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Parecido pero diferente

BUENOS AIRES -- A la hora de analizar lo ocurrido en las primeras 16 fechas del campeonato italiano de fútbol, mejor conocido como el Calcio y por nosotros definido como "el torneo más difícil del mundo", nos encontramos con una evidencia difícil de ignorar: volviendo a leer lo que escribimos en la misma época de 2013, podríamos aparentemente resolver la tarea con el simple recurso del "copy and past".

En efecto, casi nada parece haber cambiado en estos 12 meses, comenzando por la tabla: 1º Juventus, 2º Roma y 3º Nápoli (si bien en este 2014 en condominio con Lazio y Sampdoria).

También había un único sobreviviente en Champions League (entonces Milan, ahora Juventus), mientras que ha mejorado sensiblemente la performance en Europa League, con todos los representantes italianos (4) promovidos a la fase de eliminación directa.

Pero los parecidos son simplemente formales, porque mucho ha cambiado en estos 12 meses. Por lo pronto, este es un torneo que hunde sus raíces en la catástrofe mundialista, con Italia eliminada por segunda vez consecutiva (no ocurría desde 1966) en la fase de grupos y las consecuentes renuncias del DT Césare Prandelli pero también del presidente federal, Giancarlo Abete.

Más allá de los cambios en el poder, el hecho es que este campeonato comenzó con una gran diferencia: quizás por primera vez en muchas décadas, el Calcio se dio cuenta de que había salido de la "nobleza" futbolera mundial.

Si no hubiese sido suficiente lo ocurrido en Brasil, el mercado se encargó de ratificarlo, con los mejores italianos (Immobile, máximo anotador, Balotelli, Cerci) que se fueron a jugar al exterior. Quedó, como definición impiadosa, el tweet de la novia de Cerci comentando el pase al Atlético de Madrid: "Ciao Calcio, nos vamos al fútbol que cuenta...".

¿Cómo reaccionó el Calcio a todo esto? El balance de estas primeras 16 fechas, un 40% abundante del torneo, es bastante contradictorio, lo cual nos obliga a proceder con extremo cuidado y analizar por partes.

Ya dijimos de la mejor performance de los italianos en Europa: con Roma, que baja de la Champions luego de disputar un grupo muy complicado (y manteniendo chance de clasificación hasta el último partido), serán cinco los italianos en Europa League, a frente de los tres anteriores.

Probablemente, todos se dieron cuenta de que la Europa League no es un torneo que se pueda despreciar, máxime porque, desde esta temporada, el ganador podrá acceder a la Champions más allá de su ubicación en la tabla final de la Liga. Lo cual, en el tiempo, ayudará a que Italia recupere la plaza perdida en Champions.

Con respecto al frente interno, sigue sin solucionarse el problema más grande, es decir el poco especio que encuentran en el torneo los jugadores italianos. El colmo se vio en el partido Hellas vs. Fiorentina del 23 de noviembre: de los 14 jugadores que empleó Vincenzo Montella, ninguno era italiano, y de los 28 que bajaron a la cancha, sólo dos (Toni y Agostini) lo eran.

Más en general, Juventus empleó un 44% de italianos, Milan un 41%, Roma un 33%, mientras que Nápoli, Inter y la ya citada Fiorentina estàn entre un desastroso 11 y 12%. En total, a final de año nos encontramos con un 42,3% de italianos a frente del 57,7% de extranjeros.

Se trata de un problema que desde hace tiempo acosa al fútbol inglés, que por algo no cosecha resultados a nivel de selección. Por lo tanto, es hasta demasiado fácil trazar un paralelo entre esta situación y los magros resultados de la Azzurra en los dos últimos Mundiales.

Vayamos ahora al torneo. Juventus "digirió" sin problemas el cambio de entrenador y el inevitable síndrome de "panza llena", luego de tres Scudetti consecutivos: la Vecchia Signora sigue líder en el Calcio y, esta vez, logró el pase a los octavos de final de Champions.

Más en general, todo el mundo le reconoce a Massimiliano Allegri haber logrado la difícil tarea de mantenerse en los resultados, pero jugando un fútbol más internacional y seguramente más atractivo que su predecesor.

Con respecto a Roma, Rudy García logró el difícil cometido de mantenerse, que es difícil en todo lado pero en la capital roza lo imposible. Muy por el contrario, los giallorossi redujeron la desventaja (la actual es de 3 puntos, a final de 2013 era de 5).

Además, esa desventaja es producto de un enfrentamiento directo (en la temporada anterior aún no se había disputado) que fue claramente falseado por un pésimo arbitraje, algo que García recuerda cada vez que indica a su equipo como gran candidato al título. De hecho, en la carrera del francés, los segundos años siempre fueron los mejores: veremos si logra cumplir con la regla en esta temporada.

El gran cambio está en las posiciones intermedias: tabla a la mano, entre los 27 puntos de los ya citados terceros y los 21 del onceavo Inter, hay nada menos que nueve equipos en condiciones de luchar por las plazas europeas, con particular atención a la pelea por la tercera posición y su suspirado pasaporte para los preliminares de Champions.

En esa lucha, sin dudas jugará un papel importante el compromiso europeo, que inevitablemente en febrero quitará energías preciosas. Todo deja pensar que esta batalla se mantendrá abierta y apasionante hasta el final, con la esperanza que algún italiano pueda ganar la Europa League y, por lo menos por una temporada, permita volver a tener cuatro representantes en la próxima Champions.

Un pequeño párrafo para los dos equipos milaneses. En la tabla por "ciudades", Roma está primera con 63, Turín segunda con 56, Genova tercera con 53; Milán, con sus 46 puntos, logra ubicarse delante sólo de Verona (33), representada por los débiles Hellas y Chievo.

Milan, con Filippo Inzaghi, comenzó un nuevo proyecto y, si bien lentamente, los resultados comienzan a llegar. Inter, en cambio, truncó con el ciclo Mazzarri y le entregó a Roberto Mancini un plantel muy poco apto para su tipo de juego. Con todo, ambos necesitarán por lo menos de un año más para soñar con ser competitivos, nacional e internacionalmente.

Con respecto al descenso, la crisis de Parma es impresionante, máxime considerando la brillante campaña anterior: ahora llegaron nuevos dueños, veremos si el plantel responderá al cambio con mayor actitud. También en este rubro, es realmente difícil encontrar los máximos candidatos, más allá del hecho que, tradicionalmente, el que termina último en la primera rueda, al final acaba perdiendo la categoría.
Por el resto, todo está en mano de Liga y Federación: por lo pronto, parece positivo la nueva regla que obliga a planteles de máximo 25 profesionales, de los cuales 4 formados en las inferiores del club y otros tantos formados en las canteras nacionales.

Positiva pero no suficiente: habrá que rápidamente achicar los torneos (Serie A a 18 y Serie B a 20), rediseñar los calendarios para darle mayor espacio a la Azzurra y pensar también en una selección más rigurosa de los extracomunitarios, como ya desde hace tiempo se hace en la Premier League.

En estos tiempos de crisis exonómica y social, hablar de estadios nuevos parece una locura, pero Milan y Roma están a un paso de darle vidas a sus proyectos, siguiendo las huellas de Juventus, que demostró con los hechos la importancia de este rubro. Ojalá en 2015 otros proyectos se sumen.

En suma, el Calcio vive un momento de transicción, pero aún así está en condiciones de apuntarse éxitos deportivos, económicos y organizativos. Esperemos que no se pierda la memoria, como ocurrió en el pasado, y se siga trabajando para que "el torneo más difícil del mundo" vuelva a brillar como un tiempo.