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Bannister tumba a Hinch y Maddon hace historia

Jeff Bannister le ganó la pulseada a A.J. Hinch en la votación de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA), como mismo hizo en la temporada regular.

Bannister fue nombrado Manager del Año en la Liga Americana, luego de comandar a los Vigilantes de Texas al título de la División Oeste del joven circuito, con 112 puntos y 17 votos de primer lugar, para desbancar a Hinch, como su equipo hizo con los Astros de Houston en el último mes de la campaña.

El de los Astros consiguió 82 puntos, con ocho votos de primer lugar, mientras que Paul Molitor, de los Mellizos de Minnesota, quedó tercero.

El premiado dedicó el galardón a toda la organización y con razón: si la gerencia no hubiera traído un refuerzo de lujo como el zurdo Cole Hamels antes de la fecha límite de canjes del 31 de julio, difícilmente los Vigilantes hubieran podido darle alcance a Houston.

Pero Hamels, con siete triunfos y un solo revés en 12 aperturas, fue el verdadero as que necesitaba una rotación que había perdido a Yu Darvish por todo el año y tuvo a los zurdos Derek Holland y Martín Pérez limitados por lesiones.

El 31 de julio, Texas marchaba a ocho juegos detrás de los Astros. Dos meses después terminaron con ventaja de dos rayas, tras ganar 37 de los últimos 58 partidos.

Por su parte, Joe Maddon, de los Cachorros de Chicago, se llevó el premio de Manager del Año en la Liga Nacional.

Para Maddon es su tercer galardón, pues ya lo había ganado en el 2008 y 2011 en la Liga Americana con los Rays de Tampa Bay.

Asimismo, es el primero en ganarlo en ambas ligas desde que lo hiciera Bob Melvin con los Diamondbacks de Arizona en el 2007 y los Atléticos de Oakland en el 2012.

Sólo otros cinco mentores consiguieron ganar galardones en ambos circuitos, entre ellos los miembros del Salón de la Fama Bobby Cox y Tony LaRussa. Completan la lista de lujo Jim Leyland, Lou Piniella y Davey Johnson.

El director de los Cachorros fue un artista a la hora de manejar un grupo de jóvenes talentosísimos, que necesitaban de un educador para dar el primer paso hacia la consolidación como un candidato permanente para lograr grandes cosas a futuro.

Kris Bryant, Addison Russell, el boricua Javier Báez, el cubano Jorge Soler y Kyle Schwarber son un botón de muestra de todo el potencial de unos Cachorros que ganaron 24 juegos más que la temporada anterior.

Chicago entró a los playoffs como segundo comodín del viejo circuito, al competir en la que quizás haya sido la división más dura de todo el béisbol.

Sólo los Cardenales de San Luis (100) y los Piratas de Pittsburgh (98) ganaron más juegos que los Cachorros (97).

Con esos 97 triunfos, la novena de Chicago hubiera liderado cualquiera de las otras cinco divisiones de ambas ligas.

El premio a Maddon se suma el de Novato del Año que recibió 24 horas antes Kris Bryant. Y si Jake Arrieta consigue el Cy Young de la Liga Nacional, los Cachorros coparían tres de los cuatro grandes premios de la temporada.

Arrieta compite contra dos serpentineros de Dodgers de Los Ángeles, el derecho Zack Greinke y el zurdo Clayton Kershaw