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Decisivo el aporte latino en triunfo de Cubs

Dos veces golpeó San Luis y otras tantas respondió Chicago para conseguir su primer boleto a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en 12 años y todo eso fue posible gracias a la gran contribución de sus peloteros latinoameicanos.

Los Cachorros se recuperaron de un jonrón de dos carreras en la primera entrada y un dramático empate en el sexto acto para vencer 6-4 a los Cardenales en el Wrigley Field de Chicago en el cuarto juego de su Serie Divisional. Los pupilos de Joe Maddon viajarán a Nueva York o Los Ángeles para el inicio de la final del viejo circuito, que arranca el sábado.

Los Cachorros sentenciaron una serie de postemporada en casa por primera vez en su historia de 140 años y disputarán el derecho de representar su liga en la Serie Mundial por cuarta ocasión y primera desde el 2003. No disputan el Clásico de Otoño desde 1945 y no lo ganan desde 1908.

"Me siento muy feliz por esta ciudad, esta organización", dijo el inicialista Anthony Rizzo a la televisión luego del partido. "Los fanáticos se lo merecen. Queremos que toda la ciudad lo disfrute, se lo merecen" agregó Rizzo, quien pegó el batazo ganador del encuentro.

Los peloteros latinoamericanos de los Cachorros jugaron un rol estelar en la serie, especialmente en el juego que probó ser el decisivo.

El torpedero puertorriqueño Javier Báez bateó un jonrón con dos compañeros a bordo para liderar un rally de cuatro carreras en la segunda entrada, que borró una ventaja 2-0 de San Luis. El inicialista Stephen Piscotty descargó jonrón con uno a bordo en el cuarto lanzamiento del juego del derecho Jason Hammel para poner arriba a los Cardenales.

San Luis, que había participado en las últimas cuatro finales de la Liga Nacional y tenía cinco victorias victorias seguidas cuando enfrentaban la eliminación en Series Divisionales, empataron el encuentro 4-4 y casi tomaron la delantera en el sexto inning.

Lanzando el relevista Trevor Cahill, el receptor dominicano Tony Cruz bateó doblete que puso el juego 4-3 y emergente Brandon Moss siguió con metrallazo al jardín derecho que impulsó al dominicano Jhonny Peralta con el empate, pero Soler hizo un tiro perfecto al plato para poner out a Cruz.

Con dos outs y las bases limpias en el cierre de ese mismo episodio, Rizzo bateó jonrón por segunda noche seguida para poner a los Cachorros en ventaja 5-4. En la entrada siguiente, y también contra el relevista Kevin Siegrist, el jardinero Kyle Schwarber descargó un batazo enorme contra la nueva pizarra en el jardín derecho para aumentar a 6-4 la ventaja.

En lo adelante, el hermético bullpen de los Cachorros --de mayoría latinoamericana-- se encargó de cerrar las puertas a los peligrosos Cardenales. El dominicano Fernando Rodney sacó dos outs en el séptimo y su compatriota lanzó una perfecta octava entrada con dos ponches y el cerrador venezoano Héctor Rondón permitió un hit, pero cerró el juego ponchando a Piscotty.

"Un tiro asombroso, probablemente la jugada de la serie", dijo Rizzo sobre el disparo del cubano Sole, quien se fue en blanco en tres turno y negoció un boleto, un día después de alcanzar bases en cuatro oportunidades. Soler bateó .571 en la serie.

Rizzo es el primer jugador de los Cachorros que batea un jonrón para tomar la delantera de un partido de playoff de la sexta entrada en adelante.

Hablando de jonrones. Chicago, que impuso un récord de postemporada con seis jonrones en el juego 3 el lunes, es el primer conjunto de la Liga Nacional con tres o más vuelacercas partidos consecutivos desde los Filis de Filadelfia en la Serie Mundial del 2008 contra los Rays de Tampa Bay.

Chicago bateó siete jonrones en 14 juegos en sus tres apariciones previas en las Series Divisionales. Contra San Luis despachó 10 en cuatro choques.