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Novatos del Año LA: Correa debe ser favorito sobre Lindor y Sanó

Cualquiera que gane el premio de Novato del Año en la Liga Americana, está garantizado que por segundo año seguido recaerá en uno de los nuestros.

Luego de que el cubano José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago, lo consiguiera por unanimidad en el 2014, esta vez lo disputarán los puertorriqueños Carlos Correa (Astros de Houston) y Francisco Lindor (Indios de Cleveland) y el dominicano Miguel Sanó (Mellizos de Minnesota).

Los tres sobresalieron en su primera campaña en las Mayores y dieron muestras de que estamos en presencia de jugadores que llegaron para brillar por largo tiempo, siempre y cuando la salud los acompañe.

Pero en honor a la verdad, la batalla será entre los dos boricuas, y si acaso, Lindor podría lograr arañarle algunos votos a Correa.

Sanó, de 22 años, debutó una temporada más tarde de lo esperado, luego de que una lesión lo obligara a perderse todo el 2014.

Antes del inicio de esa contienda, el quisqueyano era considerado el sexto mejor prospecto de todas las Grandes Ligas y aunque con un año de retraso, confirmó los buenos informes de los observadores.

A pesar de sus buenos números como sus 18 cuadrangulares y 58 carreras impulsadas, jugó apenas 80 partidos, menos de la mitad del calendario regular, mientras que Correa y Lindor lo hicieron en 99 encuentros cada uno.

Además, se desempeñó en 69 de esos 80 juegos como bateador designado y solamente en 11 trabajó a la defensiva, aspecto que si bien no decide, le resta puntos ante los votantes.

Lindor, quien cumplirá 22 años el sábado 14 de noviembre, tuvo un cierre de temporada impresionante, que le permitió acercarse en muchos aspectos y superar en otros a Correa.

El campocorto de los Indios debutó el 14 de junio y tras dos semanas de ajustes a las exigencias de las Grandes Ligas, comenzó a producir con el madero al punto de promediar para .346 desde el 1 de agosto hasta el final de la temporada.

En total bateó para .313, con 122 imparables en 390 turnos, 22 dobletes, cuatro triples y 12 cuadrangulares, 50 anotadas y 51 remolques, además de robar 12 bases en 14 intentos.

Eso le hubiera bastado, de no haber sido por Correa. El campocorto de Houston es la figura en torno a la cual un equipo tan joven y prometedor debe aglutinarse.

El muchacho que recién cumplió 21 años el 22 de septiembre es sencillamente un fenómeno.

Su estreno en las Mayores tuvo lugar seis días antes que el de Lindor, el 8 de junio. Una noche más tarde ya había conectado el primero de sus 22 bambinazos.

En total promedió .279, con 108 hits en 387 veces, 22 biangulares, un triple, 22 vuelacercas, 68 impulsadas y 52 anotadas, con 14 estafas en 18 ocasiones.

Y como si esas cifras no fuesen suficientes, Correa fue clave en un equipo que avanzó a la postemporada, algo que no consiguieron ni los Indios de Lindor, ni los Mellizos de Sanó.

La pregunta en este caso no es si Correa ganará o no el premio de Novato del Año de la Liga Americana. La interrogante es si lo obtendrá por unanimidad, como hizo Abreu en el 2014.