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Westbrook, la paciencia de un genio

El discurso de Kevin Durant cuando recibió el premio al Jugador Más Valioso la temporada pasada incluyó una mención especial a Russell Westbrook. Probablemente su éxito no hubiera existido sin la presencia de su compañero de equipo y amigo en el mismo plantel. Más allá de las lesiones y la baja durante la mitad de la campaña 2013-14 de Westbrook, el MVP recibió su asistencia dentro y fuera de la duela. Le ayudó a crecer y el premio fue cosa de ambos.

En ocasiones es necesario el sacrificio de unos para que otros lleguen a lo más alto. En este caso, no fue necesario que el base de Oklahoma City Thunder se sacrificara en términos deportivos, sin embargo, siempre acogió de buen agrado el mantenerse a la relativa sombra de los flashes que apuntaron a Durant. La competitividad es mayúscula y es difícil controlar los deseos de protagonismo cuando hay una delgada línea que separa lo brillante de lo excelente.

Westbrook alentó al líder y aceptó de buen agrado mantenerse en un segundo plano. Aquellas fueron las semillas y ahora comenzará a recoger sus frutos. El que su nombre esté sonando con fuerza para erigirse como el MVP esta temporada no es casualidad. Nueve triples-dobles, garra, físico prodigioso, calidad abrumadora y madera de liderazgo son algunos de los ingredientes que le colocan en el top 3 de mejores jugadores de la campaña actual. El armador ha florecido y está alcanzando un nivel extraordinario.

Después de haber pasado años siendo el compañero de fatigas de Durant, el pinche de un chef capacitado para guisarse y comerse a sus rivales, el intrépido escudero de un Don Quijote capaz de provocar locura colectiva con su básquetbol, ha llegado el momento de que Westbrook suba un escalón. Se perdió 14 juegos de la pretemporada por culpa de una fractura en el segundo metacarpio de la mano derecha y otro hace unas semanas por una fractura de pómulo que solventó con la velocidad con la que penetra a canasta. Un día le duró el disgusto y varios partidos jugando con la máscara.

Con la baja definitiva de Durant por lo que resta de campaña, Westbrook está obligado a colgarse el cartel de líder y llevar a los suyos a lo más alto en la que será la postemporada con menos expectativas de los últimos años. El Thunder aún tiene que clasificar y la ausencia del escolta por culpa de la segunda operación de la campaña en el pie y que le mantendrá alejado de las duelas durante un periodo estimado de cuatro a seis meses hace necesario que Westbrook continúe brillando como lo está haciendo.

El Thunder tan sólo pudo contar con ambos jugadores juntos sobre la duela en 29 ocasiones en las que las victorias (20) fueron más que las derrotas (nueve). Los números de Westbrook están siendo de auténtico lujo (27.3 ppj, 8.7 apj y 7.1 rpj) y en esta ocasión no importa que juegue con o sin Durant, porque el armador está pulverizando sus mejores registros con casi cuatro puntos más por partido que en su mejor campaña anotadora (23.6 ppj en la 2012-13). Ocupa la primera plaza de máximos anotadores de la presente temporada y aparte de Kyrie Irving, quien anotó 57 y 55 puntos en dos ocasiones este año y James Harden (un juego con 50 unidades y dos con 45), es el único jugador que tiene dos o más actuaciones con más de 45 puntos en un partido.

Con 49 puntos, 10 asistencias y 15 rebotes frente Philadelphia 76ers a comienzos de mes, Westbrook firmó su mejor actuación de la campaña. Los 48 puntos, 11 asistencias y nueve rebotes de febrero ante los Pelicans de Nueva Orleans tampoco dejaron indiferente, así como los 45 puntos, seis asistencias y seis rebotes también ante Pelicans en febrero. Otro partido con 43 puntos le colocan como uno de los valores más seguros de la NBA en estos momentos.

El festín de Westbrook se puede observar también en los nueve triples-dobles que acumula esta campaña. Le saca seis de ventaja a otro de los candidatos que más está sonando de cara el MVP, James Harden, quien con tres está empatado con Michael Carter-Williams y Rajon Rondo. Con 27 dobles-dobles ocupa la décimo cuarta posición en este aspecto.

Este año Westbrook se ha convertido en genio y figura, en el líder de una franquicia que necesita buenas sensaciones como el comer. Siguen las cábalas y los pronósticos, aunque en esta carrera por el MVP, serán determinantes no sólo las actuaciones individuales de los Stephen Curry, Harden y Westbrook, sino las colectivas de tres equipos que viven realidades diferentes en este tramo final de la temporada regular.

A día de hoy el Thunder no es claro contendiente y eso podría nublar la mirada de este líder indiscutible.