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Tampa Bay en una encrucijada por Maddon

Joe Maddon será presentado hoy como manager de los Cachorros Winslow Townson/USA TODAY Sports

Imagínate que estás en una posición de poder con los Tampa Bay Rays y convencido de que los Cachorros violaron las reglas de las Grandes Ligas con la movida por Joe Maddon.

¿Qué haría después?

Los Rays tienen una opción en dos direcciones distintas, ahora que los Cachorros han anunciado oficialmente la contratación de Maddon. La posición en la que están no es muy diferente al lugar donde se encontraba el mánager de Boston John Farrell cuando en abril el lanzador derecho de los Yankees, Michael Pineda, caminó hacia el montículo con resina de pino en el cuello.

Entonces Farrell tenía la opción de simplemente ignorar lo que vio --lo que todo el mundo vio-- con el conocimiento de que una gran cantidad de lanzadores se saltan las reglas escritas. Farrell es consciente de que una gran cantidad de lanzadores se afeitan el antebrazo de la mano del guante y se lo cubren con protector solar o que embarran la parte inferior de las gorras con resina de pino y, en un momento de necesidad, van a ese lugar en su esfuerzo continuo por conseguir un mejor agarre de la pelota.

Pero la violación de Pineda fue tan evidente, tan descarada, que Farrell también tuvo que considerar las consecuencias si no hacía nada. Él luciría como alguien que dejó que su equipo fuera vencido sin luchar.

Sabemos lo que sucedió después: Farrell fue a los árbitros y les pidió que chequearan a Pineda. En consecuencia el lanzador fue rápidamente expulsado.

Desde la perspectiva de los Rays, la forma en que Maddon ha salido debe ser irritante. Horas después del anuncio de la salida de Andrew Friedman a los Dodgers, Maddon se comprometió públicamente a renovar y permanecer con los Rays por un largo plazo; Matt Silverman --quien reemplazó a Friedman a la cabeza de las operaciones de béisbol de los Rays-- comunicó que Maddon sería el mánager para 2015 y que el equipo trabajaría para firmarlo con un contrato a largo plazo.

Los Rays fueron hasta el final. Abrieron las negociaciones con Maddon y le ofrecieron un acuerdo que le garantizaría ser uno de los dirigentes con mejor paga. La sensación dentro de la organización era que las dos partes estaban a punto de un acuerdo.

Entonces, abruptamente, algo cambió días antes de que Maddon optara por terminar el acuerdo.

Algo cambió. Algo que para los Rays probablemente parezca similar a la sustancia viscosa y proscrita en el cuello de Pineda.

Así que si eres Stuart Sternberg, el principal accionista de los Rays, probablemente tengas dos opciones.

Seguir adelante, creyendo que eres la parte agraviada en lo que consideras sea una violación escandalosa de las normas, pero también comprendiendo que sería muy difícil probar que los Cachorros han actuado traicioneramente mientras Maddon estaba bajo contrato. También debería considerar que si logra prevalecer en un cargo de intromisión, la recompensa sería mínima. No importa el resultado de una investigación, la realidad concreta es que Maddon no regresará y la recompensa que las Grandes Ligas le otorgaría probablemente no sería tan grande. Cuando los Rays adquirieron a Lou Piniella de los Seattle Mariners hace más de una década, se dieron por vencidos con Randy Winn, un jugador decente que no era una estrella; cuando Theo Epstein pasó de los Boston Red Sox a los Cachorros, Boston consiguió al pitcher Chris Carpenter (después de meses de regateo), un prospecto de nivel B que hizo ocho apariciones para los Medias Rojas.

Los Rays podrían optar por mirar toda esta situación como una bendición disfrazada: teniendo en cuenta el interés de Maddon en más dinero y de oportunidades en otras partes, es probable que sea mejor para los Rays que puedan contratar a su próximo piloto ahora.

Si Sternberg se mueve, lo haría con el conocimiento de que este tipo de injerencias no es inusual en la industria. Algunos equipos optan por ir a través de los canales apropiados y otros los ignoran.

La otra opción para los Rays es asumir una posición de principio. O sea, pararse en sus trece.

Si los Rays creen que los Cachorros rompieron las reglas y son el ejemplo más reciente de cómo un equipo con movilidad en el mercado usó su poderío financiero para empujar a un lado a uno pequeño, entonces podrían mantenerse firmes y exigir una investigación -- serían aplaudidos, sin duda alguna, por un montón de gente de otras escuadras que creen que esta situación huele muy mal.

A partir de la perspectiva de los Rays, el comunicado de prensa de los Cachorros sobre el despido de Rick Rentería, con la declaración atribuida al presidente Theo Epstein, probablemente da la sensación de que estuvieran creándose una coartada:

"El jueves pasado nos enteramos de que Joe Maddon --que puede ser tan adecuado como cualquier persona en la industria para gestionar los retos que tenemos por delante-- se había convertido en agente libre. Confirmamos la noticia con las Grandes Ligas y ésta se hizo del conocimiento público al día siguiente. Lo vimos como una oportunidad única y enfrentamos un dilema claro: ser leales a Rick o ser leales a la organización. En este negocio de tratar de ganar la Serie Mundial por primera vez en 107 años, la organización tiene prioridad sobre cualquier individuo. Decidimos seguir a Joe".

"Si bien no existe un manual claro de cómo manejar este tipo de situaciones, sabíamos que teníamos que ser transparentes con Rick antes de comprometernos con Joe. Jed voló a San Diego el pasado viernes y le comunicó personalmente a Rick nuestras intenciones de hablar con Joe acerca del trabajo como mánager. Posteriormente, Jed y yo mantuvimos actualizado a Rick por vía telefónica y le informamos hoy que, efectivamente, vamos a hacer el cambio".

"Ofrecimos a Rick otras posiciones con los Cachorros, pero él es libre de dejar la organización y buscar oportunidades en otros lugares. Armado con la experiencia de una temporada exitosa y todas las cualidades que hicieron de él nuestra elección hace un año, Rick, sin duda, hará un excelente labor como mánager de Grandes Ligas cuando tenga su próxima oportunidad".

"Rick dice a menudo que era el beneficiario de la ardua labor realizada por otros que vinieron antes que él. Ahora, en los jóvenes jugadores que ayudó, cosechamos los beneficios de su trabajo duro en la medida que avanzamos. Él se merecía algo mejor y le deseamos todo lo mejor".

Si los Rays creen que los Cachorros afectaron sus negociaciones con un empleado bajo contrato, tienen el derecho de pedir a las Grandes Ligas que investigue el posible contacto entre Maddon y los Cachorros.

(MLB es ciertamente capaz de hacer por lo menos una consulta a nivel de base. En abril la MLB emitió una orden de retención de documentos a los 30 equipos preguntando por los registros telefónicos y correos electrónicos que reflejaran contacto conmigo; MLB dio seguimiento a esa orden inicial con preguntas específicas. La investigación fue vista por algunos en el nivel de equipo como un claro esfuerzo para intimidarlos en silencio con un reportero que no es empleado de la MLB).

Si los Rays creen los Cachorros engañaron y piden una investigación, ellos tendrían al menos que enviar el mensaje de que no van a simplemente mantenerse al margen y dejar que sean tirados a un lado sin dar pelea. Desde la perspectiva de los Rays, esto podría ser un negocio, y no personal, como Farrell caminando a los árbitros y diciendo: ¡Eh, Pineda no me deja otra opción que pedirles que comprueben la sustancia que tiene en su cuello.

Imagina que estás en una posición de poder con los Rays: ¿Qué ruta tomarías? ¿Seguirías adelante o pedirías una investigación?