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Houston, Houston... ¿Tenemos problemas?

El verano no pinta, por ahora, para la Selección Mexicana de futbol. Al bajo nivel de juego, se han unido lesiones de futbolistas importantes, una racha de siete partidos sin victoria y algunos rumores del regreso de futbolistas a las Américas, lo cual sin duda tampoco son buenas noticias para un futbol que quiere seguir creciendo. La suerte, de pronto, le ha cambiado a Miguel Herrera y la Copa Oro está a la vuelta de la esquina. Sin embargo, la "mejor medicina" está por aparecer: Cuba, Guatemala y Trinidad y Tobago.

LOS ANGELES -- El verano pinta desesperado y desesperante para el futbol mexicano. Las noticias no son buenas: lesiones, el fracaso en la Copa América, una cadena de juegos sin victoria, una selección que no encuentra el nivel de juego y algunos rumores que indican el regreso de "las Américas" de los futbolistas que hoy actúan en el futbol europeo. Es como si toda la suerte que alguna vez acompañó y cobijó a Miguel Herrera se le estuviera, esta vez, volteando.

Tomar a la ligera la baja de Javier "El Chicharito" Hernández en la selección mexicana de la Copa Oro no sería nada recomendable de acuerdo con las estadísticas históricas y con lo que en cuanto a personalidad y tamaños significa el futbolista, pero afirmar decididamente que las aspiraciones de México cambian en el torneo con su ausencia, también me parecería un juicio riesgoso.

Lo que queda claro es que el ensayo del miércoles por la noche en Houston le costó bastante caro a la selección mexicana de futbol.

No solo son los números -Hernández está muy cerca de igualar la marca de más goles en la historia de las selecciones mexicanas- también está el hecho de que "El Chicharito", bien o mal, es una de las pocas conexiones sólidas que México tiene con el futbol de las "Grandes Ligas" a la cual, aunque con poca regularidad, pertenece el futbolista. Tener a Javier Hernández en el túnel de salida de la selección mexicana en una Copa Oro significa ya algo distinto para el entrenador, para sus compañeros de juego y sobre todo para el rival en turno.

México había preparado un esquema de juego donde "Chicharito", ya sea acompañado por Carlos Vela, o por Giovani Dos Santos o incluso por Oribe Peralta, era prácticamente inamovible. Ahora, con pocos días por delante para debutar en el torneo, hay que buscar y rebuscar nuevas fórmulas.

Tampoco se puede generar una "cortina de humo" alrededor del acontecimiento en Houston. A México, a esta selección mexicana, le siguen faltando condiciones propias de juego, volumen futbolístico, entendimiento de líneas, capacidad para defenderse, organizar el juego y lanzar el ataque. Un par de postes de Carlos Vela, algo de dinamismo con base a lo que ofrecían volantes como Andrés Guardado y Héctor Herrera y hasta ahí nada más. La única garantía que tiene México ahora es que los rivales de la primera fase, de la ronda de grupos, son selecciones de una ambigua categoría, pero está claro que cuando la Copa crezca en intensidad y en responsabilidad, podrían aparecer Estados Unidos, Costa Rica, Panamá o la propia Honduras y ahí necesitará de otro tipo de condiciones que por ahora no ha logrado este equipo de Miguel Herrera.

Un verano, ciertamente, desesperado y desesperante. Las lesiones del "Chicharito" y de Moreno, los rumores indican que Giovani dos Santos está cerca de volver al continente para enrolarse con Los Angeles Galaxy, lo cual no es una noticia del todo alentadora para el futbol mexicano. Si a ello agregamos el pobre nivel competitivo, los siete juegos sin triunfo que liga la selección -tomando en cuenta la Copa América- veremos que la situación es poco favorable. La única ventaja en el horizonte es que siguen Cuba, Guatemala y Trinidad y Tobago, sin duda, una "buena medicina" ante la adversidad.

@Faitelson_ESPN