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La misión de Herrera: Recuperar Concacaf

Que no haya espacio para confusiones. México no está buscando dos selecciones. Está a la búsqueda de un solo equipo que puede recuperar la hegemonía del área futbolística. México quiere ganar la Copa Oro, tomar el medio boleto para la Confederaciones y empezar a fincar un cuadro que pueda pasarse con seriedad y equilibrio en el proceso eliminatorio para el 2018. No es que la Copa América estorbe, pero no es una prioridad ni en la parte deportiva ni en la arte comercial de esta selección.

LOS ANGELES -- Dejemos de vivir en la confusión y en la utópica idea de que México está buscando dos selecciones para el verano. La primera y única encomienda de Miguel Herrera es recuperar la hegemonía del área futbolística.

Y un dato lo puede sintetizar todo: Herrera jamás ha dirigido un partido oficial del área futbolística a la que pertenece México. Logró el boleto para el Mundial de Brasil ante Nueva Zelanda en una situación de repechaje regido por la FIFA y no por la Concacaf.

La dirección del viento indica hacia la Copa Oro, sitio donde Herrera tratará de recomponer ++así como lo hizo con el asunto del boleto mundialista++ lo que el técnico anterior complicó: el pasaje para la Copa Confederaciones del 2017.

A partir de este sábado, en el Coliseo Memorial de Los Angeles, Herrera buscará un equipo que pueda darle nuevamente garantías, que pueda ganarse el respeto, el reconocimiento y también los premios deportivos que reparte la Concacaf. Si bajo esa idea o necesidad hay que sacrificar a la Copa América, no dudará en hacerlo.

La indicación ha sido clara y precisa: La Copa Oro. ¿Por qué? Porque los negocios que se logran alrededor de esta selección tienen que ver con lo que se produce en Estados Unidos a nivel taquilla y lo que se genera en derechos de televisión y patrocinadores en México y en Estados Unidos.

Y seguramente, a muchos le sonará como un terrible desperdicio. La Copa América contará con la participación de selecciones ampliamente competitivas, respaldadas de un gran historial futbolístico y amparadas por futbolistas de la talla de Messi, Neymar, James Rodríguez, Luis Suárez y Alexis Sánchez, entre otros. Si usted hace una encuesta sobre qué torneo preferirían afrontar los jugadores de la selección mexicana, estoy seguro que la respuesta sería Copa América. Está claro que ahí existe un mayor nivel y una mayor exposición del futbolista en plano internacional.

Si me pregunta usted por "riesgos", me parece que la cosa se empareja notoriamente. Es verdad que la Copa América, insisto, tiene un mayor nivel competitivo. Ganarle a los sudamericanos en su tierra no es nada sencillo, pero los resultados, históricamente, avalan a México cuando ha tomado el torneo con la seriedad debida. La Copa Oro, por otra parte, significa una primera fase muy sencilla ++donde hay mucho más que perder a lo que realmente ganas logrando los resultados++ y luego el final donde Estados Unidos y Costa Rica lucen como los rivales más peligrosos. No hay margen de error cuando el torneo entre a su parte definitoria y cuando México se coloca el disfraz de incuestionable favorito.

La orden para Miguel Herrera es volver a la Concacaf y volver con fuerza, no con penas ni penurias, ni vacilaciones, ni reproches. Volver como lo que ha sido históricamente México en el área futbolístico: un mandón, el equipo a vencer, sin caer en la exageración de la que hemos sido parte los periodistas mexicanos cuando hablamos de un "Gigante" poderoso del área. Eso se acabó. Hay que volver con seriedad, intención y seguridad futbolística. Volver a ganar la Copa Oro, asegurarse el medio boleto parta la Confederaciones y después alistar una eliminatoria donde se pare un equipo que se capaz de jugar con equilibrio y diligencia en cualquier cancha centroamericana, caribeña y de los Estados Unidos. La misión de Herrera es recuperar Concacaf y comienza en el Coliseo Memorial este sábado.

@Faitelson_ESPN