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Inocente hasta que se demuestre lo contrario

EFE

La situación es delicada para Javier Aguirre y promete serlo más mientras avancen las investigaciones de la fiscalía en España. El amaño de partidos, de la corrupción es un tema muy perseguido en el futbol europeo y los imputados afrontan una situación muy delicada. Aguirre tendrá que defender ahora. Ante la justicia, lo que hizo en la cancha como futbolista y entrenador porque su legado puede terminar siendo profundamente perjudicado...

LOS ANGELES, CA.-- Me gustaría hacerlo. Estuve tentado, me contuve, aprisioné las manos, contuve el aliento y cerré los ojos. Quiero meter las manos al fuego por él, estoy tentado a hacerlo. Quiero y no puedo. Puedo y no quiero. La situación es delicada.

Primero está en juego lo más importante de todo: su credibilidad, como persona, como hombre y como padre de familia. Luego, una reputación ganada poderosamente en las canchas como futbolista y como entrenador y al final del día, una condición donde podría, incluso, perder su libertad.

En mi percepción de Javier Aguirre, de lo que es, de lo que significa, de lo que logró, de lo que estableció en las canchas y fuera de ellas, de lo que yo anhelo y rezo para que sea, es que él es y debe seguir siendo inocente hasta que se pruebe lo contrario.

Las insinuaciones apresuraron las decisiones esta mañana en Tokio. Parte de ello, seguramente, fue tomado en cuenta por las autoridades de la Federación Japonesa para tomar la decisión de rescindir su contrato y parte también por lo que significó el fracaso de la Copa asiática. Pero el principal asunto sigue siendo lo que sucedió o dejó de suceder en la agonía del campeonato español del 2010-11, con aquel sospechoso juego entre el Zaragoza y el Levante. Las acusaciones de la fiscalía en España son serias y prometen llegar hasta las últimas consecuencias. El amaño de partido, la corrupción alrededor de las ligas ha sido uno de los temas más perseguidos en la historia moderna del futbol europeo.

Conocí a Javier Aguirre cuando su carrera expiraba en las canchas y se perfilaba para ser el entrenador que todos conocemos hoy. Hombre de una sola pieza, intachable, honró siempre a su profesión, entregó hasta la última gota de sudor, sacrificó lo que tenía que sacrificar para generarse una gran carrera como jugador. En la cancha y fuera de ella, sus amigos siempre hablaron bien de él y sus enemigos le guardaban respeto. Tenía y tiene el poder mental de un líder que jamás haría algo para deshonrar a sus dirigidos y a aquellos que confiaron en él.

La fiscalía en España está lista para atacar., Todas las pruebas están contra Aguirre, contra los futbolistas del Zaragoza y del Levante implicados en aquel juego, pero el proceso tendrá que contar con desahogo de pruebas y la posibilidad de que los imputados se defiendan. Hace apenas unos cuantos meses, coincidí con Aguirre en Pachuca, el mismo día en que su figura fue elevada al Salón de la Fama del Futbol y en ese momento lo vi tranquilo, motivado por la posibilidad de dirigir en Japón y no muy consciente de lo que empezaba a suceder en España.

Es una pena lo que ha sucedido hoy. Habrá que esperar. Para mí, o al menos en mi corazón, Javier Aguirre es y seguirá siendo inocente hasta que se compruebe lo contrario. Quiero meter las manos al fuego por él, estoy tentado a hacerlo. Quiero y no puedo. Puedo y no quiero.

@Faitelson_ESPN