El domingo cumple 24 años y el lunes cumplirá parte de su sueño: jugar en el futbol de Europa. Alan Pulido es anunciado como titular en el partido de su equipo, El Levadiakos, como visitante en la isla de Creta dentro de la Superliga griega. Y más allá de la determinación del Tribunal de Arbitraje del Deporte sobre a quién asiste finalmente la razón jurídica en el tema, la vuelta del prometedor delantero a la cancha supone ya una victoria y un ejemplo que podría permear en el futuro inmediato del futbolista en México.
LOS ANGELES, CA. -- El lunes próximo, en la isla de Creta, en la municipalidad vacacional de Platanias, por una vía que puede ser "legal" o "ilegal", Alan Pulido terminará de "romper las cadenas" que lo ataban a Tigres y enviará un poderoso mensaje al futbol mexicano.
Tras un año de inactividad, el joven y prometedor delantero mexicano regresa a las canchas en la Superliga griega jugando para el Levadiakos. Amparado por un pase provisional de la FIFA, mientras su caso se resuelve en el Tribunal del Arbitraje del Deporte, Pulido obtendrá el derecho por el que tanto luchó en los últimos meses: jugar al futbol en un equipo europeo.
Lo que menos parece importar hoy es quien tiene la razón. Si es el club, Tigres, que dice tener un contrato de extensión firmado por el jugador o si es el futbolista que se siente en el derecho de abandonar al equipo con un contrato finalizado. La realidad es que lo más importante está a solo horas de ocurrir: que Pulido vuelve a las canchas supone ser no solo victoria personal, también la de un gremio futbolístico que vive siempre marginado, separado y a la deriva, pisoteado y presionado bajo el puño del poder de los dueños de los clubes y de la Federación Mexicana de Futbol.
Pulido demostrará que un futbolista puede luchar por sus sueños y por su libertad, aún en un futbol que presume como una de sus reglas más tristes, anacrónicas e incongruentes la de un "Pacto de Caballeros", una conspiración contra los propios derechos del trabajador, en este caso del futbolista. El caso Pulido puede marcar un parteaguas en futuras decisiones, en nuevos horizontes y en un trato diferente para el jugador de futbol en México.
Me sigue pareciendo un absurdo la manera en la cual un club de los tamaños de Tigres ha tratado el asunto. Siempre habría sido más interesante una negociación que frenar la carrera de un futbolista de 23 años que tiene todo un futuro por delante. Siempre una buena negociación es mejor que violentar el tema cuando se trata de un futbolista de esa edad. Tigres eligió el camino complicado y no es que haya ganado o perdido, sino que desperdicio tiempo e imagen en un asunto donde no existe un ganador.
Pulido está de vuelta. Lo hará en Creta, en el exilio, lejos de Tigres, y más cerca de su sueño. El tiempo dirá si su ejemplo perdura, si su atrevimiento, su odisea, su lucha, su "ley", "La Ley Pulido", deja un legado para los futbolistas de México.
@Faitelson_ESPN