sus carencias. Son rivales del área. Habrá que jugarles estos amistosos preparatorios con seriedad y luego, cuando llegue la eliminatoria o la Copa de Oro, tratar de mostrar todas las ventajas que tiene México, como país, como industria futbolística, para con futbol mantener o volver a aquella distancia que alguna vez existió.

La Concacaf no puede ser la misma para el futbol mexicano, de ninguna manera, sobre todo después de aquel "corto-circuito", que muchos quieren olvidar o esconder y que estuvo cerca de terminar en tragedia futbolística.

@Faitelson_ESPN