Para dos de los llamados 'grandes' como Chivas y Cruz Azul, el torneo coopero puede no significar mucho, pero tienen la obligación de competir cabalmente por él y buscar el trofeo a como dé lugar. El precio por ganar la Copa es incomparablemente inferior a las críticas por perderla. Y eso lo saben bien Matías Almeyda y Tomás Boy y los futbolistas de ambos planteles.
LOS ANGELES, CA. -- El América presume cinco trofeos en sus vitrinas de Coapa y Chivas es el equipo con más victorias en la historia del torneo. La Copa del futbol mexicano que, en algún momento, perdió cuerpo, buqué, sabor y prosapia, vuelve a aparecer ahora como una plataforma de salvación para algunos. La pregunta es: ¿Puede ser suficiente con eso?
Por un lado, las necesidades de Chivas y de Cruz Azul parecen mayores, pero por el otro, la Copa reparte como premio un boleto para la Copa Libertadores y como "equipos grandes", que representan historia y pasión, ganar un trofeo nunca está de más.
Hace un par años, el Cruz Azul, dirigido por Guillermo Vázquez, fue a la cancha de Cancún para vencer al Atlante en penaltis y llevarse el trofeo. ¿Logro ello saciar la sed de sus aficionados? Chivas jugó la última final del certamen coopero, mismo que perdió en Puebla: ¿Recordaran sus aficionados un sub-campeonato? ¿Hubiese cambiado aquel título el destino del Chepo de la Torre y de algunos de sus futbolistas?
La Copa no es, de ninguna manera, una mala idea. Todos los torneos de jerarquía en el futbol internacional tienen un campeonato que al margen de su competencia estelar le permite a la Liga medir su competencia interna y darles oportunidad a equipos de las divisiones inferiores a que tengan cierto provecho deportivo y económico.
Chivas está es un momento delicado del torneo. Ha mejorado con el último cambio de entrenador, pero debe ganar los puntos suficientes en el resto del torneo para asegurarse un lugar en la liguilla.
Cruz Azul, por otro lado, está prácticamente eliminado de la liguilla. El torneo de Copa le puede ayudar para encontrar, finalmente, el futbol que se le ha negado, para depurar la lista de los jugadores que deben irse o quedarse en diciembre y hasta probar si Tomas Boy es el personaje adecuado para realizar el trabajo de entrenador.
Ambos, Chivas y Cruz Azul tienen la obligación de salir a ganar estos partidos, sin que ello signifique que habrán salvado nada o que habrá logrado el competido de su temporada. La Copa termina estorbándoles a esta clase de equipos, porque el precio por ganarla es incomparablemente inferior a las críticas por perderla. Pero eso es algo que no es escoge. Cruz Azul y Chivas son dos equipos que deben pensar en levantar trofeos, siempre, siempre y a pesar del estado en que se encuentren.