A Joseph Blatter se le acabaron las oportunidades, pero su cinismo y desvergüenza lo impulsan a aferrarse al poder de la FIFA. A pesar del escándalo y de las acusaciones, el suizo llevará al frente su reelección de este viernes que alargará su estadía al frente del organismo hasta el año 2019 (21 años de mandato). Lo que queda claro es que Blatter no puede seguir más al frente de la FIFA y la FIFA no puede seguir manejándose de la manera en la que se maneja hoy en día. Es tiempo de un cambio y ese camino solo puede llegar por una puerta, por una vía, por un sendero, el del poder económico y pasional de los grandes clubes y las ligas europeas.
LOS ANGELES, CA -- A la mañana siguiente, Joseph Blatter seguía revolcándose en su propio cinismo: "No puedo controlar todo lo que pasa en la FIFA".
Y no habrá poder humano que detenga al suizo en sus intenciones de alargar su mandato en la silla principal de FIFA por cuatro años más. Las voces de Michel Platini, el presidente de la Unión Europea de Futbol y del propio primer ministro británico, David Cameron, de que lo más conducente y sano para el futbol y para la FIFA es que se haga a un lado, serán desechadas por Blatter. Este viernes, en el mismo lujoso hotel de Zurich donde la madrugada del miércoles la policía arrestó a por lo menos siete oficiales de la FIFA, 209 miembros emitirán su voto. A pesar de la polémica y el escándalo, las Confederaciones de Asia y de África, que suman 105 votos, apoyarían a Blatter, con lo cual tendría o estaría muy cerca de la mayoría que necesita para alargar su estadía en FIFA hasta el año 2019.
La FIFA necesita volver a nacer y para ello es fundamental que Joseph Blatter se haga a un lado. No veo la posibilidad de que FIFA pueda emerger de esta crisis con el nombre de Blatter al frente. Blatter es y significa, a simple vista, años y años de corrupción, de malos manejos, de anarquía y de perpetuidad en el poder. La primera señal positiva de que FIFA puede y debe cambiar se marcaría con la salida de Blatter.
El futbol del mundo necesita de un nuevo organismo que no se llame más FIFA, por lo que este nombré significa. El nuevo organismo no requiere tener tanto poder y debe sentar las bases y la reglamentación del deporte, pero debe permitirle más independencia y más poder de decisiones a las confederaciones continentales. El fútbol no puede seguir siendo manejado con procedimientos anárquicos y absolutistas desde Zurich. Los nuevos tiempos exigen que el fútbol sé regionalice y se adapte a las condiciones sociales, económicas, políticas y hasta geográficas de cada nación. La "nueva" FIFA tiene prohibida el poder absoluto. La "nueva" FIFA requiere ser una oficina de carácter diplomática, de buenos deseos, que se encargue de la imagen global del futbol, pero que no se convierta en juez todo poderosos capaz de adaptar las leyes en beneficio de sus propios intereses.
La "nueva" FIFA solo puede llegar a través de un rumbo, de un sendero, de una fuerza...
El poder europeo y la fuerza de los clubes que son finalmente los dueños de la materia prima y de lo más preciados de este deporte: los futbolistas. La generación de un nuevo orden a partir los integrantes las principales ligas europeas del futbol es una de las soluciones más viables para todo este tema. Al futbol, que ya tienen los europeos, tan solo habría que agregar patrocinadores y televisión. ¿Para qué queremos a la FIFA aquí?, sería la pregunta. Si alguien puede encabezar un reordenamiento desde las frágiles y corrompidas estructuras de la FIFA, esa es la Unión Europea del fútbol, los grandes clubes y las ligas más poderosas del mundo junto por supuesto con las empresas patrocinadoras y la televisión.
El dinero siempre el denominador en común cuando se habla de temas de FIFA. ¿Cuánto dinero se factura en FIFA? La organización ganó 5 mil 700 millones en ingresos durante el último ciclo mundialista (2011-2014). 4.800 millones fueron por el Mundial de Brasil 2014. El 43% de los ingresos proviene de los derechos televisivos y un 29% derivó de marketing. La ganancia para FIFA fue de $338 millones durante el ciclo. Se estima que las reservas en FIFA alcanzan cerca de los $2.900 millones.
Algo es contundente aquí: El balón no puede seguir rodando de la misma manera. Los cambios tendrán que llegar tarde o temprano.
@Faitelson_ESPN