<
>

Obligado a ganar la Copa Oro, con toda seriedad

MÉXICO -- Celebro que Miguel Herrera considere que "México tiene que ser campeón de la Copa Oro". Desde que el pintoresco técnico del Tri asumió su cargo no ha escapado a responsabilidades de este tipo. La palabra "obligación" de ganar no le incomoda, a diferencia de Chepo de la Torre que parecía transformarse cuando se le hacía el planteamiento. Bien por Herrera.

Los acompañantes de México en el Grupo C de la competencia son los siguientes: Guatemala (lugar 82 en la clasificación mundial de la FIFA), Trinidad y Tobago (lugar 63) y Cuba (sitio 110). En esa misma tabla, México ocupa el lugar 21. Sin que sea un firme creyente de lo que reporta la FIFA en ese termómetro, sí creo que pone en perspectiva quién es el obligado. Entonces no hay razón para escapar a la responsabilidad.

Sin embargo hay que tomar con el 100% de seriedad la competencia. Los medios tenemos la mala costumbre de decir que por infraestructura, sueldos, calidad de liga, tamaño de negocio, entre otros factores, México es el gigante de la Concacaf. Ese puede ser un criterio, de acuerdo. Pero el más importante es el que dicta el rectángulo verde, y ahí hemos tenido varios focos rojos en el pasado reciente.

México viene de su peor eliminatoria mundialista en la historia, perdió la supremacía en el Estadio Azteca, estuvo a nada de quedar eliminado para Brasil 2014, tuvo cuatro técnicos distintos en el proceso; tanto se habló del quinto partido en el Mundial...el que sí lo logró fue Costa Rica (único equipo de Concacaf que supera a México en la clasificación de FIFA con el 13er lugar); y por si fuera poco en la Liga de Campeones de la Concacaf actual, por primera vez en la historia del nuevo formato, apenas sobrevive un club azteca en las semifinales, el América.

Si eres superior a los demás, lo debes demostrar en cada partido, en cada competencia, en cada oportunidad. Eso le ha estado faltando al futbol mexicano en los dos años anteriores.

Así es que, nada de hacer confianza. Basta de hacer menos a los rivales de la Concacaf. Si lo seguimos haciendo después de lo que pasó, no se habrá aprendido la lección. Bien por "El Piojo" que asume la responsabilidad, ahora a trabajar con toda la seriedad del caso.