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Cuba y Puerto Rico tienen la presión

SAN JUAN, Puerto Rico -- Por diferentes razones, Cuba y Puerto Rico son los dos equipos con más urgencia de ganar la Serie del Caribe del 2015, pero los resultados de la primera jornada aumentaron notablemente el grado de dificultad de la empresa que enfrentan las islas que son "de un pájaro, las dos alas", según describiera magistralmente Lola Rodríguez de Tió, poetisa nacional de la Isla del Encanto.

Los Tomateros de Culiacán mexicanos derrotaron dos por una a los Vegueros de Pinar del Rio cubanos, mientras que los Caribes de Anzoátegui venezolanos superaron 5-2 a los Cangrejeros de Santurce locales, el lunes, en la fecha inaugural del primer clásico caribeño en San Juan en 16 años.

El martes, Cuba enfrentará al debutante Gigantes del Cibao de República Dominicana y Puerto Rico a México. Independientemente de que todos los equipos entraron al torneo con la meta fija de salir campeones, ninguno de los otros tiene más prisa por ganar que los cubanos y boricuas.

Cuba, que regresó el año pasado a la Serie del Caribe tras una ausencia de medio siglo, trajo a San Juan una versión súper reforzada de Pinar del Rio, el campeón de la Serie Nacional 53, con el propósito de borrar la imagen que dejó el 1-3 de Villa Clara en Isla de Margarita, Venezuela.

Básicamente, el equipo de Cuba que está jugando en Puerto Rico es el mismo que ganó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de Veracruz el otoño pasado y la base del que estará en el torneo Premier 12 del próximo noviembre y posiblemente en el Clásico Mundial del 2017. Con toleteros como Alfredo Despaigne, Yulieski Gourriel y Frederich Cepeda, la ofensiva es la marca registrada del combinado antillano.

"En el roster, nuestro equipo es ofensivo, pero en el terreno no pudimos conectar", dijo el manager Alfonso Urquiola, después de la derrota ante Culiacán. "Si no ejecutas en el terreno, es lo mismo a no tener la ofensiva", agregó el capataz.

Por otro lado, las expectativas que tiene el pueblo cubano con sus equipos de béisbol que salen a jugar en el exterior son las más altas de todo el mundo. "Lo más importante no es ganar, sino competir" no es exactamente una frase que se ajusta a la misión de los integrantes de la gloriosa selección nacional.

"El equipo irá haciendo los ajustes. Uno no quiere perder, pero hay que darle crédito al rival", dijo Urquiola. "Para el segundo juego, el equipo estará más adaptado y más consciente. Los juegos apretados hay que jugarlos físicamente, sino, te cuesta caro".

"Tuvimos oportunidades, pero no las aprovechamos. Todos los desafíos son importantes, pero los Caribes lanzaron mejor de lo que esperábamos", dijo Eduardo Pérez, el manager de Santurce, que solamente consiguió cinco hits contra cuatro pitchers de Anzoátegui.

Para Puerto Rico, la urgencia es por motivos diferentes a los de Cuba . Además de que los equipos puertorriqueños no ganan un título en 15 años y no celebran en casa desde hace exactamente dos décadas, eternamente, el local está prácticamente obligado a arrancar bien para mantener el interés del público que asiste al parque y ve los juegos por televisión.

Haber llegado segundo en el Clásico Mundial de Béisbol del 2013 y disputar la final de la Serie del Caribe del 2014 se citan como puntos claves en el revivir del béisbol boricua, que tocó fondo en el invierno 2007-08, cuando canceló su campeonato por primera y única vez en 77 años de historia.

Que Santurce al menos se asegure un puesto en la gran final del domingo, sería una forma de mantener la espiral ascendente de la pelota local. Pero si por el contrario el equipo de Pérez sale de competencia en los primeros tres encuentros, es muy probable que los aficionados desaparezcan de las gradas del Hiram Bithorn por el resto del campeonato.

La buena noticia, tanto para Cuba como para Puerto Rico, es que cuatro de los cinco competidores, el 80%, avanzará a las semifinales del sábado.

"Estoy bien consciente de eso y sabemos lo que tenemos que hacer. Mis jugadores también lo saben", dijo Pérez sobre la misión de evitar caer a 0-2. "El martes voy con Joel Piñeiro, una carta de triunfo, para tratar de emparejar el récord", agregó.

"Debemos olvidar el primer juego y enfocarnos en los siguientes. Es la forma de enfrentar estos torneos cortos", dijo Urquiola.