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¿Existió o no una conspiración contra Barry Bonds?

Barry Bonds presentará un proceso de reclamo en contra de MLB alegando la existencia de una conspiración entre los gerentes generales de los equipos que impidió su contratación luego de la temporada del 2007. Vamos a explicar brevemente en que consiste su caso.

Una conspiración (collusion en inglés) es un pacto entre dos o mas personas en perjuicio de un tercero. El Convenio Laboral entre las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores (MLBPA por sus siglas en inglés), tiene una cláusula incorporada en 1968 que impide que dos o más equipos se pongan de acuerdo para evitar la contratación de un pelotero. De hecho, el mismo documento prohíbe que dos o más jugadores confabulen para negociar o firmar en grupo.

A pesar de la existencia de esa cláusula son varios los casos de conspiraciones en la historia de MLB. En las temporadas de 1985, 1986 y 1987, bajo instrucciones del comisionado Peter Ueberroth, los gerentes realizaron un pacto de caballeros para darle freno a la escalada de sueldos producto de la firma de agentes libres. La MLBPA demandó en cada uno de esos años y al final logró que los dueños de equipos le pagaran $280 millones de dólares en compensación para ser distribuidos entre los jugadores afectados. Recuerdo que Antonio Armas fue uno de los beneficiados.

Pero las conspiraciones de 1985, 1986 y 1987 fueron bastante fáciles de demostrar ya que Ueberroth nunca ocultó su intención ni su mensaje a los dueños de equipos, a quienes incluso llamó bobos por firmar contratos tan grandes a largo plazo.

Ahora regresemos a Bonds. Luego de romper la marca de jonrones de Hank Aaron, de enfrentar distintos ataques por consumo de esteroides, dentro y fuera de tribunales, y la publicación del Informe Mitchell, el rey de los cuadrangulares se quedó sin trabajo a pesar de venir de una temporada aceptable y encontrarse en buena condición física. Ningún equipo firmó al toletero, a pesar que su agente solo pedía el sueldo mínimo como compensación. La MLBPA amenazó en 2008 con presentar un proceso de reclamo por conspiración pero no lo hizo.

Pero Bonds ahora anunció que si pedirá a la MLBPA la presentación del reclamo por conspiración, y en ese sentido debe demostrar la existencia de un plan entre los dueños de equipos que impidió su contratación. Eso no es fácil ya que la misma personalidad y comportamiento de Bonds en sus últimas temporadas, independientemente de sus números, parecen ser sus peores enemigos.

Si un pelotero puede ayudar en el terreno de juego, muchos equipos suelen olvidar sus pecados fuera del campo. Eso ha sido así en toda la historia del juego.

Pero Bonds es un caso extremo. Son muchos los relatos de gerentes, fanáticos y hasta compañeros de equipo que hablan de una personalidad compleja, problemática, egocentrista y difícil en todo sentido. Todo eso entra en las consideraciones para contratar a un jugador y si a eso le agregamos su edad entonces existen buenos argumentos a favor de los equipos.

No estoy diciendo que no pueda ganar su caso, pero sí quiero resaltar que cualquier gerente en 2008, al tomar la decisión de contratar o no a Barry Bonds, podía llegar a la conclusión que no era una buena idea para el ambiente de su equipo.

Es muy probable que esa reflexión haya sido la misma en más de un gerente de la época y eso no es una conspiración. Para que exista una conspiración tiene que demostrarse un plan orquestado, con pruebas. No una sola coincidencia de criterios gerenciales.

Por ejemplo, nadie ha firmado a Rafael Soriano. ¿Existe una conspiración en su caso? No lo creo, y lo que hay ahí es una demanda muy exigente de su agente que los equipos consideran desproporcionada. Igualmente, los gerentes no están obligados a firmar a un jugador que asumen será una distracción difícil de manejar por mejores números que tenga.

Ya veremos que pasa, pero definitivamente este caso podría estar la mar de interesante.