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El América vs. el América... ¿Quién ganará?

Espectacular, avasallador, poderoso, infranqueable. Las expectativas son muy altas en Coapa. El América no solo debe defender su campeonato también debe hacerlo jugando mejor de lo que lo ha hecho hasta ahora. ¿Rivales? ¿Tendrá realmente una dura oposición en la cancha después de los jugadores y el entrenador que ha traído? Parece difícil responder a ello. Este América más bien parece destinado a pelear contra sus propios "fantasmas", contra los de un equipo que alcanzando la gloria jamás se sintió dueña de ella. Es el América versus el América. ¿Quién ganará?

LOS ANGELES, CA.- Las expectativas se caen de maduras desde el árbol de las ilusiones que se ha plantado sobre los campos de Coapa. El América no sólo debe jugar para defender el campeonato que logró apenas en diciembre, también, debe hacerlo acorde al entrenador y a los jugadores que ha traído. El que lo quiere, el que lo odia y hasta el que lo respeta, espera un América espectacular, avasallador, poderoso, infranqueable. Un América perfecto.

Yo no veo, hasta cierto punto, que ninguna pieza este fuera de su sitio. Un equipo grande, con una responsabilidad pasional, con un pasado legendario que debe responder en la presión. Lo que suena extraño es que se hayan producido una serie de cambios en un conjunto que no presentaba, en apariencia, ninguna clase de problema, que había tenido números sanos y un comportamiento eficiente en cuanto a resultados. Pero me viene a la mente la última ocasión en que este mismo América cambió de entrenador y de rumbo. El propio Antonio Mohamed decía que era extraño llegar a un sitio donde su predecesor se había marchado entre los vítores de la tribuna y que ello le obligaba a hacer mejor su trabajo. Lo mismo podría estar pasando dentro de la mente de Gustavo Matosas.

El América lo tiene todo: dinero, directiva, un entrenador, un plantel vasto y poderoso, con futbolistas probados ya en la escena competitiva del futbol mexicano. Nadie puede ni debe fallar en este proceso que pretende apuntalar al mejor equipo del torneo. ¿Rivales? Sí, debe tenerlos, algunos de ellos, alentados más por la parte emotiva que por una condición deportiva, futbolística real para hacerles frente.

Digamos que algunos equipos se han reforzado con elementos de calidad, pero ninguno de ellos, ni los "ricos" de Monterrey, ni el siempre voluntarioso Santos de Caixinha, ni el Cruz Azul de las eternas fintas, ni el Pachuca o el León parecen en condiciones reales para plantarse con solidez ante este América.

Buscar, hurgar en la Liga a la búsqueda de un "valiente" o de un "héroe" que pueda plantarle competencia al América en el "campo de batalla" promete ser una tarea por demás complicada. Me parece que el secreto del torneo podría estar en el propio América, en la manera en la cual Matosas sea capaz de ofrecernos un equipo que se apegue a las condiciones por las cuales fue traído a esta institución y que tampoco, se aleje, de la casi "rutina" de ganar partidos y puntos que estableció el "malogrado" y al mismo tiempo "afortunado" régimen de Mohamed.

El América necesita de un paraje casi perfecto: jugar bien, bonito, golear, ganar, atropellar a sus rivales. Eso, al menos, es lo que vende la expectativa de su inversión de casi 30 millones de dólares a un equipo que todavía mantiene los aromas íntimos de un campeón.

Mas allá del "bendito" equilibrio o la irregularidad que el futbol mexicano suele presentar torneo a torneo, esta vez, no parecen existir las condiciones para que alguien o algo se interponga en el camino del América. Yo creo que más bien será una batalla del América contra el propio América, por jugar mejor, por mantenerse con una condición sana en términos estadísticos y por convencer a sus propios aficionados. El América saldrá al campo este sábado a jugar contra sus propios "fantasmas", contra los de un equipo que alcanzó la gloria sin tenerla y que busca, de alguna u otra forma, una perfección que en el futbol no existe.