El bloque conformado por Chiapas, Puebla y Veracruz amenaza a los claros contendientes. Se trata de tres equipos sin los grandes presupuestos, ni los grande reflectores, ni las grandes pasiones, pero que dentro de sus limitaciones, han hecho más que lo suficiente para sentirse con el derecho de protagonizar una liguilla por el campeonato mexicano. ¡Cuidado con ellos! Son tres clubes que como indica la trillada frase: "Tienen mucho que ganar y nada que perder...".
LOS ANGELES, CA.- Hay "otra liguilla" dentro una misma liguilla: tres equipos que se han metido a la lucha por el campeonato mexicano sin que nadie diera nada por ellos. Tres desamparados, huérfanos, casi hambrientos, que alcanzaron el lugar que otros no merecieron y que hoy son más peligrosos que nunca, porque no tienen obligación de nada, porque no tiene a nadie a quien rendirle cuentas y porque no pagarán un precio muy alto si fallan. La trillada reflexión es más cierta que nunca: tienen mucho que ganar y nada que perder
¿Chiapas, Puebla y Veracruz peleando por el titulo del futbol mexicano? Sí... Y lo van a hacer, lo pueden hacer y nadie debe sorprenderse por ello.
Goles, volteretas, partidos jugados a tope, emociones y esa cuota de irregularidad que algunos llaman o confunden con "equilibrio" fueron el resultado de las 17 fechas que planteó el torneo mexicano en su fase regular. Lo que viene, se supone, debe ser aun más espectacular, más profundo y más atractivo. ¿Realmente lo será?
Las liguillas del futbol mexicano siempre han sido una buena oportunidad para que algunos hagan lo que dejaron de hacer durante la campaña o para, en otro sentido, no cumplir con la exigencias de un mini-torneo que se jugaba a matar o morir, a goles, con poco tiempo, nada de oxigeno y la necesidad impetuosa de ir hacia al frente y de no especular. A partir de ahí, esta el secreto de una liguilla. Aquellos equipos, jugadores y entrenadores que empiecen a hacer cálculos, a cuidarse demasiado, a detenerse en un terreno contemplativo podrían pagar caras las consecuencias.
Cada invitado a la "Fiesta final" del futbol mexicano parece tener un papel que desempeñar. Si alguno decide por si mismo o por las circunstancias de la competencia salir de su encomienda, podría pagar muy caro las consecuencias o quizá sorprender a todos hasta conseguir lo impensado. Así son las liguillas: extrañas, caprichosas, volubles y mágicas.
Pumas es el claro favorito, seguido del Toluca, los dos equipos de mayor regularidad. El León podría salir revitalizado de su duelo de cuartos de final ante el América. Tigres tiene al mejor plantel y al entrenador más experimentado. Chiapas ha sido una agradable sorpresa. Puebla y Veracruz han ganado ya con estar aquí. Pero hay "otra liguilla" en curso, la que establece el "morbo" de echar al rico, al poderoso, al influyente, al favorecido, al equipo amado y odiado. Eliminar al América podría seguir siendo uno de los "grandes premios" de las fases finales del futbol mexicano, aunque, esta vez, ese América, no signifique ninguna garantía en el campo de juego.
La marca registrada de la liguilla mexicana debe ser el riesgo. Aquellos equipos que jueguen sin presión pueden transformarse en peligrosos conforme avancen los minutos en el campo de juego. Y en el "pelotón" de los elegidos parecen algunos clubes que no parecen tener o jugar con demasiada "presión". Chiapas, Puebla y Veracruz han hecho una temporada muy buena y son diferentes al resto de los contendientes porque su inversión y sus planes iniciales no parecían alcanzar para luchar por el título. Hoy, están cerca de hacerlo y tiene una gran y al mismo tiempo relativa ventaja sobre Pumas, Tigres, León, América y Toluca. Ellos juegan sin presión, sin la angustia de nada y ello, en lugar de debilitarlos, los hace más fuertes, más peligrosos y más temibles.
El Jaguares de Lavolpe ha logrado una campaña impensable para un equipo que primero, tiene problemas económicos y que de acuerdo con algunas informaciones es una franquicia en venta. Avilés Hurtado, Romero, Vidangossy, Silva, Armenteros, Venegas, Muñoz, Rodríguez... ¿Dígame usted si Lavolpe no ha hecho un milagro mientras el pago de las quincenas con los sueldos de los futbolistas se atrasaban? El Puebla, que por cierto es hermano, primo, socio o quien sabe qué del Chiapas, también ha logrado bajo la conducción de Pablo Marini una campaña por encima de sus expectativas reales, donde futbolistas como Luis Gabriel Rey, Matías Alustiza y Christian "El Hobbit" Bermúdez han hecho un gran trabajo y otros de un perfil más bajo como el caso de Luis Robles, Oscar Rojas y Francisco Gutiérrez han cumplido con un club cuya pretensión más importante era y sigue siendo el alejarse de los temas del descenso. Y qué me dicen del Veracruz, un equipo bien dirigido por Carlos Reinoso que cuenta con algunos de los extranjeros más y mejor cotizado en el futbol local ++Julio Furch, Juan Albín, Peñalba, Villalba y Meneses++ y que se ha vuelto a meter a instancias finales del campeonato.
¡Cuidado con ellos! Son almas perdidas, que han encontrado la manera d revitalizarse. Tienen entrenadores, tiene futbol, tiene un fuerte sentido procedencia con sus aficiones y pueden sorprender a cualquier. El sur del futbol mexicano, el sur de una liguilla que tiene mucho que ganar y nada que perder...