El Clásico se aferra a los 'miedos'. El equipo que mejor esconda sus 'miedos' (porque tanto el América como las Chivas los tienen), podría terminar favorecido por el sábado que propone el futbol mexicano.
LOS ANGELES, CA.-- Moisés Muñoz, el capitán y portero del América, ha vertido lo que me parece la declaración más inteligente alrededor del ansiado partido: "Espero que Chivas venga con intenciones de ganar". Yo, simplemente, agregaría: Y el América también, Moisés, el América también, porque dentro de su estado, en apariencia mucho más saludable y enriquecido que Chivas, está obligado a salir y a protagonizar en este clase de partidos. Los Clásicos, ganar los Clásicos, es una asignatura impostergable para el aficionado americanista.
El miedo puede traducirse en una presión. ¿Quién tiene más de esa presión? Yo creo que los dos, porque 'el precio' por perder un Clásico es altísimo y porque cada quien, a su manera, afronta esa presión. Las Chivas en una situación atípica de su historial futbolístico, donde cada punto es valioso para poder alejarse de una zona a la que no corresponde su esencia y su nivel.
El Guadalajara no tiene tiempo que perder, mucho menos ante el 'odiado' rival deportivo, que más allá de los tres puntos, le significa un envión moral para continuar con la lucha más agobiante y dramática de su historia como club de futbol.
Y el América también tiene presión. Debe confirmar lo que la campaña de Ignacio Ambriz ha reflejado en la cancha: un equipo ordenado, que recibe pocos goles, que ataca con prudencia y que sin ser del todo espectacular, guarda un equilibrio preciado. Pero este América se siente mejor que Chivas en todos los renglones, algunos expertos, y también aficionados, creen que el sábado puede producirse en el Azteca un choque desproporcionado que nos conduzca a una marcador de excesivo abuso. Ese América que es tan favorito también debe sentir presión.
Olvídense del futbol, porque la diferencia en los Clásicos no suele marcarla el futbol. Los Clásicos se ven sellados por aquel equipo que ponga más entrega, más ambición, más deseos, más espíritu, más corazón, más "huevos"... Y ello, sin duda, es capaz de equilibrar a Chivas antes del partido.
El 'miedo". Veremos quien lo esconde mejor. El América tiene la obligación de salir a tomar el balón, de protagonizar el juego, de atacar y de buscar los goles. Y Chivas tiene también sus obligaciones, entre otras, no empequeñecer en el Azteca, guardar un buen orden, salir con inteligencia y de buscar la portería contraria. El Clásico es una suma de miedos donde aquel que sea más valiente terminará estableciendo condiciones.