Lo que hace algunas semanas parecía imposible, finalmente ocurrió. Los dos mejores boxeadores de la última época aparecieron en el mismo escenario y prometieron que ofrecerán una pelea espectacular el dos de mayo. La pelea más rica, más publicitada y también más esperada en la historia del boxeo comenzó su cuenta regresiva. Mayweather y Pacquiao no solo se juegan un legado personal, también tratarán de aportar para una industria -la del boxeo- que ha sufrido una terrible ausencia de credibilidad en la última época. La llamada gran "Pelea del nuevo siglo" está en marcha.
LOS ANGELES, CA. -- El "Round 0" comenzó este miércoles, en una mañana nublada en el centro de Los Angeles, cerca de las estatuas del "Magic" Johnson y de Oscar de la Hoya y sobre el misma alfombra roja que se utiliza para los Premios Grammys y los People's Choice Awards. Entre cierto glamour hollywoodense, el acento chicano de las calles de esta ciudad, los aromas filipinos del Echo Park y las esencias del duro barrio de Watts.
Floyd Mayweather Junior y Manny Pacquiao, los dos mejores boxeadores del nuevo siglo, aparecieron sonrientes, confiados y por momentos algo provocativos. Los dos comenzaron una batalla que primero tendrá como objetivo primordial recaudar la mayor cantidad de dinero jamás vista en una pelea de boxeo y en un evento deportivo de una sola noche. Después, ambos, tendrán tiempo de subir al ring y tratar de mostrar cuál de los dos es el mejor. Y al final, si queda tiempo para ello, tendrán el reto y la responsabilidad más desafiante de esta "aventura": salvar al boxeo.
Lo primero es vender. Y la pelea parece venderse sola y como "pan caliente". El Pago por Evento en Estados Unidos, que es la principal fuente de ingresos del boxeo profesional, será compartida por HBO y Showtime, las dos principales televisoras de cable que transmiten boxeo. La misión, vender más de 3 millones de casas a un precio que podría alcanzar todo un récord: 100 dólares por la función en alta definición. El resto de plata llegará vía taquilla, donde también se romperán algunos récords en la Arena del MGM de Las Vegas, además de la derrama en hotelería, casinos, restaurantes y los patrocinadores.
Lo segundo es remarcar las virtudes deportivas de ambos. El récord invicto de Mayweather. Los 8 títulos en 8 divisiones diferentes de Pacquiao. La defensa de uno, el poder del otro, la velocidad de ambos. Por lo que dijeron el miércoles en el Teatro Nokia, los dos vienen altamente motivados y dispuestos dar lo mejor que tienen encima del cuadrilátero. El tema más preocupante podría radicar en el estilo indescifrable de Mayweather que muchas veces convierte las noches en verdaderas catástrofes boxísticas -sobre todo para aquellos, la mayoría, que prefieren un estilo más agresivo de boxeo-. La otra duda destaca la edad de ambos: el norteamericano con 38 años de edad y el filipino con 36. Algunos creen que los mejores días de los dos pasaron ya por delante.
Y el tercer rubro es quizá el más destacado de todos: lo que Mayweather y Pacquiao pueden y deben provocar alrededor del evento. Es una pelea de boxeo que dejará al boxeo atrás. Es una pelea más importante que propio boxeo y fundamental para que el boxeo siga con una vida sana en su futuro inmediato y lejano. La combinación atraerá incluso a gente que no es propiamente aficionada al boxeo, a un auditorio que a partir de lo que hagan o dejen de hacer Mayweather y Pacquiao puede quedarse o alejarse para siempre del pugilismo profesional. Es una buena oportunidad para revindicar un deporte que muchas veces se acerca a una imagen violenta y dramática de dos seres humanos destruyéndose encima de un ring. Es una buena oportunidad para alejar los "fantasmas" de un deporte donde las comisiones, los jueces, el referí y el casino parecen conjuntarse para no darle la transparencia que el deporte de nuestros días necesita. El boxeo se juega mucho, quizá mucho más de lo que el propio Mayweather y el propio Pacquiao se jueguen en su legado personal.
La campana del "round cero" ha sonado. No sé, a ciencia cierta, quien haya sido el ganador. Quedan apenas algunos días por delante, para seguir vendiendo, para seguir ilusionando y para seguir soñando con lo que puede ser la gran pelea del siglo XXI.
@Faitelson_ESPN