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¿Qué pasará con los Astros y su intento por llegar a los playoffs?

A finales de la temporada 2006 -quizá en el último fin de semana-me topé con un par de scouts en el aeropuerto, en una época donde los visores estaban en plena preparación para la postemporada y se cuestionaban unos a otros acerca de lo que habían visto.

Ellos trabajaban para diferentes equipos, pero ambos coincidieron que si los Cardenales de San Luis lograban colarse a los playoffs, ellos no tendrían ninguna posibilidad de hacer daño en octubre porque jugaban muy mal.

Los scouts coincidieron que los Cardenales lucían exhaustos, y uno de ellos agregó una predicción: Si San Luis ganaba un solo juego en postemporada, él estaría sorprendido.

Un mes después, los Cardenales festejaron en su campo, luego que Adam Wainwright ponchara a Brandon Inge para el último out de la Serie Mundial.

La lección que aprendimos de los Cardenales de 2006 -que solamente ganaron 83 juegos en la campaña regular-es que todos los jugadores y equipos son capaces de hazañas históricas en dosis pequeñas.

Por eso, no podemos descartar a los Astros de Houston de 2015, que lucen exhaustos, que tienen a peloteros jóvenes como Carlos Correa lidiando con un esfuerzo de 162 juegos por primera vez y también lidiando con la presión de la lucha por el banderín por primera vez. Los Astros han sido vapuleados en Texas las últimas tres noches, y ya cayeron del primer lugar, además de que no han ganado juegos consecutivos por primera vez desde el 25 y 26 de agosto.

Ellos quizá se recuperen.

Pero su colapso ha creado una enorme oportunidad para los equipos que los persiguen... si alguno de esos equipos puede aprovechar dicha oportunidad.

Un poco de contexto: De acuerdo a FanGraphs, las posibilidades de Houston de ganar la División Oeste de la Liga Americana son de apenas 39.2 por ciento, de 39.2 por ciento para quedarse con uno de los comodines, y de alcanzar la postemporada de 78.5 por ciento.

Y parece que los Astros tienen el calendario más fácil -en el papel-con una estancia de nueve juegos en casa a partir del viernes, y con unos cuantos duelos ante equipos que no contienden como Oakland, Seattle y Arizona.