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Pumas y América: dos fórmulas distintas...

Universidad ha recurrido, más o menos, a la antigua esencia de la casa: combinar jóvenes con refuerzos extranjeros mientras que el América se ha hecho otra vez con base a lo que pregona la filosofía de Ricardo Peláez: comprar, "arrebatarle" a otros clubes de la propia Liga MX lo mejor que tienen y hacerlo funcionar en un equipo de las exigencias del América. Cada fórmula es válida y al mismo tiempo valerosa, pero la de Pumas parece estar mucho más cerca de sus raíces, de sus apegos y de sus aromas más sagrados. ¿Lo convierte eso en favorito para eliminar al América y pasar a la final del campeonato?

LOS ANGELES, CA.- Pumas y América se conocen demasiado bien. Desde sus mayores atributos hasta sus más grandes defectos, pero la gran diferencia en una temporada triunfal para ambos podría radicar en el estilo que han utilizado para alcanzar el éxito: Pumas, apegado a su fórmula histórica. Y el América, el América apegado a la filosofía de Ricardo Peláez, la de aprovechar la "cosecha" que otros "sembraron".

Los mayores problemas de Pumas y de América podrían no estar ni el jueves ni el domingo. El "día después", el amanecer, que para uno de los dos marcará un fracaso de temporada: haber quedado eliminado en semifinales y haber sido derrotado por el acérrimo rival tendría que ser el temor principal de ambos clubes. Está claro que ni para Pumas ni para el América basta un acercamiento a la final. Para Pumas y para el América, de acuerdo con lo que dicta su historia, sus colores y su camiseta, el título es casi una obligación, pero esa necesidad imperiosa, sin duda, se acrecienta cuando ambos coinciden en un duelo sin mañana en instancias mayores del campeonato.

Pero volvamos a la "fórmula" que logró conducirles hasta aquí. Puede que ahí encontremos la solución para un duro, cerrado y difícil encuentro de futbol. Hasta el día de hoy, a horas de que comience la "gran batalla", ningún experto se atreve a decantarse por un sólido favorito. Hay cierto cuidado, reserva para definir quién puede salir airoso de esta eliminatoria. En Pumas hay que admirar que han hecho un trabajo impecable, otra vez, para combinar su cantera -la base siempre del futbol de Universidad- con refuerzos extranjeros que han terminado funcionando en el campo de juego. Antonio Sancho fue uno de los principales "culpables" de la posibilidad de volver a esas condiciones. El otro gran aporte lo ha puesto, sin suda, Guillermo Vázquez. Pumas volvió a la bases de su historia y ello le garantizó volver también al sitio que merece su club y sus aficionados. Del otro lado, está el América, que en Ricardo Peláez ha tenido al personaje ideal para volver con fuerza en la última época: dos títulos, un sub campeonato y un título de la Concacaf que le valdrá para jugar la próxima semana por el Mundial de Clubes de la FIFA. ¿Qué ha hecho Peláez? A diferencia de "la vieja fórmula" americanista de traer jugadores sudamericanos de poco cartel y hacerlos poderoso en México (como lo hacían Don Guillermo Cañedo y Panchito Hernández), Peláez busca entrenadores y jugadores que ya han tenido un desempeño regular en el futbol mexicano y los trae para jugar en el América. Empezó con Miguel Herrera, continuó con Mohamed, Matosas y también Ignacio Ambriz y futbolistas como Sambueza, Oribe, Benedetto o Carlos Darwin Quintero. Probados todos con anterioridad en el futbol mexicano y que han sido capaces de dar el salto de calidad o mantener su nivel en un club de la exigencias del América.

Pumas ha vuelto, más o menos, al estilo que impusieron "maestros" como Cesarini, Aguilar Álvarez, Borja Navarrete, Bora, Mejía Barón, el 'Tuca' y Hugo y el América, en la esencia de Peláez, ha escogido con tino y ha tenido el dinero para "arrebatarle" figuras a otros equipos y hacer que funcione, insisto, bajo la presión de un club como el América.

Formulas diferentes, válidas y valerosas ambas, pero me parece que la de Pumas es más original, más apegada a sus esencias, colores, condiciones historias. La del América, en cambio, la de un Águila, un ave que, de pronto, se transforma en un ave de rapiña.

@Faitelson_ESPN