Incluso al juego, a sus protagonistas, al legendario Brady, el imponete Wilson, al bestial Lynch o al fantastic Gronkowski. El Superbowl está por encima de la NFL, de sus reglas, de su juego brusco, violento, de sus desplantes e incluso de la poca universalidad que tiene el deporte. El Superbowl es el evento de los eventos, envidia de muchos y la muestra de que en un juego se puede ofrecer muchas cosas: emoción, morbo, drama, papas fritas, un auto de lujo, una cantante pop de moda y lo que su imaginación alcance a lograr...
LOS ANGELES, CA.-- Increíble e irónicamente, hace ya algún tiempo que el juego dejo de ser lo más importante.
Ni los jugadores, ni los entrenadores ++algunos de ellos, por cierto, grandes atletas y futuros miembros del Salón de la Fama++ ni la Liga como tal, ni el deporte parecen estar al nivel de un evento llamado Superbowl. La cita del domingo es inevitable, para aquellos que les gusta el futbol americano e incluso para aquellos que podrían estar viendo su único partido del año. Es casi una moda y aquel no es parte de ella, está atrasado, no existe y corre el hasta riesgo de alejarse de una identidad y de un círculo social. Lo que pasa alrededor del juego es tan importante como la actuación del quarterback de los Patriotas, Tom Brady o la del corredor de los Halcones Marineros, Marshwan Lynch. El evento de los eventos ha dejado al deporte rezagado y se encargado de generar todo un fenómeno alrededor de la final de una Liga de un país.
Y puede que, evidentemente, sobre el campo estén los dos mejores equipos de la temporada, llenos de grandes virtudes ofensivas, defensivas, inteligencia, suspicacia y hasta trampa como han sugerido las ultimas polémicas, pero es tal el desarrollo de este evento que el éxito esta garantizado incluso antes de la patada inicial que se dará entre mensajes de papas fritas, automóviles de lujo y un precio que raya los ridículos 4.5 millones de dólares por 30 segundos de espacio televisivo. Han creado la mezcla perfecta, entre lo que necesita el deporte, lo que requiere la audiencia y lo que todo mundo consume: emoción, expectación, sueños, triunfo, derrota, cierto morbo y el deseo insaciable de consumir.
El Superbowl es hoy la envidia de cualquier evento deportivo. Nada ha alcanzado esos niveles de protagonismo para un juego escasamente conocido en el mundo, de ninguna manera con un carácter universal y donde se incluyen parajes de evidente violencia que podrían alejar a algunos de su gusto. Un juego que además parece haberse creado exprofeso para la televisión. Luce más espectacular e impactante a través de la pantalla de televisión que en el propio escenario de juego. El Superbowl ha logrado, insisto, que mucha gente olvide el juego y lo catalogue como un espectáculo completo.
Pero sobre el campo del Estadio de la Universidad de Phoenix habrá también espacio suficiente para medir las condiciones atléticas y mentales de dos grandes equipos. Los Patriotas llegan como ligeros favoritos, aunque enfrente tendrán al campeón defensor de la NFL. Tom Brady juega su sexto Superbowl, buscará su cuarto anillo para emparejar su nombres juntos al de leyendas del juego como Joe Montana y Terry Bradshaw. Y Los Halcones Marinos quieren volver a demostrar, como lo hicieron hace un año ante los Broncos de Denver de Peyton Manning, que la fortaleza en equipo dentro del juego y más en este deporte esta y estará siempre sobre cualquier figura individual. Tienen a un quarterback ++Russel Wilson++ que no parece quarterback pero que tiene números para pensar que se transformará, con el tiempo, en una leyenda. Tienen un corredor bestial como Lynch, controvertido fuera del emparrillado, pero casi imposible de detener cuando aprisiona el balón contra su cuerpo y mueve las piernas.
Y para aquellos a quienes no les apasiona demasiado Brady, Wilson, o las tácticas de Belichik, estará Cathy Perry en el espectáculo de medio tiempo, una artista con más 60 millones de seguidores por el twitter.
El "Superdomingo" del Superbowl esta aquí, increíble y paradójicamente, con el juego siendo, quizá, para algunos, lo menos importante de la jornada...
@Faitelson_ESPN< /p>