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Un hueco de mayores proporciones

Los Orioles de Baltimore entraron al Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana con la estrategia perfecta, pero los Reales de Kansas City tenían una mejor respuesta. Y así transcurrió el partido, como una pelea de boxeo, hasta la parte alta de la novena entrada cuando finalmente Alcides Escobar y Lorenzo Cain dieron los jabs necesarios para ganar la pelea por decisión unánime al llevarse el partido por marcador de 6-4 y tomar una ventaja de 2-0 en la serie.

Como era de esperarse de un equipo que ha hecho toda una postemporada atacando primero, los Reales, quienes lideran a sus oponentes anotando 17-6 en las primeras tres entradas en sus partidos en los playoffs, atacaron rápido cuando en la misma primera entrada Eric Hosmer, quien en el primer partido fue silenciado, empujó las primeras dos carreras del juego.

Los Orioles contra-atacaron de manera metódica y en la tercera entrada por fin consiguieron la producción que necesitaban de Adam Jones, quien entró al partido bateando apenas .176 en los playoffs. Fue el cuadrangular de Jones que empató el marcador, 3-3, y mantuvo la esperanza viva en Oriole Park.

Pero al igual que los boxeadores contra-atacan, los Reales sacaron su propia combinación en la cuarta cortesía de Mike Moustakas, quien pegó su cuarto cuadrangular de los playoffs, tras pegar solo uno en sus últimos 163 turnos al bate de la temporada regular.

Y en la quinta entrada los Orioles volvieron a ripostar gracias al 1-2-3 de Alejandro de Aza, Jones y Nelson Cruz, quien impulsó otra carrera en una jugada de selección que anotó a de Aza, pero cuyo exitoso dependió exclusivamente del esfuerzo que Cruz demostró para llegar a la primera base y evitar la doble matanza.

Todo llegó a la novena luciendo a que nos iríamos a otro partido en entradas extras, pero, al igual que en el primer partido, las fisuras del bullpen de los Orioles hicieron acto de presencia.

Darren O'Day abrió la novena permitiendo lo que en ese momento parecía un hit inofensivo al cuadro a Omar Infante, quien convirtió un machucón en un hit con su velocidad.

Y fue en ese momento que el problema más grande que los Orioles enfrentan hizo acto de presencia. Buck Showalter optó por traer a Zach Britton, su taponero por excelencia durante la temporada regular, quien procedió a permitir hits impulsadores a Alcides Escobar y Cain para darle la ventaja definitiva a los Reales.

Britton ha vivido las 24 horas más nefastas de su carrera como profesional. Tras amasar una impresionante campaña con 37 juegos salvados y un ERA de 1.65, sus dos salidas en el ALCS han sido marcadas por los 12 lanzamientos consecutivos para bolas que hizo el viernes y las dos carreras limpias que permitió el sábado. Como muy bien dijo Enrique Rojas en su blog, Kansas City ganó la batalla del bullpen, pero en realidad esto es más un caso de Baltimore perdiendo más que Kansas City ganando.

Si algo tienen en común en estos momentos los Orioles y los Reales es que los abridores no han hecho el trabajo que se esperaba. En el Juego 1, tanto Chris Tillman como James Shields no trajeron su mejor arsenal y en el Juego 2, Bud Norris y Yordano Ventura no pudieron salir de la quinta entrada, poniendo todo el peso sobre los bullpens de ahora en adelante.

El viaje hacia Kansas City va a ser uno difícil para los Orioles, quienes ahora cargan con el peso de perder dos en casa. Al menos tienen la esperanza de adoptar la actitud de los Medias Rojas de Boston del 2004, quienes al sol del hoy son el único equipo en salir de un hueco de 0-3 para ganar una Serie de Campeonato de la Liga Americana, cuando ese año lo lograron ante los Yankees de Nueva York.