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Reales cosechan la siembra

La sonrisa más amplia en Oriole Park at Camden Yards el viernes en la noche tenía que ser la de Dayton Moore, el gerente general de los Reales de Kansas City, cuya visión en el 2006 cobró vida cuando Alex Gordon y Mike Moustakas conectaron sonoros cuadrangulares en la parte alta de la 10ma. entrada para darle a los Reales el triunfo sobre los Orioles de Baltimore, 8-6, en el primer partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Moore, quien agarró las riendas de las operaciones de los Reales en el 2006 -- un año después de que su predecesor, Allard Baird, escogiera a Gordon en la primera ronda del sorteo de novatos del 2005 -- decidió seguir la ruta de construir a través del draft y prosiguió a escoger a Luke Hochevar, Moustakas y Eric Hosmer con su primer turno en el 2006, 2007 y 2008, respectivamente, y en el 2010 añadió al boricua Christian Colón, todos miembros de los Reales que este año le dieron a Kansas City su primera cita en la postemporada en 29 años. Anterior a eso, Baird había escogido a Billy Butler en el 2004.

En el mismo 2006, Moore firmó a Salvador Pérez como agente libre y escogió a Jarrod Dyson en la 50ma ronda del draft y en el 2010 fue el artífice del cambio que envió a Zack Greinke a los Cerveceros de Milwaukee por Lorenzo Cain y Alcides Escobar.

En el 2012 fue Moore el que haló en el cambio que trajo a James Shields y Wade Davis a Kansas City, a cambio de Wil Myers, en un cambio con los Rays de Tampa Bay.

No hay duda de que esta versión de los Reales esa una versión pensada y construida por Moore y entregada a Ned Yost en el 2010 para moldearla en un equipo contendor.

El desarrollo del partido del viernes tuvo su nivel de extraño, especialmente si comenzamos a mirar que fue el poder y no la velocidad lo que le dio a los Reales el triunfo.

De hecho, la velocidad fue más o menos tachada por las lluvias y por una buena jugada defensiva de Jonathan Schoop para sacar a Jarrod Dyson en el único intento de robo de base de la noche.

Y si seguimos analizando que, a estas alturas de la postemporada, los Reales siguen invictos, ganando cuatro partidos en entradas extras y en todos ellos con un héroe distinto en realidad solo podemos llegar a la conclusión que los Reales podrían ser el "equipo del destino" en estos playoffs.

O quizás no.

Lo cierto es que hay que quitarse el sombrero ante la paciencia que los Reales han tenido con sus prospectos por la última década, lo que es un testimonio a como un equipo de mercado pequeño logra sobrevivir ante las monstruosas nóminas de los Tigres de Detroit en su División Central de la Liga Americana y de los Angelinos de Los Ángeles, Yankees de Nueva York y Medias Rojas de Boston en el resto de la liga.

Los Reales entraron al 2014 con una nómina de $90.4 millones, la 18va más grande de las mayores, en gran medida porque están cargando el salario de Shields que heredaron en el cambio con los Rays. Por ende, este es un equipo que fue desarrollado en casa y estos jugadores se conocen desde que llegaron al béisbol rentado.

La serie contra los Orioles apenas está comenzando y bajo ninguna circunstancia pueden los Reales pensar que tienen esto gano. Le robaron uno a Baltimore en casa, pero por lo menos por las próximas 15 horas, Moore puede mantener su sonrisa y seguir cosechando lo que se sembró durante su incumbencia.