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Medio lleno, medio vacío: Nelson Cruz

Queda por ver si Nelson Cruz atrae más interés en este invierno que en el anterior. Rick Osentoski/USA TODAY Sports

Continuamos con nuestra serie de vaso medio lleno, medio vacío con Nelson Cruz. El jardinero/bateador designado está en la misma posición en la que estuvo la temporada pasada, en la que recibió una oferta calificada de su equipo, la rechazó, y se fue a la agencia libre. La diferencia es, que el año pasado nadie lo quería. Luego de rechazar la oferta de $14.1 millones de los Vigilantes en noviembre pasado, Cruz - que en ese entonces tenía 33 años y venía de una suspensión de 50 juegos por estar involucrado en el escándalo de Biogenesis - no firmó contrato hasta luego de comenzar los entrenamientos primaverales. Finalmente aceptó un contrato de una temporada y $8 millones con los Orioles el 24 de febrero.

Entonces Cruz lideró las Mayores con 40 jonrones, remolcó 108 carreras, y terminó séptimo en la votación del JMV. Es un año más viejo, pero esta vez debe recibir más de $8 millones.

¿Valdrá el contrato de tres años y $48 millones que proyecta Jim Bowden que va a recibir? Miremos ambos lados de la moneda.

MEDIO LLENO

En el 2014, el promedio de jonrones para un equipo en Grandes Ligas fue de 140. En el 2009, ese promedio fue de 168. Hace una década atrás, fue de 182. En otras palabras: el poder está escaso en estos días, cada equipo quiere conseguirlo, y Cruz lo tiene.

Sí, esos 40 jonrones son la cifra máxima en su carrera - y son 13 más que los que conectó en el 2013. Pero ese total del 2014 no fue demasiado exagerado en comparación con los promedios en su carrera. Desde el 2009, cuando Cruz se convirtió en jugador regular con los Vigilantes, hasta el 2013, promedió 35 jonrones por cada 162 juegos mientras tuvo números de .272/.331/.511. En 2014, participó en 159 juegos y conecto 40 bambinazos, mientras tuvo números de .271/.333/.525. Fue el mismo bateador en el 2014 que ha sido siempre; solo jugó en una temporada completa y tuvo algunos cuadrangulares adicionales.

Cruz tuvo que batallar con algunas lesiones en la parte inicial de su carrera, pero jugó en 159 partidos en el 2012, 109 juegos (debido a su suspensión de 50 juegos) en 2013, y luego 159 más en el 2014. Y antes de que atribuyan su explosión de poder en el 2014 a la ventaja de batear en el cómodo Camden Yards, noten que 25 de sus jonrones en la pasada temporada fueron como visitante.

Cuando un jugador llega a la edad que tiene Cruz, uno se preocupa por un descenso en la velocidad de su bate. Pero él todavía puede castigar bien la pelota. Bateó .324/.389/.644 ante las rectas en el 2014 - bueno para tener el quinto mejor wOBA en las mayores - con 23 jonrones. Como indica el mapa de zona caliente mostrado abajo, Cruz tuvo tendencia a atacar más las rectas bajitas. En esta era, cuando a los lanzadores les gusta lanzar más la pelota a las rodillas, el poder conectar ese pitcheo bajito con consistencia es una habilidad particularmente valiosa.

En cuanto a las preocupaciones por la defensiva de Cruz, las mismas podrían estar un poco sobreestimadas. Dividió su tiempo entre los jardines y el puesto de bateador designado con los Orioles, pero sus estadísticas defensivas en el 2014 fueron positivas: tuvo un más-3 en carreras salvadas por la defensa (DRS). En esa misma estadística en el 2013 tuvo un menos-3. Sí, en el 2012 tuvo una malísima temporada en esa estadística con un menos-12, pero esa temporada sobresale como una especie de aberración.

En cuanto a la suspensión del 2013 por PED, recuerden que eso fue por violar la política antidopaje de MLB durante la temporada baja 2011-12. La explicación de Cruz fue que había perdido 40 libras de peso por un virus estomacal y quería tener su fuerza de vuelta para la temporada. Aunque uno nunca puede saber lo que un jugador hace o deja de hacer, no hay nada en su record estadístico que sugiera que Cruz recibió un impulso sostenido por uso de PEDs. Yo veo eso ahora como algo sin importancia.

MEDIO VACÍO

Hay una razón por la que Cruz no tuvo mucha demanda en la pasada temporada baja - y no fue por culpa de la suspensión. Es que él es en gran medida un jugador unidimensional, un jugador con algo de poder que tiene un porcentaje de embasamiento mediocre (excepto por esa temporada casual en el 2010, cuando tuvo porcentaje de .318) y que tiene una defensiva por debajo del promedio. Considerando que va a cumplir 35 años en julio próximo, su defensiva solo va a ser más considerada como un problema. Con eso en mente, probablemente solo tenga valor para un equipo de la Liga Americana que juega utilizarlo como bateador designado por lo menos parte del tiempo.

Y la verdad es que su temporada 2014 fue algo atípica. Su WAR de 4.7 fue el más alto de su carrera; del 2001 al 2013, su WAR promedio fue de 1.4. ¿Van a creer más en una muestra de una sola temporada o en un historial de tres temporadas? Probablemente Cruz vuelva a ser un jugador con WAR de 1.5, lo que lo hacer merecedor de $9-10 millones por temporada en vez de $16 millones.

Además, existe la posibilidad de que él colapse y por ende tenga menos valor. Quizás no suceda en el 2015, pero la historia de jugadores de su calaña no sugiere una curva positiva de envejecimiento.

Entre los jardineros/designados desde 1980 que comenzaron la temporada a los 33 años, el WAR de 4.7 de Cruz lo ubica en el puesto 17. Casi todos los jugadores por encima de él eran atletas superiores o defensores superiores, con la excepción de Edgar Martínez (un bateador mucho más valioso que Cruz) y Jim Rice. Rice tuvo un WAR de 5.6 en 1986, a los 33 años. Fue su última buena temporada. Desde sus 34 hasta sus 36 años, tuvo un WAR de 0.0.

Para ver un ejemplo más reciente, les hablaré de Josh Willingham. En 2012, a los 33 años, Willingham bateó 35 jonrones para los Mellizos, con un OPS ajustado un poco más alto que el de Cruz. Al igual que Cruz, tenía poco valor defensivo. Entonces Willingham bateó .211 con 28 jonrones en las pasadas dos temporadas - y se retiró al final de la pasada campaña a los 35 años.

Es posible que a Cruz le queden algunas buenas temporadas en su bate. Pero ¿les gustaría apostar $16 millones por temporada sobre eso?

¿Qué piensan ustedes? ¿Vaso medio lleno o medio vacío sobre Cruz?