Podemos abuchear su estilo en el ring, pero no podemos abuchear ni dejar de reconocer en este personaje a uno de los grandes de todos los tiempos en el cuadrillero. Floyd Mayweather no falló en la cita del sábado en el MGM: Hizo lo que siempre ha hecho. El que faltó a la cita fue Manny Pacquiao, aquel fantástico boxeador que combinaba poder, velocidad y explosión, y que hoy no existe más. Mayweather tiene una manera diferente de alcanzar la gloria, pero ello no significa que no sea válida y justificable.
LAS VEGAS, Nevada.- Para muchos es un tema de percepción, de ideas, de gustos. Para otros, es un atentado mismo contra los principios más saludables del deporte y de las maneras y formas correctas para obtener la victoria.
No hay mucha diferencia entre Floyd Mayweather Junior y algunos otros ejemplos que el deporte de todos los tiempos ha presentado como una forma, llamémosle distinta, de asomarse a la gloria. Y nos puede gustar o no, podemos preferir otra clase de estilos y de condiciones sobre el campo, la cancha, la duela o el cuadrilátero, pero abrir un debate para justificar o darle una validez histórica a quienes encuentran un camino diferente para ganar, me parece algo riesgoso y poco atractivo.
Maywetaher Junior es un gran boxeador. Con unas condiciones innatas, maravillosas sobre el ring que combinan, primero, una destreza física de altísimo nivel -es un atleta en toda la extensión de la palabra- y que incluye algunas de las características más desarrolladas en aspectos técnicos que el boxeo haya conocido jamás. A eso, hay que agregarle una personalidad, un carisma que le ha permitido convertirse en un "gran vendedor", acoplarse a una época de tecnología y de comunicación para convertirse en el deportista profesional mejor pagado de nuestra era.
El futbol puede y debe presentarnos algunos ejemplos que pueden ser coherentes para comprarlos con este Mayweather. El campeón del mundo del 2006, Italia, jugaba bajo ciertas condiciones que iban más apegadas a la fuerza y el orden que a la estética futbolística. Lo mismo con el Chelsea que logró un título de Champions bajo la conducción del italiano Di Matteo, el Atlético de Madrid alcanzando la última final de la Champions o el propio el Real Madrid en los días de Mourinho. Y seguro que hay otra cantidad extensa de patrones que tienen un paralelo en las maneras y las formas de obtener la gloria.
A pesar de los abucheos y más allá de las críticas o de la decepción misma de aquellos que pagaron o hicieron un esfuerzo por ver la llamada, "Pelea del Siglo", hay que reconocer que Mayweather ha encontrado la manera de ganar, de posicionarse y de establecer su propio estilo boxístico. Y eso es válido porque él no ha engañado a nadie. Porque el que finalmente falló a la cita del sábado en el MGM fue el Manny Pacquiao que pretendíamos ver y que no existe más.
Creo que en la historia del cuadrilítero han existido boxeadores más completos que Mayweather. Empezando por Muhammad Ali, siguiendo por Sugar Ray Leonard, Sugar Ray Robinson o Joe Louis, pero de que su grandeza alcanza para ser considerado entre los mejores, no tengo duda.
Nos puede gustar o no, pero sería completamente injusto no aceptar que un boxeador que ha mantiene un record invicto en 49 peleas, que jamás ha ido a la lona, que ha extendido su reinado por cinco diferentes categorías y que ha descompuesto todos los records de ganancias en el deporte de nuestra era, sea uno de los grandes de la historia del deporte. Podemos abuchear el estilo de Maywetaher, pero no a Mayweather.
@Faitelson_ESPN