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El Draft de la vergüenza...

Lo de Jurguen Damm podría ser y seguramente no será "la gota que derramará el vaso...". ¿A quién le se ocurre? ¿Vender un futbolista joven de grandes cualidades en el mercado doméstico cuando parecía que tenía o tiene todo un futuro por delante en alguna liga de mayor nivel deportivo? No entiendo el papel de los clubes en el futbol mexicano. Dicen una cosa y hacen otra. Reman en una dirección, pero no tienen un destino fijo en mente. Lo de Damm es una pena; lo de Pulido es otra. Tigres se disfraza con el traje de buen samaritano, pero lo único que hace es atrofiar más los procesos de desarrollo del futbol mexicano.

LOS ANGELES -- El agonizante Draft o régimen de transferencias del futbol mexicano encontró otros dignísimos motivos para avergonzarse.

Ya no sólo se trata del maltrato y el 'pisoteo' a la dignidad del futbolista que es, al final del día, un ser humano. El mal llamado Draft alimenta condiciones en las cuales el futbol mexicano termina afectando a sus propios intereses deportivos. El Draft es una burla al futbol mexicano, al futbol del mundo y a los tiempos en que se supone deberíamos estar viviendo; el Draft es una muestra más de la inoperancia administrativa de un futbol; el Draft es un ejemplo más del estado de la ilegalidad, de la trampa, y de la constante transgresión en la que le gusta vivir al futbol mexicano.

Para empezar, lo más obscuro de este Draft, en temas deportivos, podría resultar en que un joven futbolista de 22 años es negociado en el mercado doméstico por una exagerada cantidad que pudo haber alcanzado los 10 millones de dólares. Jurguen Damm, jugador del Pachuca, parecía un elemento con las cualidades necesarias para buscar una carrera europea. El Pachuca, supongo, pretendía eso para el futbolista. Sin embargo, una oferta en México superó lo que se ofrecía en el extranjero y ello fue suficiente para cerrar la operación. Mal por el Pachuca, mal por Tigres y mal por la Liga MX. Inflar el mercado de tal forma no ayuda en nada para los intereses deportivos de una Liga. El Draft fue creado, en apariencia, para evitar a los intermediarios (promotores). Pero en este caso, Tigres, supongo, está actuando como un intermediario al comprar a un jugador joven que --también supongo-- está interesado en vender luego a un futbol de mayor jerarquía.

La exportación de futbolistas a las ligas más desarrolladas del mundo es un asunto que le cuesta 'sangre' al futbol mexicano. Hay tan poco talento desarrollado completamente que, cuando sale uno, aparece enseguida un equipo, disfrazado de buen samaritano, para ofrecer el dinero y retenerlo en México, afectando a la regla o a la teoría que indica que mientras más futbolistas tengas en otra escala de ligas mejorará tu nivel global del juego.

Pero Tigres no solo se disfrazó de buen samaritano en una ocasión durante este Draft. Lo volvió a hacer en el tema de Alan Pulido, con una larga historia de desavenencias e inconformidades con el futbolista que se fue e a Europa. Quien sabe cómo lo hizo, pero los abogados de Tigres dijeron que ellos tienen el derecho de inscribir al jugador en el régimen y no sólo eso, acordaron negociarlo en un futuro con las Chivas si el Tribunal de Arbitraje Deportivo les daba luz verde. Un futbolista que ya dejó México, que logró, por las buenas o las malas, irse al futbol europeo, sigue arrastrando las cadenas de los dueños del balón en el futbol mexicano. Una pena.

Hay otra serie de episodios que también ensombrecen a lo que ocurrió o está ocurriendo en Cancún en las últimas horas. El Draft de la vergüenza, porque no hay otra forma de llamarlo o de calificarlo. Los clubes de futbol que tendrían que poner un ejemplo diferente y buscar, todos -juntos, unidos- el beneficio deportivo que tanto anhela el aficionado mexicano, estaban, están, sentados en mesas en el lujoso hotel del caribe mexicano tratando de encontrar los métodos para seguir frenando la evolución del futbol mexicano.

@Faitelson_ESPN