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Una final soñada...

ESPN.com.mx

No sólo por los resultados, también por las maneras, las formas, los métodos para ganar los partidos, Chile y Argentina son dos auténticos merecedores de jugar por el título de la Copa América 2015. Dos grandes equipos de futbol, con nombres, con jugadores de un altísimo nivel competitivo, pero que además, están mentalizados para atacar, para buscar la portería contraria por encima de cualquier otro interés. Al final, tras algunas vacilaciones, polémicas, incertidumbres, la Copa América encontró un escenario para ilusionarse.

LOS ANGELES -- Para "frotarse las manos" y para ilusionarse: la Final de la Copa América ha resultado en una final soñada, porque más allá de los nombres, de las condiciones, de los equipos, de los sistemas, de los intereses y del resultado mismo del juego están y deben contar las intenciones: Argentina y Chile han sido dos selecciones que se han preocupado por alentar un juego ofensivo, alegre y por momentos espectacular. Están aquí, justo, por esos méritos.

Sobra decir que cualquiera de los dos puede levantar este sábado el trofeo de campeón de la Copa América. Lo que esperamos todos es que, en el trámite mismo partido, se desvelen algunas de las grandes condiciones que tiene cada uno de los protagonistas. Talento e imaginación, sobran.

Chile está por méritos propios en la final. Más allá de que juega en casa y más allá de cierta polémica sobre que los árbitros le han favorecido, el equipo de Vidal, de Alexis, de Vargas y de Valdivia ha tratado de jugar bien al futbol. Es un equipo que genera cualquier cantidad de oportunidades de gol, que toca el balón y que siempre piensa en la portería contraria y en ganar el partido.

Y Argentina no solo tiene uno de los planteles más poderoso del futbol moderno, tiene en Lionel Messi al mejor jugador del mundo y tiene otros futbolistas que han aprovechado la Copa para elevar su nivel competitivo: Di María, Pastore, Agüero, Higuain y Mascherano. Creo que lo más importante que hay que observar en esta selección argentina es un cambio de mentalidad con respecto a la que afrontó el Mundial del 2014, donde bajo la conducción de Alejandro Sabella, el equipo parecía siempre más preocupado por defenderse que por atacar. Esta Argentina ha recuperado parte del espíritu que alguna vez tuvo en los gloriosos días de Menotti y en la corriente que más tarde Bielsa y otros trataron de inculcarle. Un futbol que no pierde el orden, pero que siempre está decidido a ir hacia el frente.

Justo cuando la Copa América perdía condiciones en la cancha, apegado a más a aspectos controversiales, a la carencia de algunas figuras, al capricho y al miedo de los entrenadores y de sus planteamientos, Argentina y Chile aterrizan en una final que se antoja para convertirse en una jornada memorable de futbol, donde el trance, el desarrollo, la historia promete colocarse por encima de la pasión que conlleva al resultado.

@Faitelson_ESPN