Hay, como en muchos aspectos de la vida, formas diferentes de ver, de entender y de actuar alrededor de una crisis deportiva y social como la que enfrenta uno de los clubes más emblemáticos en la historia del futbol mexicano. La primera, la más recurrente, indica en dirección hacia un paraje de penas y lamentaciones y la otra destaca que tiene un entrenador de experiencia, un plantel con jugadores capaces y la oportunidad en 16 fechas de regularizar sus números y alejarse de la zona del descenso. ¿Qué camino escoge Chivas?
LOS ANGELES, CA.-- Hay varias maneras de ver, de sentir y de calificar el presente y el futuro de Chivas.
Una manera es buscar en el camino positivo. Tengo, al fin, buenas noticias paras Chivas: no hay nadie detrás de ellos, no hay forma de estar más abajo, han tocado fondo en lo deportivo y si le agregamos un clima externo enrarecido, donde todos parece hecho o dispuesto para perjudicarles, el panorama aún es peor. Pero no se trata de ninguna hazaña, de ninguna clase de misión imposible. Simple y sencillamente, tiene que empezar a ganar puntos en la cancha y recuperar la fisionomía que alguna vez tuvo como equipo de futbol.
El segundo es más complejo aún. Incluye drama y angustia. Pobre, Chivas. Su historia, su tradición, su legado como equipo de futbol, su imagen con un vínculo social no merece nada de lo que finalmente está sufriendo. Pobre, Chivas, porque no hay forma de que esto sea para bien cuando se está arrastrando su propia leyenda. Pobre, Chivas, porque Chivas es más importante que 11 futbolistas en la cancha, que 'El Chepo', que Néstor, que Vergara, que la señora Angélica y que Omnilife. Pobre, Chivas, porque Chivas es más grande que el 1.0233 que lo marca y sentencia en la tabla porcentual.
¿Qué camino escogemos para entender y valorar lo que le está pasando a Chivas?
No terminaba aún de digerir el irrefutable hecho de que por primera vez en la historia es el último en la tabla del descenso cuando aparecieron de pronto los rumores sobre su estabilidad dirigencial, económica y sobre una posible venta. Un grupo de futbolistas que está trabajando y luchando por encontrar el nivel adecuado no necesita en este momento informaciones contradictorias sobre el futuro mismo de la institución. Lo que se genera, la verdad y aún la mentira, a raíz del anuncio de una asamblea de socios para comprar, vender o transferir acciones no beneficia al equipo en pleno inicio de campeonato.
A pesar de que el clamor popular indica hacia otra dirección y que mucha gente cree que los problemas de Chivas se resuelven a partir de un cambio de dueño, Jorge Vergara ha sido claro hasta ahora en ese tema: El equipo no se vende. El otro panorama que nos ha pintado de manera muy coherente es el bienestar económico que acompaña a la institución más allá de sus penurias en el área deportiva. Chivas es uno en la administración y otro en la cancha. De acuerdo con informaciones extraoficiales, es uno de los equipos más ricos del continente americano y su nombre e imagen siguen generando --insisto, a pesar del desastre deportivo-- grandes intereses económicos. La última muestra de ello fue la inversión de más de 100 millones de pesos que Chivas realizo por Isaac 'El Conejito' Brizuela.
Vergara no vende y el equipo no tiene problemas económicos. Lo demás, según entiendo, surgen de los muchos rumores que se crean e inventan alrededor de un equipo "grande" y complejo como lo es Chivas.
Hay muchas formas de ver a Chivas. Una indica en dirección a un paraje de penas y remordimientos y la otra habla de trabajar, de correr y de pelear en el campo. Tampoco se trata de una "hazaña" mantenerse en la categoría. Tiene un entrenador de experiencia y de prestigio y un buen plantel de futbolistas para lograrlo y tiene, además, la bondad del siempre irregular futbol mexicano que seguramente le brindara "socios positivos" --por así llamarles-- en la lucha por no descender. Sigo pensando que Chivas es más grande que sus propios problemas.
@Faitelson_ESPN