Es tiempo de que el Guadalajara se desprenda de una vez y para siempre de la etiqueta de que es un equipo con problemas de descenso. Chivas debe salir a la cancha a jugar como lo hizo Almeyda ante Veracruz el domingo: por el triunfo, sin importarle los puntos, la lucha en la porcentual o lo que hagan Culiacán y Morelia. Chivas no pertenece a esa "clase" de equipos. Chivas debe pensar en volver a la liguilla y competirle a otros siete clubes que incluso podrían tener o contar con más argumentos que ellos en la plantilla. Pensar y jugar como un "grande".
LOS ANGELES, CA -- La filosofía y el futbol no tiene razón de estar peleados. A final del día, eres lo que piensas que eres. Eres lo que piensas, haces y sientes.
El paño con el que Chivas ha tratado de secarse las lagrimas en la ultima época debe estar seco ya. Priorizar sus problemas, sus desgracias, sus miedos me parece un camino "pobre" para un club de estos tamaños. El Guadalajara no puede escudarse más en los temas de la porcentual, del descenso y de conservar la categoría. Chivas tiene que pensar como lo que es: un equipo grande.
Algunos críticos creen que el entrenador Matías Almeyda se equivocó el domingo pasado cuando, en ventaja de un gol y en ventaja numérica sobre el rival, en lugar de tratar de conservar el marcador salió a buscar el tercer tanto que finiquitará la jornada. Al final, un descuido defensivo fue suficiente apara amargar la presentación de Chivas en el campeonato, pero Almeyda pensó y dispuso de sus piezas como el entrenador de un equipo grande, que siempre tiene que apostar por la portería de enfrente y por ganar los partidos. Ello, a la larga, debe y puede significarle en un premio.
Chivas debe desprenderse ya del tema del descenso. Aunque matemáticamente este en la situación de confrontarlo y asumirlo como tal, mentalmente debe jugar en la parte alta de la tabla, con la expectativa de volver a una liguilla y de mostrar que más allá de sus limitaciones, tiene un equipo que puede competirle a las mejores plantillas del torneo.
La llegada del "Gullit" Peña y de Orbelin Pineda, dos futbolistas que mostraron pronto una capacidad para adaptarse al ritmo y a las condiciones del futbol de Chivas, promete ayudar al equipo en la parte más complicada: generación de juego. Ya veremos cómo resuelve el Guadalajara el tema de finiquitar ante la portería contraria. Omar Bravo ha tenido buenas temporadas, pero sobrepasa los 35 años de edad. Chivas mandó a préstamo al Querétaro al joven Carlos Fierro, una de las figuras más poderosas de sus fuerzas básicas en la ultima época.
Yo creo que el Guadalajara debe desprenderse ya de esa justificación de que es un equipo que lucha por la permanencia. Chivas se metió ahí, es verdad, por sus propios errores y vacilaciones, pero la mejor manera de salir de ese escabroso terreno es pensando en "grande" como un "equipo grande". Chivas debe jugar con la mente puesta en la liguilla no en la tabla porcentual.
@Faitelson_ESPN