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Democracia, a las patadas...

Nadie sabe si tomarán la decisión correcta. Tal parece que algunos clubes levantarán la mano en la próxima Asamblea de Dueños para exigir una reducción en el brutal número de futbolistas extranjeros y naturalizados que hoy ocupan las nóminas de los equipos de la Liga MX. Hay decisiones divididas, pero también hay espacio para un debate, un debate civilizado y ordenado para tratar de encontrar la mejor solución posible. Y aunque al final del día, si se toma o no se toma el camino correcto, ya habrá significado un gigantesco paso el hecho de que las decisiones más trascendentes del futbol mexicano se tomen entre 18 y no como ocurría hasta hace poco, donde se efectuaban única y exclusivamente bajo el capricho y la ventaja de uno o dos grupos de poder que protegían celosamente sus intereses. ¿Tiempos de cambio? Puede ser, pero que seguramente corresponden más a la propia dinámica y a las necesidades de un país que al deseo profundo de un futbol.

PACHUCA -- El debate es esencial en cualquier tipo de estado que se jacte de ser democrático. Hasta hace no mucho, el debate no existía en el futbol mexicano porque el futbol mexicano era totalmente ajeno a una democracia y apegado más a los intereses de unos cuantos. ¿Acaso se vislumbra una esperanza de cambio detrás de un nuevo horizonte que más que al futbol compete u obedece a los cambios que lentamente afronta toda una nación? Pensemos, oremos, soñemos con que ello sea cierto...

A mi izquierda, Jesús Martínez y a mi derecha, Decio de Maria. Intercambian gestos, ademanes y una que otra sonrisa llena de sarcasmo. El debate era y promete ser el mismo en mayo cuando se efectúe la Asamblea de Dueños: una sensible reducción en el número de jugadores extranjeros y naturalizados en las nóminas de los clubes en el futbol mexicano.

El presidente del Grupo Pachuca exhorta a los propietarios de los otros clubes de Primera a analizar la participación de jugadores extranjeros que militan actualmente en la Liga MX. Y explica: "Cómo es posible que el 50 por ciento de jugadores (mexicanos) esté en la banca y otro 50 por ciento (extranjeros) también esté en la banca, pero ganan cinco o seis veces más. Hay que tener a más jugadores mexicanos e invito a los demás presidentes a que este tema se vea en mayo (durante la Asamblea de Dueños)".

El balón volvía a los pies de Decio, quien luego de justificar y explicar que son las leyes mexicanas (la constitución) las que avalan a los naturalizados a tener las mismas oportunidades que los mexicanos por nacimiento, encuentra otra salida y voltea a ver a Martínez antes de sentenciar: "Los entrenadores también tienen una responsabilidad sobre ello. Tú sabes quiénes son, yo los conozco, pero no los voy a quemar".

Hay gran amistad entre ambos, pero ello no significa que cuando se trate de futbol y de intereses, tengan visiones completamente opuestas.

Está claro que Martínez tratará de encabezar una cruzada para que los equipos apoyen y voten por una nueva iniciativa en este sentido. Clubes como Pachuca, León, Pumas y Chivas estarán, indudablemente, detrás de la propuesta. Decio cree que tener más mexicanos en el campo no garantizará nada, ni siquiera una mejoría en el nivel de la Liga ni una ventaja para el seleccionador nacional cuando tenga que elegir a la materia prima para afrontar los torneos internacionales.

Martínez voltea para mirar sobre su hombro a Decio. "Vas a tener una mejor Liga y una mejor selección si trabajamos más sobre el talento mexicano". Decio, cauteloso, le responde: "La calidad no depende de si es mexicano, inglés, chino o australiano, La calidad no tiene que ver nada con la nacionalidad".

Mayo promete ponerse interesante. Finalmente habrá y se formalizará un debate y quizá una votación sobre cuál debe ser el paso a seguir en el tema de los jugadores que no son mexicanos por nacimiento. Para un influyente propietario de equipos como Martínez, el futbol mexicano podría estar firmando una "sentencia de muerte" al mediano plazo y para el Presidente de la Liga MX lo que se está haciendo llevará al futbol mexicano al otro nivel deseado.

Lo que me queda claro es que el futbol, y no gracias propiamente al futbol sino a los cambios que se han impulsado a nivel país, intenta transformarse hacia una democracia donde 18 equipos votarán por lo que en apariencia será mejor para el futbol mexicano. Como en cualquier democracia, habrá puntos de vista diferentes, algunos de ellos más radicales y otros más conservadores. Y al final, podría no importar tanto si la decisión que se toma es buena o mala, lo que realmente importa y trasciende es que esa decisión se tome bajo la consideración de 18 socios y no del capricho eterno de una o dos empresas o poderes que buscan proteger sus propios y anárquicos intereses. Democracia, democracia al fin, aunque sea a patadas, a sombrerazos, a golpes bajo la mesa, a traiciones, la bella y divina democracia que hace algunos años era solo una utopía.

@Faitelson_ESPN