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Nadie le corta las alas al cóndor

Mejor escenario que los Alpes no puede tener este escalador Getty Images

ALPE D'HUEZ - "Sabe escoger bien los momentos de su ataques, tiene un brillante futuro. Yo lo respeto mucho por su forma de correr. Es un protagonista de élite y un gran escalador", esas fueron las palabras que rindió Chris Froome sobre Nairo Quintana en la conferencia de prensa del ahora doble campeón del Tour de France. El único corredor que puso al límite al líder del SKY según su propio recuento fue el colombiano que armó la fiesta en la subida al Alpe d'Huez. En la última jornada donde se podían mover de alguna manera las posiciones de podio, el equipo Movistar trató desde temprano de sacudir no solo la fortaleza del equipo SKY sino la que mentalmente había mostrado Froome.

Más allá de lo que Nairo Quintana perdió en la etapa 2 de este Tour de France, el plan que siempre sostuvo Froome para tratar de hacer la diferencia en tiempo sobre Nairo fue atacar en La-Pierre-Saint-Martin. Tres semanas antes de que iniciara la ronda gala Chris fue con Nicholas Roche y el director Nico Portal a reconocer la etapa y ese mismo día decidió que esa subida sería el lugar dónde intentaría dejar su marca en la montaña. Froome ya sabía que Nairo atacaría en los Alpes y para poder albergar posibilidades tenía que tratar de crear una diferencia antes. Y aguantar con ella. En la primera semana cada uno de los candidatos fueron susceptibles a perder tiempo por el trazado pero el SKY guardó en buena posición a su capitán en las primeras 9 jornadas. Sacar segundos en algunas etapas, dijo Froome, había sido cuestión de ser consistente en las llegadas. O sea que Chris siempre planeó una estrategia de defensa más que de ataque sabiendo la calidad de escalador al que tendría que enfrentar en la durísima tercera semana.

Pero más allá de los cálculos y de los vatios en el camino, el ciclismo vivió una emotiva página cuando, remando contra el tiempo cedido, Nairo Quintana habló con las piernas en las rampas del Alpe que deja huella de sus conquistadores en cada una de las 21 curvas. En esa fórmula tan bonita que se dio en el camino uniendo la causa de dos colombianos gracias a la valentía y fortaleza de Winner Anacona, uno de los más activos gregarios en las 19 jornadas anteriores. Winner puso su mejor exhibición en escalada al lado de un ídolo joven al que solo le lleva un año, uno que también es un compañero de entrenamiento en los campamentos naturales de altura que viven los dos en su vida cotidiana en Tunja y sus alrededores, de un amigo que lo recomendó no solo a formar parte del equipo sino de la novena de este Tour de France. Ver a los dos colombianos subiendo por una causa común más grande que sus propias individuales fue algo tremendamente emotivo para muchos incluida a esta servidora, sin olvidar el granito de arena que José Serpa (LAM) dejó en la mesa cuando pudo ofrecerlo a su compatriota.

La madera de Nairo está compuesta por fibras de campeón y fue un agridulce sensación verlo luchar contra el cronómetro, tomar el vuelo y vencer rampas muy duras para además buscar la victoria de etapa que no se pudo cristalizar. Pero el espectáculo sigue vivo en las pupilas de los millones que lo atestiguaron en carretera y por televisión. Esos son los ídolos del ciclismo, los que lo ponen al aficionado a manotearle a la pantalla como si estuviera corriendo y gritando al lado del mejor escalador de este Tour de France. Puede ser que el maillot de lunares quedó 10 puntos lejos de Nairo Quintana por la regularidad de Froome en las subidas, pero de poder a poder en los Alpes hubo uno que ganó las últimas dos batallas y recortó 1:52".

Froome sintió llegar al límite en Alpe d'Huez y quizás otros hubieran podido claudicar. Pero el británico se aferró a los pensamientos de sacrificio de entrenamiento y de lo que sus compañeros tuvieron que resistir cuidando su liderato durante dos semanas y media. Al final una respiración afectada por el cansancio acompañó al maillot jaune hasta cruzar la meta en quinto lugar cuando Alejandro Valverde le ganó la linea en la meta de la etapa 20.

Nairo resumió su segundo lugar: "Hemos luchado cuanto hemos podido para intentar recortar la diferencia, con una estrategia de ataque de lejos, moviéndonos en la Croix de Fer, aunque allí no ha podido ser y hemos tenido que darlo todo en la subida final. Winner Anacona me ha hecho un grandísimo trabajo, subiendo muy fuerte durante gran parte de la subida, y todo el equipo en general desde la salida me ha apoyado bastante, pero no ha podido ser.

Me voy con un buen balance. He perdido el Tour en la primera semana, pero me llevo las cosas buenas: tengo un gran equipo, siempre me ayudaron y me apoyaron y estamos muy contentos. Será diferente el próximo año. ¿Alejandro? Me alegro muchísimo, muchísimo por él. Es un pódium que ha buscado casi toda su vida deportiva y hoy lo ha conseguido. Hay mucha gente que no sabe el corredor que es: te gana de enero a diciembre, carreras de una semana, de un día... y hace podium en carreras de tres semanas. Una década lleva a este ritmo y mucha gente no lo valora y lo critica tanto. Es un grandísimo corredor y una maravillosa persona".

Gracias Nairo por el espéctaculo y demostrar que de este lado del mundo los grandes nunca se dan por vencidos.