<
>

Retan Chivas y Xolos: que América se atreva

Mexsport

LOS ÁNGELES -- Los convidados de hierro jugaron a favor del América. Los postes se confabularon. Impidieron a ambos, Xolos y Chivas, conseguir la victoria y garantizar el liderato general una semana.

Se repartieron el mérito de una victoria. Cargaron, al final, con el demérito de un empate que deja sabor amargo a ambos.

1. A Chivas porque pudo conseguir más que un empate, ya generoso, de visitante y de paso levantar el acta notarial de su salvación en la pelea por el no descenso. Además, habría podido certificar una semana más en la punta sin tener que esperar el desenlace de la aventura de América ante Querétaro.

2. Y agrio para Xolos por su condición de local, porque tomó ventaja, aunque al menos rompe el maleficio que le costó tres derrotas consecutivas y, en ese bache, el dominio de la Liga.

3. América, con esa complicidad de los postes, que fueron zarandeados en cinco ocasiones, recibiendo a los Gallos Blancos tienen la oportunidad, con un marcador amplio, de desplazar con la aritmética del goleo al Guadalajara. Pero los Gallos Blancos tienen espolones y ya no empollan desde que llegó Vucetich. El Nido necesitaría ganar con dos goles de diferencia.

Desde que llegó el ex Rey Midas, Querétaro ha ganado cuatro de sus últimos cinco encuentros, con 10 goles a favor y seis en contra en ese lapso. América deberá ofrecer más de lo mostrado ante Monterrey para en verdad aspirar a esa ilusión de su afición de colocarse en la cima.

En el Estadio Caliente, este viernes por la noche, Xolos desató una tormenta sobre la portería de Chivas. Consiguió un gol, pero abortó otros cuatro en los primeros minutos. Cuando Chivas se acomodó en la cancha, le hurtó la pelota a los canes y fue entonces cuando los postes entraron a salvar a los tijuanenses.

Y al final se dio una intriga tácita en la cancha. A Xolos lo fue asfixiando su precipitación, sus ansias, su desesperación, mientras el Guadalajara se asentó cómodamente en la tranquilidad y la paciencia. A los arrebatos tijuanenses, el sosiego de Chivas entró como antídoto inmejorable.

En esa atropellada forma de jugar, Xolos perdió consistencia, mientras que Hauche, su goleador, llega a 360 minutos sin anotar, más allá de que la ausencia de Juan Arango le duele al equipo conteniendo y al ataque.

Chivas, en tanto, encontró en De Nigris el jugador que sirve el gol a Omar Bravo, quien se coloca a dos de la marca de Chava Reyes. Y necesario subrayar la relevancia de que en una plaza complicada, hostil, agreste, la tribuna del Estadio Caliente encontró suficiente aliento rojiblanco para que esa comunión de cancha y graderío implique combustible extra.

Ahora, el Guadalajara, irónico, podría encontrar su salvación absoluta en sus dos más acérrimos rivales. Si Atlas vence o empate con Puebla, el Rebaño habrá recibido el salvoconducto de permanencia en el circuito. Si La Franja gana, Guadalajara deberá buscar el próximo domingo su indulto absoluto ante el América.

De esta manera, en ese marco de ironía, los apóstoles de Chivas encenderán dos veladoras. Una para que el Atlas no pierda, y ya respirar tranquilos, y la otra, para que Querétaro contenga al América y le impida treparse al penthouse del torneo.

¿El arbitraje? Roberto García Orozco tuvo equivocaciones contra ambos equipos. Sin embargo, su error más grave fue tragarse la tarjeta roja que merecía Carlos Salcido por una plancha artera. Es decir, hoy estuvo mal, como siempre, pero por incompetencia, no por sospechas de algo truculento, como con frecuencia ocurre con él, ansioso de convertirse en el heredero en perversión de Chiquidrácula Rodríguez.