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El América entre la crisis y la desesperación

Lo niegan sus futbolistas, lo esconde su directiva y lo retarda su entrenador, pero el América está mal, tambaleándose en un momento muy delicado de la temporada, donde no encuentra su forma futbolística y sufre por desconfianza en la mayor parte de sus líneas. El América no está bien y lo peor de todo es que el calendario no lo apoya.

LOS ANGELES -- El América se niega a aceptar la crisis. Los jugadores no quieren hablar de ella, el entrenador pide calma y la directiva dice que solo es una mala racha. Mientras ello sucede, el calendario, incluyendo el Clásico del sábado ante Cruz Azul, esparce el nerviosismo entre los americanistas.

Los últimos resultados no solo muestran un estado anémico en cuestión futbolística, también, de paso, arrojan una terrible desconfianza en las líneas más críticas del equipo. Goles por todas partes, nulo funcionamiento ofensivo y futbolistas que no parecen concentrados en la tarea de buscar la defensa del campeonato que el equipo consiguió apenas durante el mes de diciembre.

El América está desorientado, "tocado", aturdido, groggy, como se diría en el ambiente boxístico. Buscando su esquina para sentarse, tomar aire, respirar y tratar de reorganizarse. No ha perdido nada aun, pero está cerca, muy cerca de sufrir los primeros daños a su poderosa estructura. El América no es ese equipo espectacular y avasallador que prometía ser y también ha perdido la solidez de sus días con Mohamed, donde más allá de las formas, las maneras, conseguía resultados.

Y hace un par de semanas, antes de que el torneo se suspendiera por la fecha FIFA, nos quedamos en la idea de que a este equipo le faltaba tiempo para entender las ideas del nuevo entrenador. Que había un desorden en la forma de defender, en la transición para generar juego y en el ataque mismo. Que no se le veía a este equipo ni el estilo que había imperado en la época de Mohamed ni el que debe prevalecer hoy con Matosas. El América estaba en el limbo, luchando contra sus propios fantasmas, perdido en una idea y en otra, tratando de ganar confianza en medio de las acostumbradas críticas que desata y recoge un equipo de esta envergadura y pasión.

Después de Cruz Azul, que es un clásico lleno de pasión y de orgullo, seguirá el Herediano, con una desventaja de 3 goles y con la noticia de que Paolo Goltz, el defensor argentino, está suspendido seis partidos para efectos de la Concacaf. Y enseguida, vendrá el Monterrey, con Mohamed en la escena, lo cual tiene un significado especial.

El América está en crisis porque un equipo de su grandeza y de su pasión no puede permitirse el lujo de perder tres partidos por goleada de forma consecutiva. El América está en crisis y lo peor de todo es que el siguiente paso significaría sentirse desesperado, lo cual para un equipo como el América es o puede ser el inicio de una catástrofe. Cuidado.

@Faitelson_ESPN