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Griffey al seguro, Hoffman en dudas

AP Photo/Bill Chan

Ken Griffey Jr debe entrar sin problemas en su primer año de elegibilidad al Salón de la Fama de Cooperstown, que este lunes dio a conocer su lista de candidatos.

Salvo el extraordinario jardinero que jugó 22 temporadas con los Marineros de Seattle, los Rojos de Cincinnati y los Medias Blancas de Chicago, el único con méritos suficientes para recibir la llamada a la inmortalidad es el taponero Trevor Hoffman, primero en superar la barrera de los 600 salvamentos.

El Junior dejó números de lujo, con .284 de average, 2,781 hits, 630 cuadrangulares y 1,836 carreras impulsadas.

En 13 ocasiones estuvo en Juegos de Estrellas, ganó diez Guantes de Oro y siete Bates de Plata, fue Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1997 y en cuatro oportunidades fue el máximo jonronero del joven circuito.

Pero sobre todo, esos logros los consiguió sin que se cerniera jamás sobre él la sombra de los esteroides.

En el caso de Hoffman, sus 601 salvados en 18 años de carrera deberían ser suficientes para ganarse un nicho en Cooperstown.

El apagafuegos inició su andar por las Mayores con los Marlins de la Florida en 1993, pero fue rápidamente transferido ese mismo año a los Padres de San Diego, con los que lanzó hasta el 2008.

En ese lapso, los Padres solamente tuvieron récord ganador en cinco campañas, lo que hace más meritorio su trabajo para asegurar victorias.

Terminó su carrera con los Cerveceros de Milwaukee, con quienes estuvo en 2009 y 2010.

En 1,035 juegos trabajo 1,089.1 innings, con 1,133 ponches y efectividad de 2.87.

Pero históricamente, los votantes de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) han sido reticentes a elegir relevistas en su primer año, algo que si no consigue Hoffman, sólo debe lograr el panameño Mariano Rivera, cuando le toque en el 2018.

Pero la entrada al Salón de la Fama va más allá de los méritos de cada candidato y mucho tiene que ver con el momento.

La ausencia de otros aspirantes de gran peso en esta clase del 2016 podría abrirle las puertas a Mike Piazza, quien se quedó corto por 28 votos el año anterior y recibió 69.9 por ciento, apenas 5.1 puntos por debajo del 75 por ciento requerido.

La palabra es timming. Eso fue lo que facilitó la exaltación a Cooperstown en el 2012 de Barry Larkin, campocorto de los Rojos de Cincinnati entre 1996 y 2004.

Larkin fue un gran jugador y eso nadie lo pone en duda, pero sus números no habrían sido suficientes para entrar al Salón de la Fama si hubiera tenido mayor oposición ese año.

Con 2,340 imparables, 198 bambinazos y 960 remolcadas jamás hubiera sido considerado si en su primer turno en la boleta hubiera coincidido con una clase como la del pasado año, en la que entraron monstruos como Pedro Martínez, Randy Johnson y John Smoltz.

Los resultados se anunciarán el 6 de enero. La boleta completa la componen Garret Anderson, Brad Ausmus, Jeff Bagwell, Barry Bonds, Luis Castillo, Roger Clemens, David Eckstein, Jim Edmonds, Nomar Garciaparra, Troy Glaus, Ken Griffey Jr., Mark Grudzielanek, Mike Hampton, Trevor Hoffman, Jason Kendall, Jeff Kent, Mike Lowell, Edgar Martínez, Fred McGriff, Mark McGwire, Mike Mussina, Mike Piazza, Tim Raines, Curt Schilling, Gary Sheffield, Lee Smith, Sammy Sosa, Mike Sweeney, Alan Trammell, Billy Wagner,Larry Walker y Randy Winn.