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A 25 años de Chávez-Taylor

LO QUE DEBE SABER

1. Antes de su pelea con Meldrick Taylor el día de San Patricio, el récord del invicto Julio César Chávez era de 66-0, 56 por nocaut. Considerado el mejor boxeador libra x libra, Chávez ya había ganado cuatro cinturones de campeón para el año 1990. Su título de peso Súper Ligero Junior de la WBC y su récord perfecto estaban en juego en el combate de unificación.

2. Taylor había ganado una medalla de oro olímpica en la categoría de las 126 libras para el equipo estadounidense en 1984. De ese equipo también formaban parte Pernell Whitaker y Evander Holyfield. En su camino a la pelea con Chávez, Taylor había amasado un récord de 24-0-1 y defendía por primera vez su título Súper Ligero Junior de la IBF, que ostentaba desde 1988.

3. Taylor dominó la pelea desde sus inicios y golpeó a Chávez por todos los ángulos durante los primeros ocho asaltos. Según CompuBox, en los primeros ocho asaltos Taylor anotó 269 golpes en comparación con 137 de Chávez. A pesar de enfrentarse a un contrincante más activo, Chávez pudo anotar golpes fuertes que fueron desgastando a Taylor a medida que avanzaba el combate.

4. Chávez noqueó a Taylor casi en el cierre del asalto número 12. El árbitro Richard Steele declaró vencedor a Chávez faltando dos segundos para finalizar la pelea, luego de que Taylor no respondió a la pregunta de si podía continuar. Taylor estaba adelante en las tarjetas de dos de los jueces, y habría ganado por decisión dividida si hubiese podido seguir.

5. La revista RING tituló al encuentro la Pelea del Año y la Pelea de la Década, por encima de la Tyson-Douglas, que tuvo lugar apenas un mes antes. El encuentro causó estragos físicos a Taylor, quien estuvo hospitalizado durante cuatro días por una fractura de la cara, deshidratación y la pérdida de 1 litro de sangre. Ambos peleadores se enfrentarían en revancha en el año 1994, combate que Chávez ganó por nocaut técnico en el octavo round.

EL CAMINO AL ENCUENTRO

El combate fue apodado como "trueno contra relámpago", ya que en el onomástico de San Patricio se enfrentaban dos estilos distintos de boxeadores. A Chávez se le conocía por la inmensa potencia de su pegada, mientras que a las manos de Taylor se las consideraba las más rápidas del boxeo.

Chávez, de México, estaba invicto con un récord de 66-0. Sus cifras de peleas de campeonato eran de 16-0 con 11 nocauts, y esta sería la tercera defensa de su título Súper Ligero Junior de la WBC. Había ganado su cinturón al vencer a Roger Mayweather por nocaut técnico en el décimo asalto en el año 1989, y ya había defendido dos veces su título ese mismo año. La primera en noviembre contra Sammy Fuentes a quien derrotó en el asalto 10, y luego en diciembre contra el invicto a la fecha Alberto de la Mercedes Cortes, quien cayó por nocaut en el tercer round.

Taylor, de Filadelfia, EEUU, había sido medalla de oro en los Juegos Olímpicos del año 1984, y escalaba rápidamente posiciones en el mundo del boxeo profesional. La única mancha en su récord era un empate contra Howard Davis en el año 1986. Taylor defendía su título Súper Ligero Junior de la IBF por tercera vez. Lo había ganado con una victoria por nocaut técnico en el round 12 sobre James McGirt ("Buddy"), nunca antes derrotado, en septiembre del año 1988.

LA PELEA

Las acciones estuvieron a la altura de todas las expectativas previas a la pelea. Taylor impuso su rapidez desde el comienzo, haciendo gala en el rin de la impresionante velocidad de sus manos y de sus movimientos. En el primer asalto Taylor anotó más golpes (33) que los que Chávez tiró (27). Según CompuBox, el mexicano pudo conectar nueve de sus intentos. El patrón del primer asalto siguió durante los asaltos iniciales e intermedios, y a los ojos de todos, Taylor estaba muy por delante.

El curso del combate cambió poco a poco desde el noveno round, cuando Chávez comenzó a impactar su fuerte pegada sobre Taylor. Los ojos de Taylor comenzaron a hincharse y sangraba por la boca, pero continuó anotando golpes y superando en habilidad a su contrincante. A punto de terminar el asalto 11, Chávez conectó a Taylor un puñetazo que lo dejó tambaleando y confundido, lo que hizo que casi se dirigiera a la esquina opuesta al sonar la campana. En el asalto final Taylor estaba visiblemente agotado, y en un momento hasta se resbaló al lanzar un golpe a Chávez. Faltando 10 segundos para terminar la pelea, Chávez arrinconó a Taylor y le conectó un directo de derecha que lo envió a la lona. Taylor ya se había levantado a la cuenta de cinco, pero no respondió al árbitro Richard Steele cuando le preguntó si podía continuar, y Steele dio fin a la pelea faltando dos segundos.

Las tarjetas de los jueces indicaron que hasta el asalto 11 Taylor estaba ganando 107-102, 108-101, 104-105.

LO QUE OCURRIÓ DESPUÉS

El resultado fue uno de los más debatidos en la historia del boxeo. Inmediatamente después de la pelea, el árbitro Richard Steele dijo que interrumpió la pelea porque consideró que Taylor no podía seguir peleando, ya que no pudo articular una respuesta a tiempo. La posición contraria afirma que Steele debería haber sabido cuanto faltaba para el final del combate, y que al faltar solamente dos segundos Taylor sólo necesitada estar de pie para ganar el combate.

Según el médico que lo examinó, el rostro de Taylor estaba gravemente hinchado, tenía una fractura de la cara que le había producido mareos durante la pelea, estaba deshidratado y había presencia de sangre en su orina. Por esas lesiones, estuvo hospitalizado durante cuatro días después del encuentro. Uno de los principales temas de debate tiene que ver con las indicaciones de la esquina de Taylor. Entre los asaltos 11 y 12, Lou Duva, entrenador de Taylor, le indicó que continuara peleando a pesar del hecho de que claramente ya tenía la pelea en el cinto.

El encuentro fue llamado la Pelea del Año y la Pelea de la Década por la revista RING, por encima de la Tyson-Douglas que había tenido lugar apenas un mes antes. Las carreras de ambos boxeadores tomaron caminos opuestos luego de esta pelea. Taylor nunca recuperó su forma luego de perder ante Chávez, y fue derrotado en la revancha cuatro años después por nocaut técnico en el octavo round. Chávez realizó otra pelea controversial en el año 1993 contra Pernell Whitaker, que finalizó en empate. Sufrió su primera derrota en el año 1994 en pelea contra Frankie Randall, lo que finalizó su racha de triunfos de 90 encuentros (89 victorias y un empate).