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#TBT: La transacción que nunca ocurrió

Charlie Finley es catalogado como uno de los dueños más controversiales en la historia de MLB. Photo by Jason O. Watson/Getty Images

Estamos cerca de la fecha límite para hacer cambios directos en las Grandes Ligas, que es el 31 de julio de cada año.

A tono con la época, hoy destacaremos en nuestra nueva edición del #TBT un suceso que causó mucha controversia, que tiene la peculiaridad de haber sido orquestado por uno de los dueños más controversiales en la historia de MLB, y que desembocó en la creación de nuevas reglas para regir las transacciones entre equipos en el béisbol.

El 15 de junio de 1976 (esa era la fecha límite para realizar cambios directos en esa época) Charlie Finley, como buen visionario que era, decidió vender al lanzador Vida Blue a los Yankees de Nueva York por 1.5 millones de dólares y a dos de las piezas más importantes de esos exitosos Atléticos de Oakland, Joe Rudi y Rollie Fingers, a los Medias Rojas de Boston por un millón de dólares, cada uno. Finley estaba consciente del impacto de la nueva figura de agente libre recién incorporada en el Convenio Laboral y decidió que era mejor obtener dinero por sus jugadores en ese momento a perderlos sin recibir nada a cambio al final del año.

Esas ventas estremecieron al beisbol y convirtieron inmediatamente a los Medias Rojas de un equipo excelente a uno prácticamente imbatible. Sin embargo, la alegría en los fanáticos de los patirrojos duro muy poco.

El 18 de junio de 1976, el comisionado Bowie Kuhn anuló esa venta de jugadores alegando que atentaban contra la integridad del juego al amenazar la confianza del público en la institución de MLB. Según Kuhn, si los equipos se dedicaran a vender talento como fuente de ingresos entonces muchos fanáticos perderían interés en seguirlos y eso al final afectaría a toda la industria.

De más está decir que Charlie Finley se molestó con la decisión de Kuhn y además de vilipendiarlo en la prensa inició acciones legales que no llegaron a ningún lado. El mal estaba hecho, las transacciones fueron anuladas y los jugadores regresaron a los Atléticos.

A partir de ese momento la aprobación de los cambios por parte del Comisionado dejó de ser una formalidad y eso incluye venta de jugadores por montos superiores a los 400.000 dólares ya que Kuhn no prohibió ese tipo de transacciones pero si les puso una barrera adicional que debe ser superada.

No es muy común ver al Comisionado anular transacciones en estos días ya que se respeta mucho la libertad de negociación. De hecho, muchas veces un cambio que parece totalmente desbalanceado en un momento con el paso del tiempo puede generar el efecto totalmente en contrario.

Pero el miedo está allí gracias a ese día en que a Charlie Finley se le ocurrió vender a sus estrellas.