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No perdamos la capacidad de asombrarnos...

Somos parte de una generación bendecida en el deporte. Atletas fantásticos, de grandes condiciones físicas, de una profunda capacidad para crear, inventar, han sido parte de nuestros días. No permitamos que los sentidos o cierta pasión nos confundan y nos cieguen de lo que tenemos frente a nuestros ojos. El sábado, en Las Vegas, atestiguábamos el trabajo defensivo de Floyd Maywetaher. Tres días más tarde, en Barcelona, apareció la genialidad sobre la cancha de futbol de Lionel Messi.

LOS ANGELES, CA. - A la mañana siguiente, me queda claro que tenemos permitido cualquier cosa en el futbol y en todo el deporte, incluyendo el discernir sobre el Barcelona, el Madrid, el Bayern o la Juventus, Messi o Cristiano Ronaldo, o quizá sobre los estilos y las condiciones distintas de cada deportista, pero lo que tenemos prohibido es perder la capacidad de asombro.

Y la escena aparece, otra vez, dando vueltas por nuestra mente. El amague, la aceleración, el cambio de flanco, las virtudes técnicas, las físicas y las intelectuales que son partes inseparables de la jugada. Una belleza, una obra de arte en medio de un simple, burdo y trivial partido de futbol. Lionel Messi era el autor.

Pero hoy hay tiempo para "nublar" el horizonte: que si aprovecho la debilidad del contrario, que si fueron otros los que hicieron el "trabajo de desgaste" para propiciar las jugadas del final del partido, que por qué no tuvo ese nivel en el verano del año pasado cuando la selección argentina lo necesitaba en la final del Mundial, que si fue el entorno familiar, el nutriólogo "los batidos", la relación con Luis Enrique, que esto y que lo otro.

La realidad, muchas veces, queda distorsionada, no la vemos o no la queremos ver porque nuestra condición humana siempre nos lleva a un sitio donde lo que ocurrió en el pasado y lo que vendrá en el futuro será siempre mucho mejor. Vivir el presente de un futbolista que inscribe sus días con base a mensajes contundentes en la cancha no está entre nuestras prioridades.

Luego y siempre está la pasión. El deporte lleva esa pasión de modo inherente. Y la pasión divide por colores, por pensamientos, por hechos, por héroes, por la historia misma. Pero incluso aquí debemos permitirnos cierta coherencia para entender qué estamos viendo y que ese personaje podría estar más allá del bien y del mal a la hora de polarizar los sentidos. Lionel Messi es un futbolista para todos, incluso para los madridistas o para quienes sean "enemigos" del Barcelona. No verlo de esa forma puede terminar siendo un verdadero desperdicio.

La época ha sido maravillosa con nosotros. No ha permitido ver a atletas de gran desarrollo, destreza, arte y fuerza histórica, deportistas que dentro de su especialidad levantan la duda, no sobre su grandeza, sino son definitivamente lo mejor de su deporte. Atletas que fueron incluso más importantes que el deporte que representaban. Desde Michael Jordan, Magic Johnson, Kobe Bryant, Joe Montana,Tom Brady, Derek Jeter, Diego Maradona, Zinedine Zidane, Cristiano Ronaldo, Roger Federer, Pete Sampras, Carl Lewis, Usain Bolt, Michael Phelps, Michael Schumacher, Floyd Mayweather y Tiger Woods, entre muchos otros. No confundamos a los sentidos. Valoremos, disfrutemos, gocemos .o que el destino nos pudo por delante. Lo último que podemos perder es la capacidad de asombrarnos.

@Faitelson_ESPN