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Angelinos podrían lamentar decisión sobre Hamilton

Las respectivas historias de Josh Hamilton y Alex Rodríguez son muy diferentes. Hamilton es un adicto que lucha para estar sobrio, luego de haber sufrido una recaída en los pasados meses. Por otro lado, Rodríguez es un usuario repetido de sustancias prohibidas, que ha mentido una y otra vez sobre ello, y por sus ofensas se le impuso una suspensión record.

Pero la elección que tanto Yankees como Angelinos enfrentan con ellos es, al menos en la raiz del asunto, practicamente la misma:

Dada la cantidad de dinero que se le debe a este jugador, ¿sera posible que podamos recuperar el valor suficiente para compensar el posible inconveniente de mantenerlo en nuestro equipo y en nuestro camerino?

El dueño de los Yankees Hal Steinbrenner decidió, al final, quedarse con Rodríguez, a pesar de los muchos consejos recibidos por parte de periodistas que señalaban lo contrario (incluyendo el mío), a pesar de las acciones legales de Rodríguez contra el equipo y su equipo médico y a la luz de una gran cantidad de riesgo de contragolpes por lo molesto que estuvo A-Rod durante su verano de infamia.

Al final, Steinbrenner no quiso echar por el retrete $61 millones y comprarle la parte final del contrato a Rodríguez mientras existiera la remota posibilidad de que el jugador siguiese produciendo y que el valor de lo que pudiese hacer en el terreno sobrepasara cualquier problema fuera del terreno. Esto pudo haber sido más por la terquedad de alguien fiscalmente conservador en vez de alguien que tuviese la paciencia de un evaluador de béisbol, pero sin embargo, él llegó allí de alguna manera, según el pensamiento de Steinbrenner.

Y hasta ahora, la decisión ha rendido frutos, más que lo que él o probablemente cualquier otra persona hubiese imaginado. Rodríguez ha sido no solo el mejor bateador de los Yankees en los primeros días de la temporada regular, sino uno de los mejores bateadores en las mayores, con cuatro jonrones y 11 remolcadas. Los números de Rodríguez se han estabilizado en la última semana, pero aparenta que los Yankees seguirán cosechando beneficios de su presencia en la alineación, especialmente con la mala racha que acosa a Carlos Beltrán.

El éxito inicial de Rodríguez puede ayudar a enmarcar la falta de lógica en la decisión de los Angelinos de comerse casi $60 millones para sacar a Hamilton de su organización - en una operación en efectivo, de bajo riesgo, según reporta Evan Grant.

Quizás los Angelinos están convencidos de que el tiempo de Hamilton como un gran jugador ofensivo ha pasado, luego de tener temporadas mediocres en 2013 y 2014. De parte de Estadísticas e Información de ESPN: Desde su temporada de JMV en 2010, cuando lideró las mayores con un OPS de 1.044, Hamilton ha ido en franco descenso.

Pero recuerden, Hamilton no cumplió 34 años hasta hace poco este mes. Tuvo periodos en la temporada pasada en las bateó bien.

Así que puede ser que este acuerdo ido a menos se haya hecho tan personal para el dueño de los Angelinos que Arte Moreno solo quiere que Hamilton se vaya lejos. Lo que podría ser algo ridículo, porque el historial de adicciones de Hamilton no es un secreto para nadie. La posibilidad real de que esto se malograra siempre estuvo en juego. Otros equipos evaluaron a Hamilton como un objetivo potencial cuando era agente libre y corrieron en la otra dirección, basados en lo que escuchaban sobre sus problemas. El hecho de que los Angelinos invirtieron más dinero por Hamilton que cualquier otro equipo fue su error.

Hamilton tiene una personalidad afable y siempre ha sido bien apreciado por otros jugadores. Sí, en su tiempo con los Vigilantes, otros en el equipo se sentían frustrados por su inconsistencia, su falta de fiabilidad, sin el esfuerzo diario requerido para meterse en una mentalidad en la que pudiese funcionar. Contrario a alguien como Tim Raines, quien escondió de manera profunda su pasado de acciones para que solamente algunas personas supieran de ello, el reto de Hamilton estaba omnipresente incluso cuando estaba sobrio.

Pero si Hamilton logra recuperarse y ser un jugador efectivo para los Vigilantes - por solo una fracción del costo, dado el hecho de que Texas le pagará solo $15 millones por tres temporadas - entonces los Angelinos habran pagado doble por su error, al fallar en encontrar una manera de vivir con él y ayudarle a convertirse en un buen jugador nuevamente.

A menos que los Angelinos estén absolutamente convencidos de que Hamilton no puede volver a ser un bateador efectivo, esta decisión no hace mucho sentido.

Los Vigilantes podrían beneficiarse de la arrogancia de Arte Moreno, según escribe Pedro Moura. Esto hace sentido para los Vigilantes, según escribe Kevin Sherrington. Estoy totalmente de acuerdo con eso.

¿Por qué los Vigilantes harían un cambio por Josh Hamilton? Sus jardineros han lucido mal esta temporada, ubicándose en el puesto 25 en extrabases, 28 en OPS y 29 en promedio de bateo.