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México: la urgente necesidad de sentirse "solido"

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Ante las versiones periodísticas de que existían fracturas internas, la Federación Mexicana de Futbol se vio en la necesidad de emitir un boletín para afirmar que la selección está unida y mentalizada en la Copa Oro. La realidad es que las cosas no andan bien en el equipo de Miguel Herrera, al menos en la cancha. Fuera de ella, no sabemos, pero no somos capaces de garantizar nada. A horas del duelo crucial ante Costa Rica, México quieren enviar un mensaje de que aunque no tenga futbol, por ahora, sí tiene moral y fuerza para afrontar el juego...

TORONTO, Canadá.- Todos los futbolistas están "a muerte" con el entrenador hasta que echan al entrenador. Después, están "a muerte" con el que sigue...

Me inquieta, pero al mismo tiempo entiendo la urgente necesidad de los futbolistas de la selección mexicana de enviar un mensaje contundente --que no termina siéndolo-- de que están unidos, mentalizados y solidarios ante la empresa del fin de semana en la Copa Oro.

Más allá de los dimes y diretes a través de las redes sociales, queda claro que el partido de este domingo ante Costa Rica se gana, más que con futbol o algún destello individual, con fuerza y espíritu. Y México quiere mostrar que al menos en ese reglón, están completos.

El juego es una final adelantada para los dos. Costa Rica también tuvo una primera ronda llena de dudas y de carencias y quiere demostrar en esta Copa Oro que ha dado un paso definitivo para competir entre los mejores del área. Y México no puede permitirse tropezar el domingo. Sería un enorme fracaso, igualmente cuantificable en la parte económica que en la deportiva. Tras la dura eliminatoria del año pasado, donde tuvo que resignarse a jugar un repechaje en Nueva Zelanda --entre otras cosas, por un resultado adverso ante Costa Rica en la última fecha de la eliminatoria-- México quiere volver a mostrar que es el gran "mandón" de la Concacaf. Al mismo tiempo, de fracasar en el torneo, echaría por abajo un negocio televisivo que incluye y destaca la Copa de las Confederaciones del 2017.

El partido ante Costa Rica no se gana con clase y futbol porque, además de todo, ninguno de los dos, ni costarricenses ni mexicanos, han mostrado esas cualidades en la primera fase del torneo. El partido se gana con fuerza, con empuje, con corazón y... con "hue...".

No tengo forma de comprobar las informaciones del Diario mexicano Record sobre presuntas diferencias entre algunos jugadores del plantel y el entrenador, pero respeto siempre una investigación periodística y conociendo la historia, los antecedentes de las selecciones mexicanas, no la desestimo de golpe. Miguel Herrera ha sido famoso por generar buenos grupos a su alrededor, pero también está claro que aquí tiene que lidiar con futbolistas de otra clase, de otras condiciones y otros temperamentos y personalidades. Y que los resultados, en la cancha, no han sido, por esta vez, un aliado del entrenador y del grupo.

El ganador del partido del domingo en Nueva Jersey no solo comprará un boleto para las semifinales de la justa, también, de paso, saldrá poderosamente fortalecido para convertirse en el gran rival de los Estados Unidos. El perdedor, en cambio, tendrá un lunes desastroso. Si es Costa Rica, significaría que han retrocedido con respecto a lo que mostraron hace un año en Brasil y que la decisión de cambiar a un entrenador, de descomponer un proceso, fue uno de los grandes errores de la administración del señor Eduardo Li (hoy uno de los siete detenidos por la justicia en Suiza involucrado en el escándalo de la FIFA). Y si es México el de la derrota, pues habrá sido un fracaso, un terrible fracaso, capaz, insisto de medirse en consecuencias deportivas y económicas.

Lo de siempre: cuando a un equipo le falta futbol, talento y recursos, acude a una cuestión mental; a una fortaleza anímica y espiritual. Veremos, en las próximas horas, que tan bien anda este México en ese aspecto.

@Faitelson_ESPN