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Cowboys con la vieja fórmula

BRISTOL -- Los amantes a lo tradicional deben estar más que fascinados con la forma de jugar de los Dallas Cowboys. Por siempre se ha dicho que el juego terrestre y la defensiva son las dos piezas claves para poder sumar victorias. Dallas lo ha hecho en las seis que lleva en fila.

Podrán llegar nuevos esquemas ofensivos al fútbol americano que revolucionen el juego, algunos con éxito y otros que se esfumen, pero la fórmula no cambia. Correr el balón es la clave. Los Cowboys de ahora es un ejemplo que lo tradicional o las viejas escuelas siguen funcionando, por mucho que haya cambiado el deporte y sus sistemas.

Dallas sumó su sexta victoria en fila para tener un inicio de 6-1, algo que no ocurría desde 2007. La clave en gran parte es la línea ofensiva que ha trabajo para que DeMarco Murray se convierta en el primer jugador en la historia de la NFL en superar las 100 yardas en sus primeros siete partidos de la temporada (Jim Brown sumó seis en 1958).

La efectividad de la ofensiva de Dallas la podemos ver no sólo en Murray o en los números de Dez Bryant o en los de Tony Romo, sino que ahora hay varias armas con las que pueden hacer daño. Hoy en día tienen una ofensiva mejor balanceada. Ese balance es clave en este deporte. Ni las ofensivas llenan estadios, ni las defensivas ganan campeonatos; esas, son frases trilladas, pero la verdadera clave del éxito en el futbol americano es el trabajo en equipo y el BALANCE.

CONVERSIONES DE TERCER DOWN
El juego terrestre de Dallas le abre las puertas al aéreo; le abre las opciones a Romo. Un solo engaño por tierra y tiene más tiempo para lanzar. Las opciones para convertir una tercera oportunidad son muchas cuando se tiene un corredor (Murray) que gana 4.9 yardas por acarreo o cuando se tienen receptores abiertos o alas cerradas que pueden hacer la jugada. Por algo, Dallas es el mejor en la NFL en porcentaje de conversiones de tercera oportunidad en la NFL, con 56 por ciento (en 2013 terminaron con el 35 por ciento para ser el N° 25 de la liga). Contra Giants terminaron con nueve de 14 para un 64 por ciento el domingo pasado.

PRIMER DOWN PARA ABRIR OFENSIVA
De las 27 jugadas que tuvieron los Cowboys en primera oportunidad contra Giants, 23 fueron por tierra con Murray, es decir, el 85 por ciento. Es el porcentaje más alto de un equipo en la presente temporada. Murray sumó 18 acarreos para 92 yardas y un touchdown en primera oportunidad este domingo. La mayor cantidad de yardas por intento que ha conseguido Murray en la temporada, ha sido en primera oportunidad (686). La buena ejecución en el primer down para la ofensiva de Dallas, les permite tener éxito en tercera oportunidad; por algo, Romo terminó 10-10 con siete primeros y diez en tercer down.

ALAS CERRADAS, UN PELIGRO
Una vez que se logra establecer el juego terrestre, el arma más peligrosa en la ofensiva es el ala cerrada. Tony Romo había lanzado nueve pases de anotación en los primeros cinco partidos, ninguno a sus alas cerradas. Pero en las dos últimas semanas, cuatro de cinco pases de anotación han sido a alas cerradas, incluyendo tres a Gavin Escobar (dos contra Giants).

TIEMPO DE POSESIÓN
El juego terrestre trae como consecuencia que se domine en el tiempo de posesión, por lo consiguiente se desgasta a la defensiva contraria y el mariscal de campo rival tiene que pasar más tiempo en la banca. Dallas ha logrado dominar en tiempo de posesión y de paso deja en la banca a su defensiva, que ha sido una unidad, que si bien ha mejorado, no está al nivel de la ofensiva.

El tener el balón en su poder para los Cowboys ha significado puntos en el marcador, yardas por tierra, desgaste de la defensiva contraria, tener casi siempre ventaja en el marcador y contar con una defensiva descansada cuando entra al campo. Dallas es el 2° mejor equipo en la Liga en cuanto a tiempo de posesión se refiere con promedio de 34:43 minutos por partido, contrastando con lo que tenían en el 2013 (29:02), cuando se ubicaron 29° de la NFL.

DATO
Romo y Dez perfectos en la segunda mitad

Tony Romo terminó 9-9 en la segunda mitad contra Giants, lanzando el balón en siete ocasiones a Dez Bryant.

OFENSIVA TOTAL
Pero no sólo se trata de la evolución positiva en el juego terrestre o de los números de Murray, sino de la forma como con un gran trabajo de la línea ofensiva, el ataque ha logrado tener éxito. Dallas sumó su cuarto partido en fila con al menos 400 yardas totales (promedio de 426), esta es la segunda ocasión en la historia de la franquicia que tienen esa marca de yardas totales en por lo menos cuatros juegos en fila (1976, con cuatro). Para alcanzar estos números, significa que Dallas ha sido exitoso tanto por aire como por tierra. El correr el balón abre el juego aéreo.

El simple hecho de correr el balón puede generar todas estas variantes para que un equipo logre una victoria en el fútbol americano. Es la vieja fórmula, es la manera tradicional de ganar en este deporte, es la misma que ha hecho campeones a muchos equipos a lo largo de los años.