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Los Mets tienen que mejorar su alineación

Si fueramos a hacer una lista de los 10 peores cambios en la historia reciente, los hechos por los Mets el 30 de julio de 2004, probablemente merecerían ser incluidos en alguna parte. Ese fue el día en el que el equipo cambió a un zurdo lanzallamas llamado Scott Kazmir por Víctor Zambrano y además salieron de un paquete de jugadores - incluyendo un jugador del cuadro poco reconocido llamado José Bautista, que se tomaría mucho más tiempo en florecer -- por Kris Benson.

Esos cambios resultaron bien malos para los Mets, y el momento en que los hicieron fue especialmente extraño, porque en el momento de consumarlos, los Mets estaban a seis juegos del primer lugar en el Este de la Liga Nacional, y para el momento en el que Zambrano y Benson se pusieron el uniforme de los Mets, ya estaban a nueve juegos del primer lugar. El record final de los Mets, 71-91, sirve de testigo a lo fatídico de esas decisiones.

Los Mets se encuentran en un lugar mucho mejor ahora en la tabla de posiciones, a 3 juegos y medio del primer lugar en el Este de la Nacional y a 4½ juegos de uno de los comodines, restando 89 partidos en el calendario, y el liderato del equipo necesita hacer algo para reforzar una ofensiva que se ha transformado desde que su funcionalidad en abril a los fallos repetidos en mayo y junio. Los Mets tuvieron una reunión de equipo el miércoles - algo diferente, según escribe Tim Rohan - y entonces tuvieron el mismo resultado, perdiendo su séptimo partido al hilo.

Incluso los fanáticos más irracionales de los Mets no pueden esperar que la oficina central consiga una superestrella ahora mismo, en lo que es la porción de vendedores del mercado de cambios. Nadie está sugiriendo que ellos vayan a ofrecer a Jacob deGrom por una mejora en la alineación. Nadie está sugiriendo que vaya a ocurrir algo parecido a lo que pasó con Víctor Zambrano y Kris Benson, y si el gerente Sandy Alderson es la fuerza motora detrás de las decisiones en los próximos 36 días, él no es el tipo de persona que suele ser intimidado por la expectativa de los fanáticos para tomar una decisión apresurada y hacer un movimiento sin pensarlo demasiado.

Pero lo que los Mets no deberían hacer - lo que no pueden hacer - es seguir con la misma alineación debilitada día tras día sin tener alguna ayuda externa y esperar que poder decir razonablemente al final de la temporada, "bueno, nosotros no éramos lo suficientemente buenos".

El liderato de los Mets necesita hacer un mejor esfuerzo que eso.

El manager de los Mets Terry Collins no le va a echar la culpa a la oficina central de los Mets por su inacción, según escribe Adam Rubin. Wilmer Flores podría ser movido a la segunda base.

La presión sigue aumentando sobre Alderson para hacer un cambio, según escribe John Harper.