No es quizá el futbol que sueñan los aficionados mexicanos, pero en una época de contingencia -otra de las muchas que ha tenido el futbol mexicano- México encontró la forma de competirle a una potencia como Argentina y mostró, a poco más de 30 días del choque ante Estados Unidos, que está listo para competir por el boleto a la Copa de las Confederaciones. Por ahora, con esto le alcanza a México. Después, quién sabe...
DALLAS -- Sin protagonismo, sin demasiado lucimiento y sin exceso de armonía entre sus líneas, México encontró la forma de competir y ello pareció ser suficiente ante una potencia como Argentina durante la segunda noche del interinato de Ricardo 'Tuca' Ferreti.
A poco más de 30 días del crucial juego ante Estados Unidos, México comprobó y se comprobó asimismo que puede pelear por el boleto a la Copa de las Confederaciones aún en una época de contingencia como la actual, donde se ha vuelto a descomponer el proceso de un entrenador.
Qué si fue mejor que Argentina, no lo sé. Qué si esta forma de jugar es la que le gusta al aficionado mexicano, tampoco lo sé. Qué si con esto se puede ganar el boleto a la Confederaciones y un sitio en el Mundial de Rusia 2018, creo que sí.
Individualmente y cuando encontró modos para desprenderse con velocidad hacia el frente, México tuvo pasajes interesantes en el pletórico e imponente estadio de los Vaqueros de Dallas. Empezando por Moisés Muñoz, quien a pesar de un error que significó el despunte argentino para la igualada, tuvo una noche valerosa y siguiendo con el capitán Rafael Márquez -pese a su veteranía mantiene un nivel de excelencia en la cancha- Andrés Guardado, Héctor Herrera, 'Gallito' Vázquez, Miguel Layún y Raúl Jiménez, México tuvo parajes destacados de acuerdo con las nuevas características que en poco tiempo ha podido aportar el entrenador interino. Y hasta ahí nada más, porque tampoco podemos sentirnos "satisfechos y salvados" con un un equipo que mostró algunas condiciones destacables en un partido de preparación.
A esta selección, habrá que agregarle los nombres de Giovani y Jonathan Dos Santos, el de Jesús 'Tecatito' Corona y el de Oribe Peralta y listo, a batirse ante Estados Unidos -que tuvo una amarga noche ante Brasil en Massachusetts- en un duelo que luce parejo parejo y donde cualquier cosa puede suceder.
Queda un nuevo sabor amargo en el aficionado mexicano porque sienten que otra vez México estuvo cerca de ganar el partido y no lo hizo. Y estoy de acuerdo que más allá que no había nada en juego, a Argentina, a la selección numero "1" de la FIFA, a la vigente subcampeona mundial, al equipo de Messi, hay que ganarle siempre que se pueda. Pero aún así, me parece que lo más importante de la jornada en Dallas era probar los alcances competitivos de esta selección y en ese rubro no prevalecieron las dudas.
Ya habrá tiempo, supongo, una vez que termine el interinato y se defina al nuevo entrenador y a los nuevos planes, de preguntarnos cuál es el estilo y las condiciones de juego que mejor le convienen a una selección mexicana. Por hoy, con esto alcanza, mañana, quien sabe...