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Listos para el salto: Padres de San Diego

Cuando cayó el último out de la Serie Mundial pasada, con todo y que los Gigantes de San Francisco se coronaron campeones, los Dodgers de Los Angeles seguían siendo, en el papel, favoritos para dominar la división Oeste de la Liga Nacional en el 2015.

Pero pasó el invierno y hubo cambios en la balanza, al punto que los Padres de San Diego, que terminaron el 2014 con récord perdedor de 77-85, lucen listos para dar el gran salto en el 2015.

Nuevas caras llegaron a San Diego, que renovó todos sus jardines y ahora los tres que fueron titulares un año atrás pelearán si acaso por un puesto entre los reservistas.

Wil Myers, Matt Kemp y Justin Upton deben ocupar las praderas de derecha a izquierda, respectivamente, para reforzar una ofensiva que fue la menos productiva de todas las Grandes Ligas en el 2014, con apenas 535 carreras producidas y promedio colectivo de .226.

Con la llegada de este trío, el mexicano Carlos Quentin, Will Venable y Cameron Maybin se convierten en prescindibles y alguno de ellos podría ser material de cambio para reforzar alguna necesidad del club.

Otro nuevo rostro es el del cátcher Derek Norris, quien en su tercera campaña en las Mayores ya participó en su primer Juego de Estrellas y que tiene calibre para reforzar la alineación de los Padres.

El cubano Yonder Alonso tiene segura la custodia de la inicial, aunque junto con el recién llegado Kemp, necesita que la salud lo acompañe para rendir todo lo que de él se espera.

Las dudas están en las otras tres posiciones del infield, incluido el campocorto, que al parecer ocupará en principio el veterano Clint Barmes, haciendo combinación alrededor de la intermedia con el venezolano Alexi Amarista, seguro en la defensa, pero bastante débil con el madero.

Otro venezolano, Yangervis Solarte, estará disputándose la antesala con el novato Cory Spangenberg, sin descartar a Will Middlebrooks, quien podría estar viendo su última oportunidad en Grandes Ligas, tras el retroceso sufrido en sus números.

Ante los sempiternos problemas de salud de Josh Johnson, un hombre que cuando está sano es uno de los mejores lanzadores de todo el béisbol, la gerencia salió a buscar un líder para el staff de abridores y lo encontró en James Shields, firmado en la agencia libre hasta el 2018 por 75 millones de dólares.

Tras nueve temporadas en la Liga Americana, la carrera de Shields podría recibir un impulso notable al pasar al menos ofensivo viejo circuito.

Ian Kennedy resurgió en el 2014 y lo mismo se espera de Johnson, quien no lanzó una sola pelota el pasado año, en el que se comió ocho millones de las arcas de San Diego.

A los 31 años, Johnson entra en la última temporada de su contrato y necesita renacer si aspira a un nuevo pacto multianual en el futuro.

Otro veterano que busca relanzar su carrera con los Padres es el diestro Brandon Morrow, contratado en el invierno tras dos campañas para el olvido con los Azulejos de Toronto.

Entre el 2013 y 2014, Morrow no sumó 100 innings de actuación debido a lesiones, pero parece recuperado para ocupar la cuarta posición en la rotación.

El cubano Odrisamer Despaigne, Andrew Cashner, Casey Kelly y Cory Luebke estarían en el menú por la quinta plaza, con cierta ventaja para este último por tratarse del único abridor zurdo con que cuenta el conjunto.

Entre Shawn Kelley, Kevin Quackenbush y el dominicano Joaquín Benoit deberá estar el encargado de cerrar los juegos, luego de que Huston Street se fuera a Los Angeles Angels, con favoritismo inicial para el de Quisqueya, dada su vasta experiencia como apagafuegos.

Los Padres de San Diego tienen lagunas -- ¿qué equipo no las tiene? -- Pero la gerencia aún tiene en sus manos el material para intentar canjes que cubran esos hoyos.

Además, los Dodgers ya no lucen tan poderosos, tras la salida de Kemp, Dee Gordon y Hanley Ramírez, aunque sigan siendo los favoritos para dominar la división del Oeste.

Como tampoco aparentan serlo los campeones Gigantes, debilitados por la partida de Pablo Sandoval y adiciones mínimas en la etapa de cacería invernal.

Es entonces que entran los Padres, listos para el gran salto que los devuelva a la postemporada, ya sea como líder divisional o como comodín, por sexta vez en 46 años de su historia y primera desde el 2006, cuando cayeron en la primera ronda ante los Cardenales de San Luis, a la postre campeones de la Serie Mundial en esa ocasión.